“Éstos son mandados por el Gobierno”, acusó tendenciosamente Aveledo en pleno acto, lo que generó que numerosos disociados y henchidos de odio comenzaran a ubicar a los comunicadores del SNMP.
Las brutales agresiones que sufrieron los integrantes del equipo de reporteros del Sistema Nacional de Medios Públicos (SNMP) tienen como autores materiales a muchos asistentes a la encerrona en la cancha de basket que realizó la oposición: a los escoltas de Antonio Ledezma, así como a los integrantes de la organización neonazi presente en el bochornoso acto.
La golpiza recibida por los comunicadores ha tenido su más elocuente expresión de odio en la humanidad del camarógrafo Carlos Chacón, quien sufrió politraumatismos, fractura de clavícula y convulsiones a causa de la contusión cerebral que le han ocasionado.
Pero esas fuerzas de ataque tuvieron un estimulador y mentor intelectual al calor de los propios acontecimientos: el dirigente de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, quien aupó las agresiones con todo un universo discursivo cargado de odio. El dirigente venido a menos de la oposición deberá asumir su responsabilidad ante el país y sus instituciones por emitir mensajes que claramente apadrinaron intencionalmente las salvajes agresiones sufridas por los trabajadores de la comunicación.
“Éstos son mandados por el Gobierno”, acusó tendenciosamente Aveledo en pleno acto, lo que generó que numerosos disociados y henchidos de odio comenzaran a ubicar a los comunicadores del SNMP. Por ello, “fue culpa de Ramón Guillermo Aveledo que se inició la agresión”, informó Jeisson Rausseo, integrante del equipo Ola Bolivariana.
“El discurso de Ramón Guillermo Aveledo incitaba a la violencia, no solamente fuimos agredidos los trabajadores de VTV, también del Correo del Orinoco, porque identificaron a cada uno de los trabajadores del Sistema Nacional de Medios Públicos (SNMP), y luego comenzaron a hacer una especie de cacería de brujas”, manifestó uno de los periodistas asistentes, Pedro Carvajalino.
Rausseo agregó también que “recibimos agresiones con golpes, patadas, incluso las barricadas metálicas que se usan para seguridad nos las lanzaron encima. A mí me lanzaron una de ellas por la espalda, a uno de los productores de Zurda Konducta también. Pedro Carvajalino tiene una herida en un dedo y en el antebrazo”.
La imposibilidad de emitir un discurso claro y un proyecto nacional aceptado, la desmoralización generalizada de su cúpula y seguidores, las incitaciones a la violencia por parte de su dirigencia materializada en las acciones de sus acólitos más belicosos y la incapacidad de movilización son sólo algunas de las consecuencias que se resumieron este 23 de enero por parte de los sectores opositores de nuestro país.
LaIguanaTv/Escuela Bolivariana del Poder Popular
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