Venezuela logró salir airosa de los embates de la crisis económica mundial que interrumpió por dos años, los de 2009 y 2010, los 22 trimestres consecutivos de crecimiento que había registrado el país. Una vez superado ese período de recesión, la nación ha retomado la senda de la expansión y los resultados de 2012 permiten vaticinar una nueva etapa de crecimiento prolongado.
Al cierre de 2011, el país tuvo un crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) de 4,2%, que continuó en 2012 con un ascenso de 5,5%, superior al 5% previsto. La meta de expansión para este año es de 6%, un objetivo en el cual el sector construcción es un factor determinante.
En 2010, cuando el PIB nacional retrocedió -1,4%, la construcción experimentó un decrecimiento de 7%. Al año siguiente, cuando el país deja atrás la recesión, la construcción también revirtió esa cifra negativa para crecer 4,8%, luego del lanzamiento de la Gran Misión Vivienda Venezuela.
En 2012, la consolidación de la Misión Vivienda fue un motor importante para el crecimiento del PIB. De esta manera, la construcción experimentó un meteórico ascenso de 16,8%. El resultado: un PIB que subió 5,5% y al que la construcción aportó 1,2 puntos porcentuales, de acuerdo a las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV).
"Se venía de una caída y ahora todos los factores están en su máximo dinamismo", dijo el presidente del BCV, Nelson Merentes, durante la presentación del informe macroeconómico a finales de diciembre de 2012.
El principal objetivo de la GMVV es saldar el déficit habitacional del país, heredado de gobiernos anteriores y que ronda los 2,7 millones de viviendas.
Lanzada en abril de 2011 por el presidente Hugo Chávez, la GMVV cumplió con 99% de su objetivo de construir 350.000 casas en veinte meses, al edificar 346.700 viviendas, de las cuales 200.080 se levantaron en 2012, superando la meta de 200.000 que estaba prevista para el año pasado.
Estos resultados de construcción permiten plantear un objetivo mucho mayor para este año: 380.000 nuevas casas para las familias venezolanas.
Un plan único
La GMVV es una política promovida por el Gobierno del presidente Chávez, quien decidió asumir como un asunto de Estado el déficit habitacional acumulado en un país donde gran parte de la población, durante décadas, debió construir sobre terrenos inestables, pues la posibilidad de adquirir una casa segura les estaba vetada.
Intensas lluvias a finales de 2010 llevaron a casi 29.000 familias a refugios porque sus precarios techos no soportaron el embate de la naturaleza. Ellos son prioridad de la Misión.
La meta es cubrir el histórico déficit de viviendas en el país para que en 2019 no haya familias sin casa. Esto se traduce en la construcción 2.750.000 viviendas en el período 2013-2019, ha informado el ministro de Vivienda, Ricardo Molina.
Chávez convocó a todos los sectores del país para llevar adelante este plan: empresarios, banca y, en particular, el pueblo organizado, que, con la asistencia técnica del Gobierno, ha ejecutado 135.385 de las viviendas levantadas hasta ahora.
Los privados han construido 96.261 casas y el resto corresponden a los entes del Gobierno. También participan varios países como China y Bielorrusia, a través de los convenios internacionales suscritos por Venezuela.
Hasta ahora, el programa ha implicado una inversión de 80.000 millones de bolívares, parte importante de ella a través de la cartera hipotecaria de la banca.
Adicionalmente, el Gobierno ha adquirido maquinarias y equipos de construcción para impulsar los proyectos y garantiza los insumos y materiales a través de centros de acopio dispuestos en cada región del país.
Además, se han diseñado esquemas para asegurar el financiamiento de la banca pública y privada a desarrollos habitacionales y los préstamos a largo plazo a los venezolanos para la adquisición de vivienda, así como un esquema de subsidios y tasas preferenciales para los grupos familiares de menores ingresos.
En Estados Unidos, el Gobierno no construye ni promueve la construcción de viviendas, indicó Juan Carlos Rodríguez, arquitecto, profesor universitario e integrante del Movimiento de Pobladores. "Lo que hace es apoyar el negocio inmobiliario, a través de un sistema de crédito hipotecario", explicó.
Un sistema impulsado por el expresidente norteamericano George W. Bush, hace cinco años, promovió préstamos para viviendas, con tasas de interés variables y facilidades extraordinarias de acceso a crédito para personas que tradicionalmente no reunían las condiciones para ello. Poco después, las tasas de interés fueron elevadas exponencialmente. Esa fue la raíz del estallido de la burbuja especulativa financiera hace cuatro años, que desató la crisis económica mundial y dejó, sólo en 2010, a una de cada 78 familias norteamericanas sin hogar, según cifras de RealtyTrac.
