Trabajadores agrupados en el Sindicato de la Industria del Carbón (Sintracarbón) ratificaron hoy que mantendrán un paro indefinido hasta tanto la transnacional minera Cerrejón responda a sus demandas laborales, ambientales y de salud.
Iniciada la víspera, la huelga se desató al no concretarse un acuerdo con la comisión negociadora de la compañía -que opera en el departamento colombiano de La Guajira- y fue decidida por el 97 por ciento de los afiliados, traducido en tres mil 97 votos a favor.
El paro es resultado de las confrontaciones en materia de incremento salarial y demandas relacionadas con beneficios de salud, educación y transporte, así como la ejecución de políticas ambientales por parte de la compañía, planteadas el 29 de noviembre de 2012 cuando Sintracarbón presentó el pliego de peticiones a la empresa.
Según consignó ese gremio, la empresa se ha negado a reconocer que 700 trabajadores de esa transnacionl sufren daños irreversibles en su salud como consecuencia de un trabajo que los obliga a inhalar partículas contaminantes, nocivas para su sistema respiratorio y que han provocado ya tres muertes.
La compañía, que cubre el 40 por ciento de la producción carbonera en el país, prestó también oídos sordos a la propuesta sindical de no desviar el río Ranchería, lo cual pondría en riesgo la única fuente hídrica de La Guajira y de las personas que dependen de esa reserva natural.
El paro asumido por los líderes sindicales y obreros se suma a la suspensión de la licencia de cargue y descargue del mineral decretada por las autoridades ambientales colombianas a la transnacional norteamericana Drummond, segunda productora de carbón con una cuota de mercado del 29 por ciento nacional.
Miembros del Partido Polo Democrático Alternativo respaldaron hoy la huelga indefinida de los trabajadores de Cerrejón, entre ellos el congresista Iván Cepeda, quien manifestó que la multinacional minera tiene siete mil trabajadores semiesclavizados.
Por su parte, el senador Jorge Enrique Robledo, de esa misma agrupación partidista, instó al ministro de trabajo, Rafael Pardo, a mediar con mayor fuerza en busca de salidas a un conflicto cuya causa es la actitud negativa de la trasnacional propietaria del complejo carbonífero.
A una compañía que en 2011 obtuvo utilidades netas por 1,3 billones de pesos colombianos no le habría resultado difícil firmar un convenio que solo representaría el 6,5 por ciento de sus ingresos, pero primó la intransigencia", afirmó.
Sintracarbón insiste en que el 10 por ciento de los trabajadores de la mina padece enfermedades profesionales como la silicosis, la fibrosis pulmonar, daños estructurales de la columna vertebral y envenenamiento de la sangre con plomo, sin que hayan recibido atención ni medidas elementales de protección sanitaria.
PL/Escuela Bolivariana del Poder Popular
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