Clase obrera brasileña convoca a paro nacional este 22-S contra políticas neoliberales de Temer
En un comunicado difundido en Brasilia, la Central Única de los Trabajadores (CUT) indicó que el acuerdo fue tomado en una reunión realizada el 9 de septiembre en su sede en la ciudad de Sao Paulo.
12 sept- 2016 - Las seis principales centrales sindicales brasileñas convocaron a un paro nacional para el próximo 22 de septiembre, con el propósito de protestar contra las reformas neoliberales anunciadas por el gobierno golpista de Michel Temer.
En un comunicado difundido en Brasilia, la Central Única de los Trabajadores (CUT) indicó que el acuerdo fue tomado en una reunión realizada el 9 de septiembre en su sede en la ciudad de Sao Paulo.
El paro de los trabajadores brasileños, será en rechazo por las medidas neoliberales anunciadas por el gobierno golpista de Temer, en contra de las pretendidas reformas de los derechos laborales, como el aumento de la jornada de trabajo a 12 horas, además el incremento de la edad para jubilados, y contra el crecimiento del desempleo, que afecta ya a un 12 por ciento de la población.
También la clase obrera brasileña, se pronunciará contra el saqueo de los recursos públicos destinados a la educación, la salud pública y la vivienda; en defensa de la soberanía nacional y de los recursos naturales; y contra la anunciada privatización de las empresas públicas.
Además el llamado al paro de las seis principales centrales sindicales brasileñas exhorta a los movimientos populares en general y a otros sectores como intelectuales y artistas, a sumarse a la protesta, “porque necesitamos parar a Brasil para dar una demostración de los límites que el pueblo impone a ese gobierno golpista e ilegítimo”.
En el encuentro estuvieron representantes de la Central de los Trabajadores y Trabajadoras de Brasil (CTTB), Fuerza Sindical, la Unión General de los Trabajadores (UGT), la Nueva Central y de Intersindical, Central de la Clase Trabajadora.
El senado de Brasil llevó a cabo contra la presidenta constitucional Dilma Rousseff un juicio político sin que existiera un crimen de responsabilidad.
Se le acusó de emitir créditos sin la autorización del Congreso y de retrasar el pago a bancos públicos del país para financiar programas sociales, acciones que no constituyen un crimen de responsabilidad establecido en la Constitución como móvil para la destitución de un mandatario.
Es la tercera vez en la última década que la derecha consuma un golpe de Estado a través de las instituciones en América Latina. En 2009 fue contra el presidente Honduras, Manuel Zelaya, y luego, en 2012, contra el presidente paraguayo Fernando Lugo, mediante un juicio político orquestado en menos de 24 horas por el Congreso, que desde antes de iniciar la sesión tenían definida la condena.
Escuela Bolivariana del Poder Popular/Aporrea
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