Henrique Capriles Radonski se quitó la máscara de presunto demócrata para colocarse la del fascista que participó activamente en los hechos violentos de abril de 2002, denunció el periodista José Vicente Rangel en su columna El Espejo, publicada este lunes en el diario Últimas Noticias.
Señaló que esa actitud con la que el ex candidato participó en las campañas y contiendas electorales de 2012 y 2013, donde parecía que la oposición había adoptado una “línea seria y responsable de contrapeso de poder”, queda evidente ante la violencia que han generado sus mensajes.
“Capriles repite el pasado”, ante la presencia del mismo escenario que manchó de sangre al país hace 11 años. Rodeado del mismo entorno, el de las guarimbas, los incendios, ataques a personas e instituciones del Estado, la actitud de Capriles “huele a fascismo”.
Ese fascismo que Rangel señala y que ha sido denunciado por el Comando Hugo Chávez se evidenció el 15 de abril pasado, a tan solo horas de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunciara los resultados electorales, en los que el presidente de la República, Nicolás Maduro, obtuvo la victoria con 50,78% de los votos.
Grupos antichavistas arremetieron contra Centros Diagnóstico Integral (CDI), Petrocasas, sedes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), medios de comunicación públicos y viviendas, obras que en su mayoría fueron impulsadas por el Gobierno Nacional.
Ante esos hechos, Rangel considera que “el mensaje que dirigió (Capriles) a sus partidarios radicalizados fue antidemocrático, provocador, no acorde con la responsabilidad de un dirigente en tales circunstancias”.
Por lo tanto, a su juicio, la historia parece repetirse ya que “la película hace 11 años fue la misma en los días previos al 11 de abril, al golpe de (Pedro) Carmona y a posteriores acciones: Plaza Altamira, paro petrolero, en todas las cuales Capriles participó”.
Un escenario de confrontación que haga al país retroceder en su avanzar democrático es para Rangel lo que pretende Capriles Radonski con su conducta y discurso violento; además, con su empeño de desconocer y descalificar al árbitro electoral incluso después de la contienda.
“La violencia es impredecible (…) generalmente comienza por la palabra” y es lo que a juicio de José Vicente Rangel ha generado Capriles con su actitud, que a su vez compromete el destino de esa parte de venezolanos, que otorgó su confianza “no para hacer la guerra sino la paz”, sentenció.
AVN/Escuela Bolivariana del Poder Popular
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