La cita se desarrolla en la Isla de Margarita. Para los países participantes la muerte del celuloide y la migración a la tecnología digital supone un reto de corto plazo.
Directores, productores, actores, investigadores, profesionales y especialistas de la industria cinematográfica se han dado cita esta última semana cita en la V edición del Festival Latinoamericano y del Caribe que se realiza en la Isla de Margarita, estado Nueva Esparta, desde el 25 de octubre hasta este jueves primero de noviembre.
El encuentro incluye la exhibición de las 73 producciones latinoamericanas seleccionadas entre más de 200 postuladas, 103 videos provenientes del Festival Nacional Comunitario, realizados por las comunidades, y otros 24 de la autoría de niños venezolanos. Todas compiten en distintas categorías por "El Pelícano", la estatuilla del Festival, y los premios en metálico previstos para cada renglón.
La responsabilidad de hacer esta selección y la entera organización del evento fue asumida por los equipos de trabajo que conforman la Plataforma de Cine y Medios Audiovisuales del Ministerio para la Cultura y la Distribuidora Nacional de Cine Amazonia Films, quienes además han participado activamente en foros, charlas y talleres, generando diversos debates en torno a los retos de la cinematografía "nuestro-americana" de hoy.
Gracias a las políticas de inversión del Gobierno Bolivariano para la creación audiovisual, la fundación de la Villa del Cine y el apoyo irrestricto a la producción nacional independiente, entre otras acciones, podemos disfrutar de alrededor de un centenar de producciones anuales venezolanas, material que es base fundamental de este Festival, además de las que traen invitados especiales de países como Colombia, Perú, Cuba, Costa Rica, Argentina, Bolivia, Guatemala y Chile.
La premisa revolucionaria de la unidad entre pueblos de Latinoamérica y del Caribe ha prevalecido también en estos espacios para seguir fortaleciendo una alianza necesaria reivindicativa de la visión local, la identidad, las tradiciones, y el regionalismo, frente al consumo mundial evidente que promueven las producciones norteamericanas del séptimo arte.
Esta visión ha sido el marco de ésta y las ediciones anteriores desde 2007, ya que se plantea la necesidad de que el acercamiento que se ha dado entre nuestros pueblos a través de organismos como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (Alba), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), y el Mercado Común del Sur (Mercosur), no sólo sea político y económico sino también traspase hacia lo cultural.
El director del Festival y de la distribuidora venezolana Amazonia Films, Víctor Luckert, expresa que "desde el lugar en que nos encontramos, como responsables de instituciones del audiovisual en Venezuela, tenemos una tarea importante: generar el debate sobre el tema y actuar para que se propicie este encuentro cultural", porque sólo como bloque podemos salir adelante.
Diversos documentos continúan generándose a partir de la cooperación y las construcciones colectivas que se dan en los talleres para elevar a otras instancias la Conferencia de Autoridades Cinematográficas de América Latina, CACI, CELAC, y la UNASUR, propuestas como por ejemplo, la creación de nuevos canales latinoamericanos dedicados al género de ficción y al documental, tomando como base la experiencia de Telesur, así como los análisis acerca de los desafíos que asumen los países de América Latina y el Caribe ante la incorporación del cine y la televisión digital.
Este último tema ha relucido en el Festival entre otros temas de interés. El desuso mundial de este material, el celuloide, herramienta que tiene más de 140 años de historia, y la migración hacia la tecnología digital es un paso que se está dando avasallantemente.
Los índices de transferencia que se ha dado en Norteamérica (74,3%), Asia (72%), India y Oceanía (69,3%), Europa con el 65,5 % y Suramérica (33%), sustentan la previsión de en 2013 las salas de cine venezolanas serán digitales.
José Antonio Varela, integrante de la Comisión Nacional Presidencial para la Televisión Digital Terrestre (TDT) y presidente de la Villa del Cine, indicó que en nuestro país están dadas las condiciones y se ha venido avanzando ese sentido gracias al apoyo significativo de los Fondos de Responsabilidad Social, así como el Promoción y Financiamiento del Cine (FONPROCINE), así como de los convenios con Argentina.
Varela fue ponente acerca los avances venezolanos en materia de digitalización, y destacó los beneficios que conlleva la migración en cuanto a la calidad de la imagen, ampliación del espectro radioeléctrico, movilidad e interactividad.
Los contenidos de las producciones audiovisuales para niñas, niños y adolescentes especialmente, han sido también tema de discusión ya que no existe en el continente una política formativa organizada con contenidos alternativos a los que plantea el sistema hegemónico capitalista, salvo la experiencia que se da en Cuba. Los organizadores afirman que es una deuda que sigue pendiente.
Sin embargo, niñas y niños entre 7 y 12 años participaron como realizadores en otra edición del concurso "Mis Primeros Piececitos", con la muestra de cortos acerca de tradiciones o costumbres de su región; y se incorporó en el Festival el renglón "Cortometraje o mediometraje de Animación Latinoamericano y Caribeño".
En días pasados, Luckert reivindicó la participación de las comunidades, del pueblo organizado, en el Festival como un valor agregado: "estamos en un proceso revolucionario en el que la participación del pueblo es importante, y nos abrimos hacia ese espacio". De ahí que el cine y video comunitario sea otra de las categorías incorporada Festival.
A simple vista lo que va del encuentro de este año ha sido gratificante en todo sentido, no sólo por la exposición de todo el material audiovisual latinoamericano que de por sí es muy valioso, porque supone el trabajo de muchos creativos sintetizado en apenas algunos minutos, sino la nueva sistematización de propuestas integradoras culturales de la región, la cooperación frente al reto migratorio digital, así como el incentivo a las comunidades en la producción de audiovisuales que sean reflejo de ellas mismas.
LaIguanaTv/Escuela Bolivariana del Poder Popular
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