Hasta 1947, Palestina era un territorio íntegro donde convivían musulmanes, cristianos y laicos. Ese mismo año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la partición del país para dar paso a la creación de Israel, único Estado judío en el mundo, que tuvo el automático respaldo de Estados Unidos.
El 14 de mayo de 1948 fue declarada la independencia de Israel y, desde ese entonces, se inició la anexión por parte de Tel Aviv de los territorios palestinos.
Esta situación prosigue en estos días, con la actual invasión militar contra la Franja de Gaza que, hasta el momento, ha dejado más de 20 civiles muertos, entre ellos tres niños.
En paralelo de la conquista territorial de Israel sobre Palestina, se produjo la denominada "diáspora", donde los ciudadanos palestinos debieron abandonar su país.
Se calcula que en la actualidad, dos millones de palestinos viven en el exterior debido al despojo de sus tierras y viviendas.
En 1967, con la Guerra de los Seis Días, el territorio histórico palestino quedó reducido al 22%. Durante ese conflicto, Israel desató su agresión contra Siria, Irak, Egipto y Jordania, provocando la muerte de 23.000 personas, entre civiles y soldados.
En el trascurso de esos 20 años, los sucesivos gobiernos hebreos, bajo la excusa de que los territorios palestinos le correspondían al pueblo judío, mantuvo las anexiones y agudizó la expulsión de palestinos hacia los países fronterizos.
Acuerdos olvidados
En 1978 se firmaron los acuerdos de Camp Davis, y en 2003 los acuerdos de Oslo, los cuales no tuvieron efecto en la estabilización de la región.
En el primero, el entonces presidente egipcio Anwar Al Sadat y el primer ministro israelí Menachem Begin, firmaron la paz para solucionar los conflictos territoriales.
En 2003, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) e Israel acordaron la retirada de las fuerzas hebreas de la Franja de Gaza y Cisjordania, así como el derecho de los palestinos al autogobierno, medidas que Tel Aviv no ha respetado.
Con los acuerdos de Oslo también se le dio vida a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), liderada por la organización Al Fatah y Mahmud Abbas.
Desde ese tiempo, Palestina comenzó a recoger amplios apoyos para la creación de un estado independiente y soberano, como también para que se convierta miembro pleno de la ONU, ya que en la actualidad tiene el carácter de observadora.
De los países que integran Naciones Unidas, 126 han manifestado su acuerdo para que la ANP esté representada en el organismo, entre ellos los miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba).
Entre quienes rechazan de pleno el ingreso de Palestina a la ONU se encuentran Estados Unidos, Panamá, Guatemala, Belice, El Salvador, Bahamas, Trinidad y Tobago, Barbados, República Dominicana, Islandia, Croacia, Israel, Marruecos y Liberia, Birmania, Tailandia, Macedonia, Moldavia, Australia, Nueva Zelanda y Papua Nueva Guinea.
Países como México, Colombia, Guyana Francesa, Georgia, Suiza, Eslovenia, Lituania, Estonia y Letonia, se han declarado neutrales frente a esta discusión.
En el caso de Venezuela, el gobierno del presidente Hugo Chávez ha tenido una postura firme de apoyo a la causa palestina. En la jornada de este jueves, el mandatario calificó los bombardeos israelíes como una "agresión salvaje" contra el pueblo de Gaza.
Chávez señaló que el titular de la ANP "va a solicitar una vez más el ingreso de Palestina como miembro de Naciones Unidas, una visión realista, y sin embargo la respuesta es esta".
El robo de la tierra
En la actualidad, Palestina posee apenas un 12% de su territorio histórico. Aunque la Organización de las Naciones Unidas han emitido resoluciones que prohíben el avance de Israel sobre esas tierras, el gobierno hebreo aplica una política de apoyo a los denominados "colonos judíos", quienes ingresan en viviendas palestinas junto a las fuerzas de seguridad y expulsan a sus habitantes.
La ONU además ha aprobado decenas de resoluciones que convocan a la creación de dos Estados, respetando las fronteras anteriores a la Guerra de los Seis Días, demanda que Israel ha descartado de forma sistemática.
El caso paradigmático es la Franja de Gaza, pequeña porción territorial en la rivera del Mar Mediterráneo. Esta región, gobernada desde 2006 por el Movimiento de Resistencia Islámica Hamas, se encuentra bloqueada comercial y económicamente. Con tan solo 360 kilómetros cuadrados, en la Franja habitan más de 1.500.000 palestinos, lo que equivale a 4.167 personas por kilómetro cuadrado.
En permanente crisis humanitaria debido al bloque, por estos días Gaza es blanco de un nuevo ataque de las Fuerzas Armadas de Israel. En 2008, Tel Aviv había desatado la operación "Plomo Fundido", que dejó 1.400 palestinos muertos en la Franja.
La actual operación "Pilar Defensivo" desatada por Israel no solo ha cosechado nuevas muertes, sino el rechazo casi total de los gobiernos del mundo. Estados Unidos, como siempre, se apresuró a justificar los bombardeos de su principal aliado en Medio Oriente, argumentando que la seguridad israelí se encontraba en peligro.
AVN/Escuela Bolivariana del Poder Popular
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