Definitivamente, el gobierno venezolano ha demostrado ser sordo ante las continuas voces de alerta de comunidades indígenas organizadas, personalidades, especialistas y colectivos sociales que apoyan el cumplimiento del mandato constitucional que obliga al Estado venezolano a la demarcación de la propiedad colectiva de la tierra, con la participación de los pueblos indígenas.
Para lograr el cumplimiento constitucional, el recién fallecido Presidente Chávez creó un ministerio, que a partir de la presencia de Nicia Maldonado en funciones ejecutivas, ha promovido una actitud criminalizadora de la protesta de los pueblos indígenas, específicamente del pueblo yukpa, así como de la acción de todas aquellas organizaciones y personas que apoyan sus justos reclamos.
Esta ciudadana burocratizada que perdió su conexión con su propia cultura, no sólo permitió el escenario propicio para que un número significativo de compañeros indígenas perdieran la vida, víctimas del sicariato, sino que auspició la más cruenta división entre hermanos de las diferentes etnias en Sierra de Perijá.
Sometida a voto popular en las pasadas elecciones, las perdió frente a su principal contrincante, Liborio Guarulla, político de la etnia baniva que ejerce funciones como gobernador desde hace más de doce años, demostrándose así que ni con el respaldo del liderazgo del Comandante Chávez, esta siniestra funcionaria pública pudo ser “acuñada” al poder constituido.
A pocos días de un proceso eleccionario que decidirá nuevamente el rumbo histórico de la gestión de una nación –y con él, la lucha estratégica de participación protagónica de los pueblos−, y como señal inequívoca del incumplimiento del “mandar obedeciendo”, la ministra de Pueblos indígenas, Aloha Núñez, designó a través de la Gaceta Oficial 40.139 a Nicia Maldonado como secretaria ejecutiva de la Comisión Presidencial Misión Guaicaipuro, cuyo principal propósito es coordinar y promover las políticas y proyectos del gobierno en las comunidades indígenas.
¡Cómo nos duele tener que concederle razones al enemigo cuando declara que el burocratismo, la mala gestión, y todos los males que de ambas disfunciones administrativas nacen, no reciben castigo en este gobierno que soñamos aliado de revoluciones!
El Estado libera a los asesinos de Sabino Romero Izarra y “condecora” a la ex ministra que no cumplió con el mandato constitucional y con la orden del mismo presidente Chávez cuando en el ejercicio de sus funciones ordenó enérgicamente que se cumpliera efectiva y eficientemente la atención del pueblo yukpa.
¿Qué otra cosa nos hará falta ver para darnos cuenta que estamos montados sobre un inmenso nido de alacranes que en su plena maniobra de desgaste se llevó lo mejor que teníamos dentro del poder constituido? El mismo nido de alacranes politiqueros que consumió las energías del principal gladiador del proceso revolucionario y que pretende acallar nuestros reclamos acusándonos de contra revolucionarios.
Que no nos sigan pidiendo paciencia, que no nos pidan silencio frente a coyunturas electorales. Si no hay rectificación, si el anunciado “golpe de timón” del Comandante es interpretado ahora como pacto del burocratismo, más temprano que tarde el pueblo encontrará su cauce y se hará definitivamente invencible.
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