En el contexto de una guerra económica cada día más asfixiante, que busca derrotar a la Revolución Bolivariana y que está afectando a todo el pueblo venezolano, las campesinas y los campesinos de la Marcha Admirable entrará este 1° de agosto a Caracas luego de recorrer más de 400 km del territorio nacional “a pata” con un claro propósito: “ser oídos y tomados en cuenta como el eslabón primordial de la cadena alimenticia del venezolano”.
Marcha Campesina Admirable recorre más de 400 kilómetros “a pata” hasta Caracas
Venezuela | 27 de julio de 2018
Desde el pasado 12 de julio, campesinos y campesinas de trasladan desde Guanare, estado Portuguesa, en los llanos occidentales del país, hacia Caracas y por iniciativa propia, para hacerse escuchar por las autoridades venezolanas.
Vienen caminando uno tras otro a orillas de carretera. Entre cantos y cuentos, con banderas y pancartas, morralitos tricolores al hombro, avanzan en fila bajo el sol.
En el contexto de una guerra económica cada día más asfixiante, que busca derrotar a la Revolución Bolivariana y que está afectando a todo el pueblo venezolano, las campesinas y los campesinos de la Marcha Admirable se han planteado recorrer más de 400 km del territorio nacional “a pata” con un claro propósito: “ser oídos y tomados en cuenta como el eslabón primordial de la cadena alimenticia del venezolano”.
“Llevamos un carácter antiimperialista, profundamente chavista y en apoyo a Nicolás Maduro” aclaran las y los protagonistas de esta iniciativa épica, cuyo nombre alude a la Campaña Admirable de 1813, a través de la cual las fuerzas independentistas venezolanas lideradas por Simón Bolívar, lograron liberar las regiones occidentales del País, en un recorrido desde la frontera con Colombia hasta la ciudad capital.
“La Marcha tiene como objetivo llegar al Palacio de Miraflores[1] y presentarle al presidente Nicolás Maduro un documento que recoge todas las problemáticas del sector campesino” aportando también “las soluciones que creemos se deban ejecutar para sacar nuestro país adelante”, sin escamotear una serie de críticas constructivas en tema de política agraria, como explica Usmary Enrique, una de las voceras de la Plataforma de Luchas Campesinas, organización convocante la marcha.
La Plataforma agrupa a campesinas y campesinos de organizaciones populares de base (colectivos, consejos campesinos y fundos zamoranos[2]) de diferentes estados del país. El documento que llevan es fruto de la construcción colectiva y responde al llamado que el mismo Presidente hizo al pueblo para el nuevo período de Gobierno.
“Una semana después de la reelección de Nicolás Maduro como Presidente el 20 de mayo, hicimos un encuentro nacional en Suruguapo[3] para debatir sobre el plan de lucha campesina y elaborar nuestras propuestas. Se acordó realizar una marcha en Caracas, a los pocos días, para reflejar nuestro apoyo político al Gobierno y entregar el documento elaborado” relata Alexander Alayo, otro integrante de la Plataforma.
“Pero las dificultades para solventar la logística del traslado hacia la capital fueron atrasando el proceso, mientras la situación en el campo venía empeorando. Así que dijimos: «nos vamos para Caracas, aunque sea a pata». Así tuvo origen la Marcha Campesina Admirable”.
La importancia no reconocida de la Agricultura Campesina
A la agricultura campesina y familiar se debe el 70 % de la producción de los alimentos que llegan a la mesa de las casas venezolanas. Su rol ha sido clave para la alimentación de todo el pueblo en este contexto de arremetida económica y financiera contra el país, cuyo sistema aún vigente de dependencia de las importaciones se ha ofrecido como talón de Aquiles a quienes buscan derrotar la experiencia bolivariana.
Sin embargo, a pesar de la importancia fundamental que juega la agricultura campesina (inclusive en la construcción de modelos productivos sustentables) las recientes políticas agrarias implementadas por el Gobierno Bolivariano no reflejan ni reconocen esta realidad, según afirman desde la Marcha.
Denuncian también como, por lo contrario, interlocutores preferenciales para las políticas agrarias han sido los representantes del agronegocio, aunque sean parte activa en esta guerra contra el pueblo venezolano y la Revolución Bolivariana[4].
La embestida del latifundio y sus cómplices
En su mayoría, las campesinas y campesinos que integran la Plataforma son protagonistas de procesos de rescates de tierras ociosas, siendo ésta una medida de democratización de las tierras impulsada por la Revolución Bolivariana a partir de la aprobación de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario (2001)[5].
