Al ministro Villegas sobre la pifia de VTV en trasmisión de apertura de diálogos de paz con las FARC
Lo que menos habíamos pensado una vez conocida la noticia de la designación del periodista Ernesto Villegas como ministro para la Información y la Comunicación, era que se nos planteara la necesidad de hacerle, tan pronto tomó las riendas de tan importante responsabilidad, un formal reclamo ante una decisión que hoy en la mañana tomó el Canal VTV, adscrito a su despacho, un poco pasadas las nueve horas, de interrumpir la intervención del delegado de FARC , Iván Márquez, en el acto de apertura de los diálogos de paz que se iniciaron en Noruega, bajo los auspicios del gobierno de ese país, conforme a lo convenido entre ese grupo armado y el gobierno de la hermana República de Colombia.
Escuchamos sin pausa alguna la intervención del jefe de la delegación de Colombia, Dr. Humberto de la Calle y luego le tocó su turno al jefe de la delegación del grupo guerrillero, cuyo discurso a los pocos minutos de iniciado, quizás no más de unos 15, fue cortado porque, sin explicación alguna, fue suspendida la transmisión para dar paso a otra programación. Por supuesto, de inmediato cambiamos al canal Telesur y pudimos así seguir escuchando hasta el final las palabras del comandante Iván Márquez.
No vale la pena entrar aquí a evaluar ambas intervenciones, pues ese no es el punto. En un proceso de paz que recién se inicia, la conducta que todos debemos asumir en esta fase inaugural tiene que estar dirigida, sólo y únicamente, a apostar por su éxito, por lo que no es el momento aún de entrar en un proceso que nos lleve a aplaudir a unos antes que a otros, o a proferir denuestos a ninguna de las partes.
De lo que se trata, por ahora, es de hacerle conocer al nuevo ministro Villegas, ese inexplicable error que cometió el primer y más importante canal del Estado, como es el de haber sacado del aire un histórico encuentro, quizás el más importante que haya sido acordado en lo que va del presente siglo, donde están signadas las esperanzas para que nuestros hermanos colombianos, después de una larga y sangrienta guerra de más de 60 años, lleguen a un acuerdo que les permitan crear las necesarias condiciones para alcanzar la paz definitiva y duradera, fin ese igualmente ansiado por todos los pueblos del mundo, en especial los de este Continente.
Por lo demás, no tenemos más palabras que augurarle al ministro Villegas los mejor de los éxitos, de lo cual no dudamos que los alcanzará, pues visualizamos en él la capacidad y habilidad profesional necesarias para ello, condiciones esas que nos las ha puesto en clara evidencia a través de sus cientos de entrevistas de muchos años en radio y televisión.
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