Miguel Angel Espinoza Arellano
Recientemente el matemático y escritor Ibsen Martinez, subordinado a los designios de la burguesía, escribió un artículo de opinión destacando que las inmensas colas realizadas por el pueblo venezolano para dar un último adiós al presidente Hugo Chávez, no era más que una “merienda de negros”.
Este escritor, quien asume posiciones racistas, siendo él un mestizo, lo ubica dentro de los pseudo intelectuales que están al servicio de la clase dominante, renunciando a su condición mestiza y comportándose como malinche*. Al parecer, desconoce Martínez, que la Organización de la Naciones Unidas, con el objetivo de renovar su compromiso de trabajar contra el racismo, celebra cada 21 de marzo el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial.
El motivo de esta fecha- para recordarle al escritor racista- es que ese día en 1960, la policía disparó contra una manifestación pacífica que se realizaba en Shaperville, Sudáfrica que protestaba contra las leyes intolerantes del apartheid. De allí que la ONU busque promover el combate y erradicación del racismo, la discriminación racial y la xenofobia en todo el mundo.
Si bien es cierto que el racismo en Venezuela tiene sus antecedentes en la colonia y de allí se hereda hasta nuestros días, también es cierto que el presidente Hugo Chávez luchó y plasmó en nuestra carta magna, un articulado para erradicar este flagelo de nuestra sociedad.
Ibsen Martínez, incurre en el mismo terreno que otros personajillos de las letras. Uno de ellos, Guillermo Morón, quien denigró de los indígenas y proclamó su desaparición física. Tal atrevimiento le costó sendas críticas por parte de historiadores y antropólogos. De hecho, la historiadora Angelina Lemmo, profesora de La Escuela de Historia de la UCV, cuestionó a este escritor etnocida, en un estudio riguroso que denominó “El desmoronamiento de la Historia”.
Martínez, es un renegado y converso, hijo de una maestra de escuela y un trabajador petrolero, ahora con una vida cómoda denigra de sus orígenes y sueña con asimilarse a la burguesía, como buen pequeño burgués ve al pueblo de donde proviene con desprecio. Olvida Martínez, que el pueblo venezolano está impregnado de lucha y gloria y que las colas que hizo durante largas horas para ver al comandante Hugo Chávez, es porque con sus virtudes y defectos, cambio la historia de Venezuela para siempre.
*Malinche: Mujer mexicana que traicionó a su pueblo; aprendió la lengua castellana y terminó sirviendo al conquistador Hernán Cortez. Gracias a su colaboración en la traducción del Nahual al español y a las informaciones suministrada a Cortez, éste logra derrocar a Montezuma y al Imperio Azteca.
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aporrea.org / Escuela Bolivariana del Poder Popular
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