Caracas, 16 Dic. AVN.- El silencio en el Muro de Piedra de Petare fue roto a las tres de la madrugada de este domingo con el toque diana. Entre los tarantines y carritos de perrocalientes, los cohetones irrumpieron para dar inicio a la jornada electoral en la populosa parroquia del estado Miranda.
Las vallas que dividen el inicio de la Avenida Francisco de Miranda fueron el soporte para la hilera de cohetes. La secuencia inicial de explosiones se multiplicó con el concierto de fuegos artificiales en las barriadas aledañas.
Desde azoteas, estelas de luces verde-fucsia-rojo revelaban rostros anónimos en la oscuridad. Veinte minutos después del primer toque de diana, carros provenientes desde los vericuetos de los cerros petareños hacían su entrada triunfal al centro de la parroquia. El ruido de la corneta y el puño en alto eran característicos al descender por el elevado de Palo Verde.
Los motorizados calentaban motores con pan y salchicha en la Redoma de Petare, redimidos por la gracia de la gran estatua de un Cristo con manos gigantes, rodeado de improvisados "arbolitos de Navidad".
Francisco Gutiérrez se protege del frío con una chaqueta tricolor y con vehemencia sentencia: "Hoy tenemos una democracia perfecta. Hoy tenemos una democracia socialista".
"Tratan de hacernos preguntas capciosas: 'Prefieren democracia o socialismo'. Eso es una redundancia. Democracia y socialismo son lo mismo. Es más, el socialismo perfecciona la democracia".
Rápidamente da cátedra constitucional: "Ya no tenemos aquella democracia representativa, cuando solamente se hacía elecciones una vez a la cuaresma. Aquí, ahora democráticamente se nos pregunta a cada instante qué quiere el pueblo venezolano".
Con guayoyo en mano, Gladys Arboleda va ofreciendo té y cafecito a todo el que ve. "Los pobres salimos a la calle tempranito porque tenemos patria y hay que defenderla".
Menos veloz que las caravanas que pasan, pero con igual entusiasmo, Hipólito Tavárez se desplaza en su silla de ruedas entre la muchedumbre. Vive en el barrio 19 de Abril. Por si acaso, pasa inadvertido que no tiene piernas, pues se declara "persona con discapacidad y por tanto sin excusa ni obstáculo para votar por la patria".
Bajó cien escaleras para llegar al toque de diana y declara que "si hay que dar la vida por lo conquistado, se hace". Con los ojos aguados dice: "Nos estamos jugando el país; antes nos tenían como clóset viejo, ahora tenemos dignidad".
Neirlay Andrade AVN / Escuela Bolivariana del Poder Popular
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