Carlos Armando Lazo García La agresión Global, la Lucha de Clases y la Guerra Económica
JEAN ZIEGLER Vice Presidente del consejo consultivo de la Comisión de DDHH de la ONU, declaró:
“Vivimos en un orden mundial criminal y caníbal, donde las pequeñas oligarquías del capital financiero deciden de forma legal quién va a morir de hambre y quién no. Por tanto, estos especuladores financieros deben ser juzgados y condenados, reeditando una especie de Tribunal de Núremberg”.
“...los criminales financieros son el enemigo común de los europeos, de los africanos y del resto de la población que sufre de hambre y desempleo en el mundo. Unos oligarcas que monopolizan los beneficios y privatizan los servicios y recursos”.
“La hambruna ya es una realidad en las banlieues parisinas y el pueblo español también está sufriendo la pobreza, como el resto de Europa.” “En este contexto, la Lucha de Clases es absolutamente inevitable porque las oligarquías capitalistas no serán capaces de reeditar el genocidio americano de los indios, ya que es imposible matar a todo un país como España y hacerle aceptar permanentemente las cadenas”.
Estas declaraciones del Vicepresidente del Consejo Consultivo del Consejo de DDHH de la ONU, pone el dedo en la llaga y revitaliza el concepto de Lucha de Clases, desde la ONU, el cual fue casi exterminado por los propios intelectuales europeos del eurocomunismo en lucha contra la URSS, coincidiendo con la extrema derecha de Europa y la propaganda desplegada por la CIA.
Convencidos de que el propio Estado del Bienestar y la formación de supuestas clases medias vigorosas en número e ingresos familiares, habían dado al traste con la lucha de clases. Con la derrota de la URSS provocada, finalmente por la traición de Gorbachov, se había llegado al fin de la historia.
Poco tiempo les duró la ilusión ideológica, las clases medias desaparecieron porque no existieron nunca. Siempre estuvieron trabajando para el gran capital y asumieron los valores de sus verdugos, ahora los vemos protestando junto con los obreros y los depauperados de siempre, en toda Europa, en EEUU ya ni se les ve la cara.
La derrota de la URSS en la Guerra Fría dio pie a la derechización del mundo y los países imperialistas se dieron a la tarea de destruir a Yugoslavia, desmembrándola, destruyendo y dividiendo a su pueblo, sumiéndola en una guerra genocida, despedazaron a Irak, destruyéndole parte del material genético de su población con el Uranio empobrecido, regaron con sangre de su pueblo heroico a Afganistán y a Libia, asesinando a su líder. Ahora intentan hacer lo mismo con Siria.
La República Bolivariana de Venezuela e Irán están en lista, para luego enfrentar a los únicos competidores de la potencia imperialista de los EEUU, China y Rusia.
En este contexto, de agresión global, Venezuela está permanentemente bajo asedio, como centro de gravedad de los pueblos de nuestra América.
Las Operaciones Encubiertas, y el tipo de actividad, que ahora son clasificadas dentro del Rango de Operaciones Militares no Propiamente de Guerra,1 fueron utilizadas en Irán y Guatemala en la década del 50, en Chile 1973 para nombrar sólo algunos casos.
En la época actual cuando el imperialismo norteamericano ha globalizado la lucha de clases. La agresión permanente a los pueblos del mundo y en particular a los pueblos de América latina, se desarrolla en todas las dimensiones de la lucha de clases: Ideológica, Económica, Política y Militar, englobadas todas bajo la nueva doctrina militar definida como Operaciones Militares no Propiamente de Guerra.
Esta transformación de la guerra de agresión imperialista, se expresó en los intentos de golpe en Venezuela (2002), Bolivia (2008), Ecuador (2010). En Honduras (2009) y Paraguay (2012), el imperialismo concretó los Golpes de Estado.
Estas actividades no propiamente de guerra lo constituyen el uso sistemático de la guerra sicológica, en todas sus formas. La violencia y el despliegue de agentes para operar en el país a desestabilizar, como el gringo, Timothy Hallett Tracy, puesto preso en Venezuela, recientemente, para el apoyo y entrenamiento de efectivos de las organizaciones pro imperialistas del país objetivo.
La construcción de realidades favorables para la desestabilización, utilizando las empresas privadas para la información de carácter masivo (televisión, prensa, radio, internet, etc.) con el objetivo de desinformar, confundir, estigmatizar e instalar dentro de la subjetividad de las masas mecanismos de exacerbación para lograr explosiones sociales insurreccionales, mecanismos como: el acaparamiento, para generar escasez artificial, especulación para generar inflación artificial y estimular la devaluación, utilizar el sicariato, para estimular el asesinato y crear zozobra en la población en alianza con los medios.
