Miguel Espinoza. Historiador
“Quizás no hubieran presentado una obstinada resistencia los habitantes del Virreinato de Nueva Granada sino hubiesen venezolanos. Cartagena se resistió hasta lo imposible por los venezolanos. En la derecha del Magdalena se han dado ya varias batallas a tropas organizada por venezolanos, en la fragosa y estéril provincia de Antioquia han declarado ya dos veces la guerra a muerte y tienen los pasos fortificados por Venezolanos. Santa Fe, fue sometido y recibió las ideas sangrientas por los mismos que habían logrado partido con emisarios que enviaron a Caracas. Todo excelentísimo señor, es obra de los venezolanos”
Carta del Gral. Pablo Morillo al Ministro de Guerra del Reino de España, Antonio Rodríguez Villa
I-. El ventrílocuo Santos y su declaración inducida por EEUU
Venezuela desde la llegada del presidente Hugo Chávez al poder ha sido víctima de numerosas agresiones tejidas desde Washington, Europa y Colombia. Éste último país se erige como el Israel de América Latina sirviendo como cabeza de playa a los intereses imperiales. Desde esa nación, viene operando un plan para socavar las bases del proceso político venezolano. El ingreso de narco-paramilitares a nuestro territorio se ha venido materializando con la complicidad de gobernadores y alcaldes de la oposición, quienes como malinches permitieron su ingreso, encubrimiento y protección.
Si bien es cierto que fue el criminal y asesino Álvaro Uribe Vélez quién comenzó su política hostil hacia Venezuela de forma abierta y flagrante, no es menos cierto que su sucesor en el Palacio de Nariño, Juan Manuel Santos, continúa en esa misma línea de agresiones respondiendo cual ventrílocuo a las directrices del Departamento de Estado Estadunidense.
Emite unas declaraciones entrometiéndose en los asuntos internos de Venezuela abogando por que se respeten y se fortalezcan los principios democráticos. Peor aún, insta al gobierno a sentarse con la oposición para establecer la reconciliación en el país. Cierra con broche de oro al destacar que se violan los derechos humanos de los colombianos residentes en Venezuela.
II-. Santos y Uribe violadores de Derechos Humanos
Resulta no sólo risible las declaraciones cínicas y ridículas del pitiyanki Santos quien pretende sentar cátedra de democracia y de derechos humanos, siendo precisamente él junto al narcotraficante Álvaro Uribe los responsables de numerosas masacres, entre otras, la de Macarena donde fueron asesinados más de 3 mil personas, además de ser los creadores de los falsos positivos.
Su política represiva y genocida ha sido determinante para que millones de colombianos salgan de su país, hambreados, marginados, excluidos, despreciados, humillados, torturados, etc; por una burguesía que los aniquila y los condena a la más cruel miseria. No en vano Colombia es el tercer país más desigual de América Latina y el segundo del globo terráqueo. Por si fuera poco es la nación que tiene el índice más alto de homicidio en el mundo y es el mayor productor de Cocaína del Planeta.
Estos personajes siniestros, Santos y Uribe, llevan a cuesta numerosos crímenes cometidos contra campesinos, sindicalistas, periodistas y dirigentes progresistas, de manera que carecen de moral para cuestionar a un gobierno verdaderamente democrático que de 19 procesos electorales ha ganado 18. De manera que son los menos indicados para realizar crítica alguna contra el gobierno de Venezuela porque sobre sus hombros pesa no sólo el juicio de la historia, sino también, el peso de la justicia y de los tribunales internacionales, que más temprano que tarde lo harán rendir cuentas y pagar todos sus crímenes y asesinatos.
III-. Colombianos marginados en su país, reivindicados en el nuestro
Por otra parte, Santos miente al señalar que en la tierra de Bolívar se violan los derechos humanos de ciudadanos colombianos residentes en el país. Tamaña mentira, en Venezuela conviven cerca de 9 millones de neogranadinos que se vinieron porque su dirigencia burguesa entregó su soberanía a los Estados unidos y a transnacionales norteamericanas y europeas, sumergiéndolos en la más profunda pobreza, privándolos de los derechos más elementales como la salud, educación, trabajo, alimentación, etc; por el contrario, en nuestra “Tierra de Gracia”, no sólo se les recibe sino que además se les reivindica, garantizándoles derechos que en su país de origen le fueron negados.
De manera que el gobierno bolivariano no sólo los acogió sino que los hizo ciudadanos, les sació el hambre, les dio trabajo, educación, seguridad social y la estabilidad que nunca tuvieron en su tierra. En tal sentido condenamos las tendenciosas y santandereanas palabras del presidente Santos que se bajó los pantalones al imperio y permitió que mujeres colombianas fueran violadas por militares gringos sin pronunciarse ante tamaña insolencia.
IV-. Pretensiones de Colombia sobre Venezuela
No olvidemos además que el actual presidente de Colombia es nieto de Eduardo Santos quien nos despojó de una gran extensión de nuestro territorio en 1941, por la irresponsabilidad del presidente Eleazar López Contreras quién permitió este agravio a la nación venezolana. El Santos de hoy al igual que el de ayer es acérrimo enemigo de Venezuela, por lo que lanza sus dardos venenosos contra nuestro país.
La oligarquía colombiana odia a Venezuela y dentro de sus propósitos y planes está socavar las bases del proceso político que se vive en Venezuela, sembrando a paramilitares colombianos para actuar como fuerza de choque y generar caos en la sociedad venezolana. Por ello, todo colombiano residente en el país que responda a esos intereses debe ser castigado con todo el peso de la ley. Y quién sentimentalmente asuma simpatía por estas acciones debe ser deportado de inmediato.
Venezuela se respeta, los herederos de la gloria de Guaicaipuro, Cayaurima, José Leonardo Chirinos, Manuel Piar, Francisco de Miranda, Bolívar, Nogales Méndez, Manuel Ponte Rodríguez, Fabricio Ojeda, Sergio Rodríguez, Belinda Álvarez, entre otros, no aceptamos ni permitimos que país alguno mancille nuestra patria, y menos aquellos que fueron liberados por venezolanos. Agradecidos deberían estar de todo lo que Venezuela ha hecho por ellos e incluso hasta el nombre de su nación se debe a un venezolano. Colombia en vez de estar conspirando y arrastrándose ante el imperio norteamericano, debería ocuparse de resolver sus problemas internos y de garantizarles los derechos más elementales a sus connacionales.
Escuela Bolivariana del Poder popular
@prensa_ebpp
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