La agenda del Comando Sur contra Venezuela / Al descubierto (Parte I)

El Correo del Orinoco presenta un acucioso trabajo de investigación realizado por la Misión Verdad, donde se desmenuza las acciones y estrategias que preceden el inicio de la segunda etapa de la Operación Venezuela Freedom



Misión Verdad tuvo acceso a un papel de trabajo del Comando Sur bajo el título “Operación Venezuela Freedom-2″ firmado por el almirante Kurt Tidd, su actual jefe, fechado el 25 de febrero de 2016. Si bien otras personas, como Carlos Lanz, han adelantado aspectos, aquí le reseñamos lo que vimos, a detalle, favoreciendo la comprensión general.

Dato: Queda claro que no se contempla, en realidad, ninguna “salida electoral” contra el gobierno de Nicolás Maduro. La salida, de concretarse, sería violenta.
CUANDO TODO TIENE SENTIDO

El Comando Sur, como brazo armado de las corporaciones en la región, no puede andar perdiendo el tiempo. El apuro se hace cada vez más evidente y el velo entre el terreno de lo real y concreto con lo planificado disminuye en su brecha narrativa, es decir, en el intento mediático de ocultar lo que es un bien orquestado plan que actualmente se encuentra no solo en desarrollo, sino en plena aceleración.

En esto consiste la segunda fase de la operación “Venezuela Freedom” (Libertad Venezuela), de acuerdo al documento que logró revisar Misión Verdad. Y habla de una segunda fase puesto que la primera, desarrollada por el predecesor de Tidd, el general John Kelly, “ha sido confirmada por los últimos acontecimientos”.

Para ello, el documento se basa en la (seminal) intervención de Kelly ante el Comité Senatorial de los Servicios Armados del Congreso de los Estados Unidos, el 12 de marzo de 2015 y que fue oportunamente reseñado por esta tribuna. A saber, la intervención se centró en la crisis humanitaria en ciernes “debido a la rampante violencia, la delincuencia y la pobreza, la inflación galopante, la grave escasez de alimentos, medicinas y electricidad”.

Como sabemos, el pronóstico de “crisis humanitaria” y sus alrededores fue el eje central de la campaña de la MUD.

En tal sentido, señala el jefe del Comando Sur que “la derrota en las elecciones y la descomposición interna del régimen populista y anti-norteamericano recoge el impacto exitoso de nuestras políticas impulsadas con fuerzas aliadas en la región en la fase 1 de esta operación, entre las que destacan:

  1. Poner en evidencia el carácter autoritario y violador de los derechos humanos del gobierno de Maduro.
  2. Empleo del mecanismo de la Orden Ejecutiva como parte de una estrategia que puede justificar el desarrollo de nuestra política, teniendo como justificativo legal la Constitución y las leyes de Estados Unidos de América…
  3. Aislamiento internacional y descalificación como sistema democrático, ya que no respeta la autonomía y la separación de poderes.
  4. Generación de un clima propicio para la aplicación de la Carta Democrática de la OEA.
  5. Colocar en la agenda la premisa de la crisis humanitaria que permita una intervención con apoyo de organismos multilaterales, incluyendo la ONU”. (subrayado nuestro, en negrillas, en adelante).

El documento da testimonio de que sí existe una guerra declarada abiertamente.

Para Tidd, “a pesar de las rivalidades y desunión en sus filas, ya que se mueven en su seno diferentes intereses y puntos de vista”, la MUD y sus alrededores han “aprovechado las circunstancias para crecer”. 

Pero semejante “cortesía” del discurso revela, a contraluz, que poco significó tal unión, puesto que, dice a renglón seguido el almirante: “Nuestra intervención oportuna ha permitido delinear un camino para una salida rápida del régimen”. Algo que evidentemente va más allá del atajaperros político de la MUD. 

“Si bien se está enarbolando el camino pacífico, legal y electoral, ha crecido la convicción de que es necesario presionar con movilizaciones de calle, buscando fijar y paralizar a importantes contingentes militares que tendrán que ser dedicados a mantener el orden interno y seguridad del gobierno, situación que se hará insostenible en la medida en que se desaten múltiples conflictos y presiones de todo tipo”, remata Tidd en su diagnóstico. 

Es sobre esa base que la nueva dirección del Comando Sur, en voz y firma de su nuevo jefe, examina “un conjunto de recomendaciones, para la segunda fase, efectiva de nuestra intervención en Venezuela”.

“CERCO Y ASFIXIA” 

La operación se concibe para ser ejecutada por los Componentes Operacionales del Comando compuesto por el Comando de Operaciones Especiales, la Fuerza Conjunta Bravo y la Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial Sur (inteligencia), “concebida como una operación de amplio espectro, conjunta y combinada dentro del área de responsabilidad, priorizando los conceptos estratégicos: fuerza decisiva, proyección de poder, presencia en ultramar y agilidad estratégica”.