Otro componente que acompañan esas operaciones, es la aplicación de acciones militares de masas, ejecutadas por mercenarios o paramilitares como sucedió el 11 de abril del 2002 durante el golpe de Estado contra la Revolución Bolivariana, y el 15 y 16 de abril y días subsiguientes. Con estas acciones esperan lograr el poder por la vía armada utilizando a la población civil y componentes del ejército.
Dentro de estas actividades, no propiamente de guerra, con el mismo objetivo se utiliza el financiamiento de organizaciones políticas pro imperialistas, ONGs, para participar en elecciones y a través de la vía electoral, tomar el control de las sociedades. En ambos casos, estos objetivos solo podrían alcanzarse con un ejército, el cual se utilizaría en el caso de fracaso de los demás métodos que comprenden las Operaciones Militares no Propiamente de Guerra.
En Venezuela estamos enfrentando la guerra encubierta del imperialismo norteamericano. Y la hace en alianza con la burguesía nacional e internacional y sus organizaciones y partidos pro imperialistas. El ingreso de Colombia la OTAN, es un paso más hacia la confrontación final planeada desde el Departamento de Estado. Santos en representación de la oligarquía colombiana, en alianza con la burguesía pro imperialista venezolana, representada en el candidato perdedor, afinan su estrategia contra la Revolución Bolivariana.
La guerra imperialista no deja de serlo porque se disfrace de conflicto interno, como en Venezuela, Bolivia o Ecuador, Libia y Siria. Los conflictos entre poderes del Estado como en Honduras y Paraguay. La guerra imperialista dejará de serlo, solo cuando la burguesía, pro imperialista sea derrocada de cada uno de los países en donde esta se encuentra.
Cuando se corten los millones de hilos que unen a estas burguesías parasitarias y proimperialista de la burguesía internacional y sus organizaciones de poder mundial. De otro modo es imposible librarse de una guerra imperialista, así como de la apariencia de la paz imperialista, como en Centroamérica.
Dentro de este contexto de agresión está inscrita la guerra económica. Esta la hemos sufrido desde los días tempranos de la revolución 2001,2002, este mecanismo de desabastecimiento programado por la vía del acaparamiento, y la inflación por la vía de la especulación, la puso al descubierto el Comandante Chávez. Estas dos acciones combinada con la sangría de dólares que ejecutan los grandes grupos económicos, aprovechando una política del BCV que utiliza subastas de dólares para vender dólares a quien los tiene en el exterior. Además, les permite a los exportadores dejar el 40 % de dólares, producto de sus exportaciones en el resto del mundo, estimulando el mercado negro de divisas. Y por si fuera poco, la corrupción en CADIVI completa este cuadro de ataque a las divisas. Ataque que ha logrado poner en peligro el financiamiento de las misiones, lo cual condujo a la devaluación.
La devaluación que presenciamos es producto de la guerra económica. De la lucha por el excedente petrolero. La burguesía a través de sus empresas, planifica la apropiación ilegal de divisas con la excusa de compra de insumos para la producción. Esto fue denunciado por el propio Presidente de la República. Dime de qué tamaño es el cochino para calcular el tamaño del palo. Así opera la burguesía venezolana pro imperialista, cuando se trata de asestar un golpe mortal a la economía y descapitalizarla. Las empresas que estafaron a la nación, no son castigadas a pesar de que esto representa un ataque al financiamiento de las políticas sociales de la Revolución Bolivariana para provocar una crisis económica y social por la burguesía a través de sus empresas e instituciones como FEDECÁMARAS.
En el artículo titulado “El ajuste Cambiario y la Quinta Columna Ideológica,” publicado en “Aporrea” llamamos la atención en la disminución de la demanda total que produciría la devaluación, porque los empresarios, “…incrementarán los precios, por lo menos, en el porcentaje de la devaluación, en un 46,4 %. Si los salarios permanecen fijos y el incremento es trasladado a los precios, los beneficios aumentarán en detrimento de los salarios. El ingreso por concepto de sueldos y salarios se distribuirá en su mayor parte en gastos alimenticios y disminuirá la demanda hacia el resto de las mercancías. En consecuencia, disminuiría la demanda total.”
Este mecanismo condujo a la disminución del PIB como lo registró el Banco Central, con un crecimiento económico de apenas 0,7%, en el primer trimestre. Esto es el resultado de la actuación de la “Quinta Columna Ideológica.” Si no se cambian los parámetros de análisis y se sigue analizando desde la perspectiva del empresario estaremos fortaleciendo a la burguesía y dinamitando el proceso revolucionario.
1 Chairman of the Joint Chieft of Staff, Joint Publication 3 – 07, Joint Doctrine for Military Operations Other Than War. http://www.dtic.mil/doctrine/jpoperationsseriespubs.htm; Internet.
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