La lucha contra el latifundio, impulsada a través de la Ley, ha venido suscitando reacciones violentas de parte de la oligarquía terrateniente[6] desde la aprobación de la Ley.
En los últimos dos años se ha asistido a un repunte de los ataques en contra del campesinado: amenazas, desalojos violentos, judicialización y criminalización de la lucha campesina se han dado de forma sistemática en diferentes estados del país.
La gravedad de la situación ha requerido la intervención del Presidente Maduro el pasado 9 de abril, quien llamó a actuar con fuerza contra la complicidad hacia los latifundistas por parte de algunos funcionarios del Estado, quienes, según las denuncias de la Plataforma, estarían presentes tanto en el poder judicial, como en los cuerpos de seguridad del Estado, como en las instituciones encargadas del tema.
Al mismo tiempo, Maduro ha solicitado la creación de una comisión de investigación de los hechos por parte de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), la cual ha estado recibiendo las diferentes denuncias de violación de los derechos de las comunidades campesinas y ha realizado acompañamiento en algunos de los casos más emblemáticos.
Pero la embestida no se ha detenido. Actualmente existen alrededor de 300 casos – aún impunes - de campesinos asesinados por sicarios al sueldo de los terratenientes, de los cuales los últimos hace un par de meses[7].
Una de las integrantes de la comisión especial de la ANC, la constituyente María Alejandra Díaz, así lo ha denunciado en un reciente escrito. “La red de poder real privado ha penetrado instancias y niveles institucionales para criminalizar, destruir, desalojar y reducir centros productivos de pequeños propietarios y campesinos retrogradando logros constitucionales; tecnócratas actuando como agentes de Bayer y Monsanto, criminalizan al pequeño productor desde el paradigma de la agroindustria privada y la agricultura de precisión, es una maquinaria de guerra contra la población rural productiva: geometría de la ocupación hostil y depredadora”[8].
La movilización, más allá de las luchas campesinas
Aunque la Marcha Admirable no haya sido visibilizada por los principales medios, la noticia de su proceder ha llegado a la diversidad de experiencias del pueblo chavista organizado, despertando muchísimas manifestaciones de solidaridad con las campesinas y los campesinos caminantes.
“Ha trascendido el carácter de la marcha. Nosotros pensábamos que se trataba de la problemática campesina nada más, pero nos hemos dado cuenta, al calor del pueblo, que la marcha adquirió un nuevo carácter: es por todos los venezolanos y las venezolanas, es por todo un pueblo” afirma Arbonio Ortega, otro vocero de la Plataforma.
De campesina, entonces, “la Marcha se convierte ahora en algo que integra todos los sectores. Y vamos con un solo objetivo: el fortalecimiento de la Revolución Bolivariana, el rescate del legado de nuestro Comandante Hugo Chávez y el fortalecimiento de las instituciones, desde la esencia originaria de la Revolución, en conjunto con todos los sectores”.
Desde el pasado 12 de julio, campesinos y campesinas de trasladan desde Guanare, estado Portuguesa, en los llanos occidentales del país, hacia Caracas y por iniciativa propia, para hacerse escuchar por las autoridades venezolanas.
Vienen caminando uno tras otro a orillas de carretera. Entre cantos y cuentos, con banderas y pancartas, morralitos tricolores al hombro, avanzan en fila bajo el sol.
En el contexto de una guerra económica cada día más asfixiante, que busca derrotar a la Revolución Bolivariana y que está afectando a todo el pueblo venezolano, las campesinas y los campesinos de la Marcha Admirable se han planteado recorrer más de 400 km del territorio nacional “a pata” con un claro propósito: “ser oídos y tomados en cuenta como el eslabón primordial de la cadena alimenticia del venezolano”.
“Llevamos un carácter antiimperialista, profundamente chavista y en apoyo a Nicolás Maduro” aclaran las y los protagonistas de esta iniciativa épica, cuyo nombre alude a la Campaña Admirable de 1813, a través de la cual las fuerzas independentistas venezolanas lideradas por Simón Bolívar, lograron liberar las regiones occidentales del País, en un recorrido desde la frontera con Colombia hasta la ciudad capital.
