En su empeño por ejercer un papel rector en la tarea imposible de convertir a sus mercenarios en un movimiento creíble de oposición interna, la SINA canaliza fondos del presupuesto gubernamental norteamericano para alimentar el negocio de la subversión interna, subraya una declaración oficial.
La SINA ha llegado al extremo de asumir tareas de capacitación, estableciendo dentro de su sede locales y centros ilegales de Internet para proveer entrenamiento e impartir cursos a personas, agrega la nota de la cancillería cubana.
Añade que el objetivo de Washington es que estos individuos actúen contra los intereses del Estado cubano, en violación flagrante de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, de las leyes cubanas y del propio acuerdo que dio origen al establecimiento de la Sección de Intereses.
Estados Unidos tiene entre sus propósitos fundamentales fabricar un movimiento de oposición al gobierno legítimo de Cuba y fomentar la desestabilización interna para provocar un "cambio de régimen" en nuestro país, apunta la declaración ministerial.
Durante los últimos años, la SINA ha continuado realizando actividades ilegales, que nada tienen que ver con las funciones de una misión diplomática y que consisten en entrenar, financiar y abastecer con medios y tecnologías a sus mercenarios en Cuba, remarca el comentario publicado hoy en el diario Granma.
"Diplomáticos de esa oficina incitan permanentemente a estas personas, que responden a los intereses del Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba a cambio de una buena retribución monetaria, a protagonizar acciones provocadoras (...) y actuar contra el orden constitucional cubano", añade.
En Cuba, como en muchos países, -apunta el comunicado- se requiere del consentimiento del Estado cubano y de la aprobación del Ministerio de Educación Superior para poder impartir programas docentes o cursos.
También se necesita la autorización y una licencia de operación del Ministerio de Informática y Comunicaciones para ofrecer servicios de Internet. La SINA no cuenta con ningún permiso para dar estas prestaciones, que realiza sin la anuencia de las autoridades cubanas, por lo que son ilegales, reitera la declaración.
Resulta inaceptable y cínico que este tipo de programas que promueve la SINA sean desarrollados por el país que sostiene una política de hostilidad y bloqueo dirigida a destruir a la Revolución, y que restringe el libre intercambio educacional, cultural, académico, científico y deportivo entre los dos países, señala la declaración.
Estas acciones subversivas, unidas al recrudecimiento del bloqueo económico demuestran que el actual Gobierno de los Estados Unidos no tiene la voluntad real de dejar atrás las peores políticas y prácticas de la Guerra Fría y no desiste de sus intentos por tratar de someter a nuestra nación a su dictado, reafirma.
El Ministerio de Relaciones Exteriores denuncia las actividades ilegales y provocadoras de la Sección de Intereses de Estados Unidos y demanda el cese de su incitación permanente a la realización de acciones dirigidas a subvertir el orden constitucional que el pueblo cubano ha elegido soberanamente, recalca el informe.
"El Ministerio de Relaciones Exteriores ratifica que Cuba no cederá terreno a la injerencia y que utilizará todos los mecanismos legales a su alcance para defender la soberanía conquistada y hacer valer el respeto al pueblo cubano y a las leyes del país", concluye la declaración oficial.
PrensaLatina/Escuela Bolivariana del Poder Popular
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