La solidaridad, la tristeza y el descontento se unen en esta ciudad del estado brasileño de Rio Grande do Sul, donde persiste en dolor por las víctimas del incendio en una discoteca.
Pasados cuatro días desde que ocurrió esta tragedia, que dejó 235 muertos y 143 heridos, la ciudad de Santa Maria trata de retomar su ritmo, pero la tristeza se exterioriza en sus ciudadanos, pues sigue perenne el recuerdo por las perdida de un hijo, un familiar o un conocido en ese siniestro.
Con 270 mil habitantes, este territorio tiene las características de una localidad en la cual la mayoría se conoce, y en el fuego en la discoteca murieron muchos residentes de aquí, destacó afligido el comerciante Cesar Bonilha.
La presencia asimismo de familiares de los heridos que están internados en los hospitales de la Caridad y Universitario de esta ciudad despierta solidaridad y a cada rato aparece una o dos personas con agua y hasta con un refrigerio para los desconsolados padres y amigos de los lesionados.
En Santa Maria hay 85 ingresados, de los cuales 25 están con ventilación mecánica. Otros 57 se encuentran en clínicas de Porto Alegre, la capital de Rio Grande do Sul, mientras el resto se encuentra en centros médicos Canoas, en la región metropolitana.
El Ministerio de Salud preparó a un equipo de psicólogos que presta asistencia a los parientes de los víctimas, así como un grupo de fisioterapeutas trabaja con los afectados por la inhalación de humo durante el incendio del domingo último en el centro nocturno
En este contexto, crece el desespero entre los jóvenes sobrevivientes y sus compañeros de la Universidad federal de Santa Maria y de otros centros de estudios de esta localidad porque se determinen los responsables de siniestro.
Protestas y mítines se registran en los últimos tres días, en las cuales estudiantes reclaman justicia y que los culpables de este trágico hecho no queden impunes.
En la parte superior de la fachada de la discoteca fue pintado un cartel, en el que se solicita Justicia Ya; una manera de presionar a las entidades públicas que realizan las investigaciones.
Las pesquisas revelan que hubo irresponsabilidad por parte de las autoridades municipales en este siniestro, pues no se detectaron a tiempo irregularidades y violaciones de seguridad que propiciaron el incendio y un elevado número de víctimas, según el Ministerio Público.
Hasta el momento están detenidas cuatro personas, los dos dueños del centro nocturno y dos integrantes de la banda que actuaba cuando comenzó el fuego, y se desconoce cuando concluirán las indagaciones.
PL/Escuela Bolivariana del Poder Popular
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