A pocos días de la jornada internacional para la despenalización del aborto, diferentes colectivos y organizaciones feministas se juntan para dar mayor visibilidad a este tema que sigue siendo un tabú para la sociedad venezolana y un delito punible según el código penal: situación que lleva a prácticas de aborto en condiciones inseguras, que constituyen una de las mayores causas de mortalidad materna en el mundo.
En Caracas, bajo las consignas hablemos #DeFrente y #SacandoLosTrapitosAlSol, este #Sábado24SEP se llevó a cabo la realización de un mural en las afueras de la concurrida estación del metro de Bellas Artes. “La idea de la actividad es visibilizar la lucha para la despenalización del aborto como derecho de las mujeres a decidir sobre sus propios cuerpos. Es un grave tema de salud pública, porque muchas mujeres mueren por prácticas de aborto inseguras, pero nadie quiere hablar de eso” comenta Joselyn Ariza, de la Residencia Estudiantil Livia Gouverneur, una de las organizaciones participantes a la actividad (junto con la Red de la Araña Feminista, el Colectivo Tinta Violeta, la Red Información Aborto Seguro, la Escuela de Feminismo Popular, el Movimiento Revolucionario de Ciclismo Urbano, Rebeldía Lésbica y Bunke Placer).
“La mayoría de las mujeres venezolanas conocemos a alguien que abortó, en muchos casos una familiar,” explica Alejandra Laprea, del Colectivo Tinta Violeta “sin embargo no hay cifras precisas del aborto en Venezuela porque cuando una mujer acude a un centro de salud con un aborto en curso, eso se registra como fuese una complicación del embarazo. No se sabe cuántos casos son por aborto espontáneo o por aborto inducido, o inclusive por aborto provocado por otras personas. Podemos asumir que la situación sea muy parecida a la de los otros países del continente, en los cuáles el aborto es penalizado: en tal caso se trata de cifras bastante desalentadoras”. Según datos recopilados por organizaciones que se ocupan de salud sexual y reproductiva, en América Latina y el Caribe cada año hay 4 millones de abortos clandestinos, y 6.000 mujeres mueren anualmente por esto.
Un estudio realizado recientemente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Guttmacher Institute estima que la mayoría de los abortos que se realizan cada año en el mundo se llevan a cabo en los países donde eso está prohibido. Se pone entonces en evidencia que las leyes restrictivas no impiden que las mujeres aborten, sino que las llevan a procedimientos clandestinos y frecuentemente inseguros. Por lo contrario, en los países donde la interrupción voluntaria del embarazo ha sido legalizada y es segura y gratuita eso ha comportado una disminución de los abortos, ya que eso viene acompañado de programas integrales de educación sexual que previenen los embarazos no deseados. En América Latina la interrupción voluntaria del embarazo es legal solamente en Cuba, Uruguay y Puerto Rico (y con restricciones, en el Distrito Federal mexicano).
Sin duda la despenalización del aborto es una deuda de la revolución bolivariana hacia los derechos de las mujeres: la salud es un derecho, y ser madre debería ser una elección, no un destino inevitable. “El reto de la Revolución Bolivariana frente al derecho a decidir, en un principio evidentemente es su aceptación, y que se torne legal en el orden simbólico de nuestra sociedad el derecho que tenemos las mujeres a decidir sobre nuestro cuerpo. Se trata de una transformación cultural, va mucho más allá del tema jurídico, que en efecto ayuda, permite y apoya ese cambio. Pero es en lo cultural donde se necesita dar el paso” afirma Indhira Libertad Rodríguez, integrante de la Red Araña Feminista.
Desde hace muchos años las organizaciones y colectivos feministas venezolanos vienen promoviendo el debate, entregando propuestas de ley y peticiones: sin embargo, para las instituciones esto parece se un tema muy incómodo. La reforma del Código Penal realizada en el año 2005 dejó intacta la sección respectiva, y la propuesta para un Código Penal con Equidad e Igualdad de Género elaborada por organizaciones y colectivos feministas y presentada a la anterior Asamblea Nacional hace pocos años, no ha sido tomada en consideración. “El ámbito legislativo es un ámbito que no se puede descartar ” agrega Indhira, “y que evidentemente tiene que pasar por un proceso de parlamentarismo de calle. En el 2015 cuando ocurrió el Congreso de las Mujeres, en el cierre bien lo dijo el presidente Maduro: tenemos que que hablar de todos los temas, sin miedo. Nuestro pueblo es maduro. Hay que debatir sobre el tema del aborto y de que las mujeres podamos decidir sobre nuestro cuerpo en todos los sentidos y en todos los ámbitos.”
En la espera de la despenalización, un avance significativo para la vida de muchísimas mujeres que se han encontrado en la situación de un embarazo no deseado ha sido la iniciativa de articulación feminista que ha confluido en la creación de la Línea Aborto Información Segura 0426 1169496: una línea telefónica que desde el año 2011 proporciona a las mujeres venezolanas la información segura (avalada por la misma OMS) sobre el uso del medicamento Misoprostol para realizarse un aborto, para así evitar que se expongan a procedimientos que pongan en riesgo su salud o su vida. La cantidad de llamadas diarias recibidas por la Línea ha requerido la activación, este año, de dos nuevos números.
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