“La Marcha tiene como objetivo llegar al Palacio de Miraflores[1] y presentarle al presidente Nicolás Maduro un documento que recoge todas las problemáticas del sector campesino” aportando también “las soluciones que creemos se deban ejecutar para sacar nuestro país adelante”, sin escamotear una serie de críticas constructivas en tema de política agraria, como explica Usmary Enrique, una de las voceras de la Plataforma de Luchas Campesinas, organización convocante la marcha.
La Plataforma agrupa a campesinas y campesinos de organizaciones populares de base (colectivos, consejos campesinos y fundos zamoranos[2]) de diferentes estados del país. El documento que llevan es fruto de la construcción colectiva y responde al llamado que el mismo Presidente hizo al pueblo para el nuevo período de Gobierno.
“Una semana después de la reelección de Nicolás Maduro como Presidente el 20 de mayo, hicimos un encuentro nacional en Suruguapo[3] para debatir sobre el plan de lucha campesina y elaborar nuestras propuestas. Se acordó realizar una marcha en Caracas, a los pocos días, para reflejar nuestro apoyo político al Gobierno y entregar el documento elaborado” relata Alexander Alayo, otro integrante de la Plataforma.
“Pero las dificultades para solventar la logística del traslado hacia la capital fueron atrasando el proceso, mientras la situación en el campo venía empeorando. Así que dijimos: «nos vamos para Caracas, aunque sea a pata». Así tuvo origen la Marcha Campesina Admirable”.
La importancia no reconocida de la Agricultura Campesina
A la agricultura campesina y familiar se debe el 70 % de la producción de los alimentos que llegan a la mesa de las casas venezolanas. Su rol ha sido clave para la alimentación de todo el pueblo en este contexto de arremetida económica y financiera contra el país, cuyo sistema aún vigente de dependencia de las importaciones se ha ofrecido como talón de Aquiles a quienes buscan derrotar la experiencia bolivariana.
Sin embargo, a pesar de la importancia fundamental que juega la agricultura campesina (inclusive en la construcción de modelos productivos sustentables) las recientes políticas agrarias implementadas por el Gobierno Bolivariano no reflejan ni reconocen esta realidad, según afirman desde la Marcha.
Denuncian también como, por lo contrario, interlocutores preferenciales para las políticas agrarias han sido los representantes del agronegocio, aunque sean parte activa en esta guerra contra el pueblo venezolano y la Revolución Bolivariana[4].
La embestida del latifundio y sus cómplices
En su mayoría, las campesinas y campesinos que integran la Plataforma son protagonistas de procesos de rescates de tierras ociosas, siendo ésta una medida de democratización de las tierras impulsada por la Revolución Bolivariana a partir de la aprobación de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario (2001)[5].
La lucha contra el latifundio, impulsada a través de la Ley, ha venido suscitando reacciones violentas de parte de la oligarquía terrateniente[6] desde la aprobación de la Ley.
En los últimos dos años se ha asistido a un repunte de los ataques en contra del campesinado: amenazas, desalojos violentos, judicialización y criminalización de la lucha campesina se han dado de forma sistemática en diferentes estados del país.
La gravedad de la situación ha requerido la intervención del Presidente Maduro el pasado 9 de abril, quien llamó a actuar con fuerza contra la complicidad hacia los latifundistas por parte de algunos funcionarios del Estado, quienes, según las denuncias de la Plataforma, estarían presentes tanto en el poder judicial, como en los cuerpos de seguridad del Estado, como en las instituciones encargadas del tema.
Al mismo tiempo, Maduro ha solicitado la creación de una comisión de investigación de los hechos por parte de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), la cual ha estado recibiendo las diferentes denuncias de violación de los derechos de las comunidades campesinas y ha realizado acompañamiento en algunos de los casos más emblemáticos.
Pero la embestida no se ha detenido. Actualmente existen alrededor de 300 casos – aún impunes - de campesinos asesinados por sicarios al sueldo de los terratenientes, de los cuales los últimos hace un par de meses[7].
Una de las integrantes de la comisión especial de la ANC, la constituyente María Alejandra Díaz, así lo ha denunciado en un reciente escrito. “La red de poder real privado ha penetrado instancias y niveles institucionales para criminalizar, destruir, desalojar y reducir centros productivos de pequeños propietarios y campesinos retrogradando logros constitucionales; tecnócratas actuando como agentes de Bayer y Monsanto, criminalizan al pequeño productor desde el paradigma de la agroindustria privada y la agricultura de precisión, es una maquinaria de guerra contra la población rural productiva: geometría de la ocupación hostil y depredadora”[8].