Recientemente, el Departamento de Comercio anunció un aumento de 12,1% en la construcción de casas para llegar a un ritmo anual de 954.000 unidades, el más alto desde junio de 2008, como una muestra de que el país norteamericano está "saliendo de la crisis". Para Rodríguez, esto se explica porque "el negocio inmobiliario sigue siendo un negocio rentable, pero el que construye es el sector privado".
"El Gobierno desregula a favor de la especulación, de las mafias financieras internacionales. El poder real de facto en Estados Unidos lo tiene la banca. El sector financiero es el que pone las condiciones para su negocio. Al final, el Gobierno no tiene ninguna política para confrontar eso", añadió.
En el caso de Europa, explicó el especialista que la política de Estado de bienestar aplicada tras la Segunda Guerra Mundial daba una una participación más activa a los gobiernos en la promoción de viviendas de interés social, en alquiler o con ventas preferenciales.
"Pero esa intervención del Estado en la política de vivienda ha ido en proceso regresivo. Ahora es una política neoliberal, el Gobierno interviene pero a favor de la gran propiedad inmobiliaria", indicó el experto. "La política actual es desregular el mercado".
En España, la crisis económica se mantiene en su máxima expresión y el comportamiento del sector construcción es un reflejo de eso. Al tiempo que se estima que el PIB cayó 1,3% en 2012, un estudio de la compañía de gestión integral del riesgo comercial Cesce precisó que la edificación residencial continúa paralizada por la gran cantidad de viviendas sin vender, estimada entre 800.000 y 850.000 inmuebles.
El grupo de análisis Euroconstruct ha indicado que la caída de la producción en la construcción ha sido de 80% desde 2007 y que 2012 ha sido el peor de todos, con un descenso de 31%.
Al mismo tiempo, el alto desempleo ha llevado a que las familias no puedan pagar sus hipotecas y estén expuestas a desalojos de sus hogares. Se calcula que desde hace cinco años, unas 400.000 familias han perdido sus viviendas por esta situación, mientras que las estadísticas estiman que 34% de los suicidios en esa nación son por causa de los desahucios, considerados como asesinatos perpetrados por la banca.
El Gobierno español de Mariano Rajoy anunció que a partir del primer trimestre de este año aplicará un nuevo Plan Estatal de Vivienda que no incluye la construcción ni adjudicación de casas para quienes lo necesiten, sino un programa dirigido a ayudas al alquiler en función de la renta y a la rehabilitación de edificios, viviendas y barrios.
Latinoamérica vira a lo social
Con sus variaciones y particularidades, a diferencia de Estados Unidos y Europa, los gobiernos latinoamericanos han optado por políticas habitacionales que ponen énfasis en la necesidad de vivienda de los más necesitados.
En Brasil, el Gobierno de Dilma Rousseff ha dado continuidad al plan Mi Casa, Mi Vida, de su antecesor, Luiz Inacio Lula Da Silva. Ya se han entregado un millón de viviendas y la meta es alcanzar los 3,4 millones para 2014.
Conscientes de la importancia de la construcción en la economía, y ante la previsión de que en 2012 Brasil sólo creció 1,27%, el Gobierno de Rousseff anunció medidas para estimular al sector con la reducción impositiva y facilidades de acceso a capital.
Además, la mandataria brasilera señaló recientemente que la construcción de un millón de casas ya ha sido encargada.
Su colega argentina, Cristina Fernández, lanzó a mediados de 2012 el Programa de Crédito Argentino del Bicentenario para la vivienda única. El plan contempla el otorgamiento de créditos con condiciones ventajosas para la construcción de 100.000 hogares entre 2012 y 2013.
El Estado argentino puso terrenos a disposición de los solicitantes, quienes obtienen los créditos mediante un sorteo. Las personas también pueden tener sus predios para construir, pero el Estado también da acceso a un lote de tierras nacionales.
El viceministro de Economía, Áxel Kicillof, dijo que se trata de un "un ataque frontal al déficit de vivienda que se viene arrastrando desde la época del neoliberalismo". Desde 2003, en Argentina se ha incrementado 60% la inversión en vivienda.
En Colombia, en abril de 2012, Santos anunció un nuevo programa para entregar 100.000 viviendas totalmente gratuitas a "los más pobres de los pobres" en dos años.
El esfuerzo en materia de vivienda viene en un momento en que se estima que el país vecino creció durante 2012 menos de 4%, mientras que el PIB de la construcción bajó 12,3% en el tercer trimestre.
AVN/Escuela Bolivariana del Poder Popular
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