Estos últimos conceptos contemplados generosamente dentro de la Doctrina de Espectro Completo del Pentágono recogido en el documento Joint Vision 2020, elaborado por la Dirección de Políticas y Planes Estratégicos del Ejército de los EEUU en junio de 2000 y que es, en sí mismo, la matriz doctrinaria de todos los manuales y proyectos de Guerra No Convencional desarrollados hasta hoy en día.

En tal sentido, la recursividad de la guerra contra Venezuela es demostradamente asimétrica, empleando (volviendo a Tidd) “recursos diplomáticos, de información, militares, económicos, financieros, de inteligencia y jurídicos”.

Bien lejos quedan los ejércitos de tropas regulares, los tanques, los drones y los misiles. Y demasiado cerca los actores no-estatales, los derechos humanos militarizados de acuerdo a la agenda de la globalización neoliberal, los cómplices mediáticos, los operadores empresariales y los intermediarios políticos con sus respectivos lobbys y escritorios jurídicos.

John Kelly, Predecesor de Tidd
GUERRA NO CONVENCIONAL

La Guerra No Convencional, tutelada por el Comando Sur, nos respira el cuello. En tal sentido es que van las 12 “recomendaciones” de la nueva gestión del Comando, desagregadas “en acciones específicas”. Ellas son:

“Con los factores políticos de la MUD hemos venido acordando una agenda común, que incluye un escenario abrupto que puede combinar acciones callejeras y el empleo dosificado de la violencia armada”. Sostiene Tidd que “el referéndum o la enmienda” se impulsa mientras se ampara legitimidad a partir de los artículos 333 y 350 de la Constitución. Donde, además, ofrece la siguiente joya de pasaje: “Es indispensable destacar que la responsabilidad en la elaboración, planeación y ejecución parcial (sobre todo en esta fase-2) de la Operación Venezuela Freedom-2 en los actuales momentos descansa en nuestro comando, pero el impulso de los conflictos y la generación de los diferentes escenarios es tarea de las fuerzas aliadas de la MUD involucradas en el Plan, por eso nosotros no asumiremos el costo de una intervención armada en Venezuela , si no que emplearemos los diversos recursos y medios para que la oposición pueda llevar adelante las políticas para salir de Maduro”.

“Bajo un enfoque de ‘cerco y asfixia’, también hemos acordado con los socios más cercanos de la MUD, utilizar la Asamblea Nacional como tenaza para obstruir al gobierno: convocar eventos y movilizaciones, interpelar a los gobernantes, negar créditos, derogar leyes”
.

Kurt Tidd, actual jefe del Comando Sur
“…en el plano político interno hay que insistir en el gobierno de transición y las medidas a tomar después de la caída del régimen, incluyendo la conformación de un gabinete de emergencia, donde puedan incluirse sectores empresariales, jerarquía eclesial, sindicatos, ONGs, universidades.

“Para arribar a esta fase terminal, se contempla impulsar un plan de acción de corto plazo (6 meses con un cierre de la segunda fase hacia julio-agosto de 2016), como señalamos, hemos propuestos en estos momentos aplicar las tenazas para asfixiar y paralizar, impidiendo que las fuerzas chavistas se pueden recomponer y reagruparse”. Además, como dice más adelante de “insistir en debilitar doctrinariamente a Maduro, colocando su filiación castrista y comunista (dependencia de los cubanos) como eje propagandístico, opuesta a la libertad y la democracia, contraria a la propiedad privada y al libre mercado. También doctrinariamente, hay que responsabilizar al Estado y su política contralora como causal del estancamiento económico, la inflación y la escasez”.

“Por esto”, continúa en el siguiente punto, “particular importancia tiene la explotación de los temas como la escasez de agua, de alimentos y de electricidad, teniendo este último aspecto un carácter grave para el gobierno, ya que la sequía ha generado una amenaza de colapso de los embalses y debemos prepararnos para explotarlo al máximo desde el punto de vista político, reforzando la matriz mediática que ubica la crisis eléctrica como responsabilidad exclusiva de Maduro”.

“Especial interés adquiere en las actuales circunstancias, posicionar la matriz de que Venezuela entra en una etapa de CRISIS HUMANITARIA por falta de alimentos, agua y medicamentos, hay que continuar con el manejo del escenario donde Venezuela está ‘cerca del colapso y de implosionar’ demandando de la comunidad internacional una intervención humanitaria para mantener la paz y salvar vidas”.

CO-Misión Verdad / Escuela Bolivariana del Poder Popular
@prensa_ebpp