La movilización, más allá de las luchas campesinas
Aunque la Marcha Admirable no haya sido visibilizada por los principales medios, la noticia de su proceder ha llegado a la diversidad de experiencias del pueblo chavista organizado, despertando muchísimas manifestaciones de solidaridad con las campesinas y los campesinos caminantes.
“Ha trascendido el carácter de la marcha. Nosotros pensábamos que se trataba de la problemática campesina nada más, pero nos hemos dado cuenta, al calor del pueblo, que la marcha adquirió un nuevo carácter: es por todos los venezolanos y las venezolanas, es por todo un pueblo” afirma Arbonio Ortega, otro vocero de la Plataforma.
De campesina, entonces, “la Marcha se convierte ahora en algo que integra todos los sectores. Y vamos con un solo objetivo: el fortalecimiento de la Revolución Bolivariana, el rescate del legado de nuestro Comandante Hugo Chávez y el fortalecimiento de las instituciones, desde la esencia originaria de la Revolución, en conjunto con todos los sectores”.
Marcha Campesina Admirable en Maracay, estado Aragua
Notas:
[1] El Palacio de Miraflores, en Caracas, es sede de la Presidencia de la República.
[2] Los Fundos Zamoranos son espacios nacionalizados por el Ejecutivo Nacional, con la finalidad de recuperar las tierras ociosas para distribuirlas equitativamente entre los campesinos y producir alimentos de primera necesidad para la población. Están planteados según un modelo de agricultura diversificada y sustentable.
[3] Suruguapo es una localidad del estado Portuguesa (llanos occidentales).
[4] Se trata de un hecho que ha venido advirtiendo también el integrante de la Asamblea Nacional Constituyente Julio Escalona: “los empresarios venezolanos nunca han tenido la intención por resolver los problemas del país porque no han renunciado a su posición de derrotar al Gobierno.” José Vicente HOY. Entrevista a Julio Escalona, 22/07/2018 https://www.youtube.com/watch?v=JsoUwffQrUw
[5] La Ley de Tierras es uno de los instrumentos legales fundacionales del proceso revolucionario venezolano. Uno de sus puntos de honor es la lucha contra el latifundio en cuanto “contrario al interés social”.
[6] Sus poderosos intereses económicos están ligados a la concentración de la propiedad de la tierra, más que a la producción agrícola: de hecho sus aportes en este sentido siempre han sido muy reducidos.
[7] Se trata de Jesús León y Guillermo Toledo, del rescate Palo Quemao (estado Barinas). Secuestrados y asesinados por sicario supuestamnete al servicio del terrateniente Carlos Pardi.
[8] https://www.primicias24.com/nacionales/maria-alejandra-diaz-restauracion-latifundista-opinion/
IA-AlbaTV / Escuela Bolivariana del Poder Popular
@prensa_ebpp
Notas:
[1] El Palacio de Miraflores, en Caracas, es sede de la Presidencia de la República.
[2] Los Fundos Zamoranos son espacios nacionalizados por el Ejecutivo Nacional, con la finalidad de recuperar las tierras ociosas para distribuirlas equitativamente entre los campesinos y producir alimentos de primera necesidad para la población. Están planteados según un modelo de agricultura diversificada y sustentable.
[3] Suruguapo es una localidad del estado Portuguesa (llanos occidentales).
[4] Se trata de un hecho que ha venido advirtiendo también el integrante de la Asamblea Nacional Constituyente Julio Escalona: “los empresarios venezolanos nunca han tenido la intención por resolver los problemas del país porque no han renunciado a su posición de derrotar al Gobierno.” José Vicente HOY. Entrevista a Julio Escalona, 22/07/2018 https://www.youtube.com/watch?v=JsoUwffQrUw
[5] La Ley de Tierras es uno de los instrumentos legales fundacionales del proceso revolucionario venezolano. Uno de sus puntos de honor es la lucha contra el latifundio en cuanto “contrario al interés social”.
[6] Sus poderosos intereses económicos están ligados a la concentración de la propiedad de la tierra, más que a la producción agrícola: de hecho sus aportes en este sentido siempre han sido muy reducidos.
[7] Se trata de Jesús León y Guillermo Toledo, del rescate Palo Quemao (estado Barinas). Secuestrados y asesinados por sicario supuestamnete al servicio del terrateniente Carlos Pardi.
[8] https://www.primicias24.com/nacionales/maria-alejandra-diaz-restauracion-latifundista-opinion/
IA-AlbaTV / Escuela Bolivariana del Poder Popular
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