La División de Bioefectos de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (EE.UU.) reveló que estudiará los cambios que provoca la radiación de las armas de energía no letales en el cuerpo a nivel molecular, en el marco de una investigación que tiene como fin la elaboración de nuevas armas radiactivas.
En ese sentido, la cadena Russia Today reseñó que la Fuerza Aérea invertirá millones de dólares en la investigación de los efectos biológicos que provocan las ondas de radio y microondas de alta potencia en el cuerpo humano.
Según el reporte, científicos estadounidenses realizarán estudios de proteómica, genómica y metabolómica, para identificar los cambios bioquímicos o moleculares provocados por el uso de las armas de energía que serían empleadas antes o durante las “operaciones estratégicas” norteamericanas.
Parte de los estudios que harán los especialistas consiste en observar cómo las explosiones concentradas de ondas de radio y microondas de alta potencia actúan sobre proteínas, ADN y metabolitos humanos.
Según el ente militar, los posibles descubrimientos de nuevos efectos biológicos en el cuerpo humano podrían tener tanto un “uso defensivo como ofensivo” y conllevar “el desarrollo y la implementación de futuras armas de energía”.
Asimismo, los científicos advierten que el estudio también servirá en caso de que otro país desarrollase dichas armas y las aplicase contra el Ejército estadounidense, pues los datos revelados permitirán saber qué tipo de efectos inusuales podrían afrontar sus tropas.
La cadena de noticias rusa añadió que la investigación está prevista para iniciar en septiembre próximo y podría prolongarse durante siete años. En tanto, precisó que la firma del contrato tiene un valor estimado de 49 millones de dólares, monto que incluiría los estudios, pruebas de laboratorio y experimentos de campo.
Armas radiactivas
El Ejército de EE.UU. ya dispone de armas de este tipo denominadas Active Denial System (Sistema de Rechazo Activo), que emiten ondas electromagnéticas con una frecuencia de 95 gigahercios.
El ADS consiste en una antena de radio que emite una señal de microondas que es absorbida directamente por la piel, elevando la temperatura del cuerpo hasta cerca de 55 grados centígrados en apenas unos segundos y provocando un dolor tan intenso, que la persona alcanzada por el rayo se ve empujada a huir de la zona.
En los ensayos realizados, el Ejército comprobó que el dolor se hacía insoportable a los tres segundos, y que ninguno de los sujetos que participaban era capaz de resistir mas de cinco segundos antes de huir de la zona irradiada.
En el año 2005, las baterías de pruebas se dieron por concluidas, y se certificó que el ADS era válido para ser utilizado como arma de guerra o antidisturbios.
En 2007 comenzó a ser utilizado en Irak en 2007, desplegándola en vehículos terrestres que llevarán montada una antena emisora con un alcance de unos 700 metros.
Aunque se denomina “arma no letal”, medios estadounidenses revelaron que durante los ensayos realizados por Washington se tomaban precauciones que en la realidad no serán consideradas antes de su uso. Por ejemplo, antes de cada prueba se comprobaba que los participantes no llevaran anteojos para evitar daños en los ojos, ni objetos de metal.
Telesur- Ciudad CCS / Escuela Bolivariana del Poder Popular
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