El peligro de ocurrir un nuevo terremoto persiste hoy en Guatemala tras el de 7,2 grados en la escala de Richter registrado hace dos días, considera el director del Instituto de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología, Eddy Sánchez. "La liberación de energía es lenta y puede ser el indicio de que haya un silencio sísmico que puede ser el preludio de otro temblor significativo", afirmó Sánchez, citado por el diario local Siglo 21.
Desde el momento del evento sísmico a las 10:35 hora local (16:35 GMT) del miércoles hasta las 06:00 (12:00) del jueves se produjeron 68 réplicas, pero a partir de ese instante hasta las 17:00 (23:00) de ayer sólo ocurrieron otras cuatro de baja magnitud e intensidad.Esta poca liberación de energía, explicó, podría provocar el desplazamiento de una placa sobre la otra, que se estacione, se vuelva fijo y posteriormente, por el empuje, haya una gran expulsión de energía, de acuerdo con Sánchez.
Asimismo, aclaró que un fenómeno de esa naturaleza no puede predecirse bajo ninguna circunstancia.
Según datos preliminares ofrecidos por el presidente Otto Pérez Molina, un millón 249 mil 781 individuos resultaron afectados de una u otra manera luego del movimiento telúrico, el segundo más intenso después del devastador de 1976.
Guatemala cuenta con 60 millones de dólares provenientes de préstamos internacionales para mitigar las afectaciones ante la emergencia, aseveró Pérez Molina.
Durante una conferencia de prensa anoche, el gobernante agregó que algunos ministerios tienen fondos propios para enfrentar la reconstrucción.
Indicó que este viernes comienzan a hacer el levantamiento casa por casa de las zonas impactadas para cuantificar los daños materiales.
Alejandro Maldonado, secretario ejecutivo de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, anunció la entrega a damnificados de 152 toneladas de ayuda humanitaria con productos de aseo personal, alimentos imperecederos y agua potable.
Guatemala decretó tres días de duelo nacional por las víctimas mortales que preliminarmente suman 52, mientras 22 personas permanecen desaparecidas.
También el Gobierno declaró el estado de calamidad para San Marcos, Quetzaltenango, Quiché, Huehuetenango, Retalhuleu, Sololá y Totonicapán, los siete departamentos más afectados por la potente sacudida.
Esa medida, con 30 días de vigencia en los mencionados territorios, se aplica para evitar o reducir posibles perjuicios ante cualquier emergencia, señala el artículo 15 de la Ley de Orden Público.
PrensaLatina/Escuela Bolivariana del Poder Popular
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