El pasado sábado 14 de abril, el programa Abril Insurgente fue grabado desde las instalaciones de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) Salvador Allende, ubicada en Mariche, estado Miranda. Allí, estudiantes de distintos países de América Latina, Asia y África, cursan la carrera Medicina Integral Comunitaria, los jóvenes estudiaran en los centros de salud del país, formándose directamente con atención de los enfermos.
La carrera tiene un período de duración de siete (07) años, los primeros dos años son de curso introductorio, los cuales deben cursarse en la sede de la ELAM. A partir del tercer año, los estudiantes de 35 nacionalidades deberán trasladarse al interior del país e insertarse de forma directa al Sistema Público Nacional de salud. La Escuela de Medicina, se inauguró el 15 de abril de 2007, y entre sus invitados se encontraban el presidente de Bolivia Evo Morales y el compañero de Ernesto Che Guevara, Alberto Granados. De manera, que tiene cinco años de funcionamiento y alberga cerca de 700 estudiantes de diversas latitudes del globo terráqueo.
La Escuela se encuentra adscrita al Ministerio del Poder Popular de la Educación Universitaria (MPPEU); su directora, Sandra Moreno, es especialista en educación, egresada de la Universidad de Oriente.
Para el docente Carlos Ramírez, profesor del Área de Formación Integral, egresado del Instituto Pedagógico de Maracay, sostiene que con la ELAM, se rompe con 300 años de pensamiento canónico imperante en nuestras universidades tradicionales, donde el conocimiento es fragmentado y descontextualizado. Sostiene que en la ELAM apuntan a un enfoque transdisiplinario, donde el estudiante se forme con un pensamiento critico como eje fundamental. En tal sentido, se conectan con la realidad política mundo, con la intención de establecer líneas de acción en aras de promover la revolución en el mundo.
El docente imparte clases en el eje de formación sociopolítica, el cual incluye materias como geografía, historia, geopolítica. Revisan el pensamiento político latinoamericano, africano, asiático y caribeño. Concluye afirmando que los estudiantes se someten a un programa intenso de 200 horas de idioma español. Todas las asignaturas se imparten en castellano.
Cludetta Ayo-Spede, estudiante de segundo año, proveniente de Sierra Leona, manifiesta que le costó mucho aprender a hablar castellano, sin embargo, con esfuerzo, constancia y perseverancia ha logrado dominarlo. Dice sentirse bien por cuanto está cursando una carrera que en su país es impensable. Además, agrega, que es afortunada por cuanto está conociendo otras culturas a través del roce que tiene con estudiantes varios países del mundo. Resalta que la oferta para acceder a la ELAM, se realizaba desde Namibia, por lo que tuvo que trasladarse hasta allá, para introducir los requisitos. Afortunadamente quedó seleccionada por sus altas calificaciones y por provenir de una familia pobre. Finaliza afirmando que junto a ella, hay 16 jóvenes de Sierra Leona formándose para llevar la medicina a los más necesitados de su país.
Por su parte Boni Yayi, proveniente de Benice, señala que en la ELAM aprenden a integrarse y a aceptar otras culturas, a conocerlas y a comprender que somos una misma familia: La raza humana. Añade que la ELAM, es un ejemplo de ello. Destaca que su experiencia ha sido muy buena por todo lo que ha aprendido, sobre todo por comprender las necesidades del pueblo. “Si todos los gobernantes pudieran adoptar la política del Presidente Hugo Chávez, el mundo podría cambiar. Agradezco también a mis padres por dejarme estudiar a kilómetros de distancia.
Jennivaldo Cabral, de 21 años de edad, oriunda de Guinea-Bissau, apuntó que fue seleccionada por cuanto realizó el propedéutico en la Universidad Amílcar Cabral. De igual forma, informó que cursan estudios con ella 22 compatriotas, los cuales agradecen a la República Bolivariana de Venezuela y a su presidente, el Comandante Hugo Chávez por permitirle su formación en la tierra de Bolívar.
Bernabé Cherna, estudiante de segundo año y proveniente de Paraguay, manifiesta que su experiencia ha sido muy buena: “Desconocía la existencia de países como Mozambique, Guinea, entre otros. Gracias a la ELAM logré conocer otras culturas y la necesidad de nuestros pueblos es la misma…somos personas excluidas del sistema escolar oficial. Con el gobierno bolivariano logramos entender el mundo no desde del punto de vista del yo, sino del nosotros, es decir, de forma colectiva. De aquí volveremos a nuestros países a llevar ese conocimiento médico que tanto hace falta a nuestro pueblo pobre.
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