ACUERDO NACIONAL PARA LA PAZ CON DEMOCRACIA

Frente a la violencia y la guerra, la salida es 
la democracia para la paz

PROPUESTA PARA EL DEBATE

Quienes suscribimos esta convocatorias somos organizaciones populares, colectivos, gremios, movimientos sociales, de trabajadores, campesinos, de consejos comunales, comunas, cultores y cultoras, todas y todos revolucionarios y chavistas, reconocemos la legalidad del orden constitucional, de sus poderes incluyendo la presidencia de la república ejercida por el presidente Nicolás Maduro Moros.#DebatesParaAvanzar

 
Frente a la grave situación que vive el país, de la misma manera debemos señalar, una importante crisis de legitimidad de todos los poderes públicos verificable en buena parte de la población, que no reconoce en las ejecutorias de gobierno salidas eficientes para enfrentar, 1.- los males que han producido la llamada guerra económica y los actuales ataques en desarrollo, las sanciones y bloqueos de potencias extranjeras, 2.- la persistencia de las distorsiones de la corrupción, el burocratismo e incapacidad en la gestión pública, aumentan las condiciones y niveles de afectación de los elementos externos y constituyen factores internos que obstaculizan las políticas en procura del bienestar de la población.

En medio de estos dos elementos tenemos una población golpeada que sufre cotidianamente y desesperanzada, porque al parecer el juego esta trancado, el presidente de la república ha convocado insistentemente al dialogo y los sectores más radicales de la oposición lo escamotean porque apuestan y trabajan en la salida violenta.

Hay que destrancar el juego, Llegó la hora que el pueblo venezolano invoque su voluntad democrática, asuma el dialogo para presionar y si es necesario desplazar a la dirigencia política que se niega a construir acuerdos para la paz en democracia, no queremos acuerdos de elites que excluyan al pueblo, el dialogo y los acuerdos son con el pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Debemos movilizarnos para alcanzar un gran acuerdo nacional contra la guerra y a favor del bienestar económico y social de la población, que ayude a resolver las calamidades que vivimos los venezolanos y venezolanas, cada quien desde su postura ideológica tendrá una propuesta, un proyecto de país, y habrá elementos excluyentes, pero de las diferencia también se nutre la democracia y la grave situación que vive el país agudizada con este escenario de guerra, nos obliga a sentarnos y encontrar puntos de coincidencia y acuerdo

Estamos convocando a espacios de dialogo entre quienes nos declaramos chavistas, a la pluralidad de corrientes que apoyan al gobierno, a sectores de la oposición que se aparten de las salidas violentas, reconozcan la Constitución y las reglas del juego democrático y sobre todo al pueblo que está en el medio de la polarización que no está ni con uno ni con otro. Para este proceso que estamos impulsando que hemos llamado Encuentro paz con democracia queremos aportar algunos elementos sobre los objetivos y principios que lo definen y lo caracterizan.

Replantear y revalorizar la democracia como forma de vida con sus reglas e instituciones, en un acto soberano de poder originario, invocado, convocado, construido y ejercido por el pueblo desde sus más variadas y legitimas formas asociativas y gregarias, es el camino para construir la paz, la ruta es la democracia hecha pueblo, el encuentro del pueblo desde sus bases organizativas, el dialogo para concertar los acuerdos, gobernar los conflictos, aportar las soluciones y construir la convivencia pacífica necesaria para la vida, es el camino para enfrentar la guerra.

Estamos llamando a la sociedad civil a los movimientos sociales y populares y al pueblo en general que está afectado, golpeado y amenazado por la situación interna y por las agresiones externas, a restituir el valor de la política como acto democrático y pacífico, valor que pretenden destruir las elites violentas con los llamados a golpes de Estado, intervención militar extranjera, guerra civil, enfrentamiento de pueblo contra pueblo, acciones de sabotajes terrorista, crímenes de odio, ocupación paramilitar de territorios, caos y violencia callejera.

Quienes sepultan la democracia con el llamado a la violencia en todas sus formas, nos quieren presentar las diferencias entre los venezolanos y venezolanas como irreconciliables, imponiéndonos la fuerza, como razón única de la política, y el despliegue de ella con el objetivo de aniquilar físicamente al oponente convertido este en enemigo. Suficientes argumentos históricos teóricos e ideológicas de diversas corrientes se pueden esgrimir, para apoyar esta tesis que justifica el ascenso de la lucha política a un estadio superior donde la violencia sustituya al debate de las ideas y de la política saltemos a un campo real de batalla, a la guerra y sus lamentables consecuencias, caos, muerte y destrucción para nuestro país, para los venezolanos y las venezolanas sin distingo de colores o banderas políticas.

Le preguntamos a pueblo venezolano, ¿nuestras diferencias son tan irreconciliables que debemos ir a una guerra? La respuesta negativa a la guerra de la mayoría de nuestro pueblo nos debe convocar responsable y efectivamente a todos y a todas a construir la paz.

Estamos llamando al encuentro paz con democracia por Venezuela, para construir la convivencia pacífica para la vida, derrotar el enfrentamiento violento para la muerte, ejerciendo actos de gobierno democrático popular, gobernar los conflictos y las diferencias sobre los espacios sociales en el campo, en la ciudad, en el trabajo, en la comunidad, en las comunas, con los movimientos sociales. Que se potencie la movilización democrática del pueblo como la ruta para resolver los problemas locales, sectoriales y nacionales vinculados al poder político, al bienestar económico y social de la población, que el pueblo se exprese, que el pueblo dialogue, que el pueblo decida, que el pueblo acuerde, que el pueblo ejerza su poder.

Las necesidades y problemas comunes que nos afectan a todos y a todas, requieren de espacios de encuentro para poner en común aspiraciones, deseos, sueños y esperanzas de vida para el bienestar de todos y todas, pero solo si sumamos y juntamos nuestras virtudes, capacidades intelectuales, técnicas, restituyendo el volar del trabajo productivo, podremos superar las dificultades, obstáculos resolver los conflictos y construir juntos la vida de bienestar que queremos.

Para avanzar en este aspiración es necesario poner a un lado las diferencias subalternas, las cosas que nos separan que nos dividen, no deben llevarnos al enfrentamiento violento, debemos con respeto, altura y madurez reconocer nuestras diferencias, examinar la naturaleza y carácter de ellas, darles un tratamiento para que no perturben a que se junten las cosas que nos unen, que podemos compartir y construir con armonía y lograr un acuerdo nacional `para superar los graves problemas económicos, políticos y sociales que nos someten a todos y a todas a las calamidades de un vida precaria.

Construir desde el encuentro democrático espacios para la vida, exaltando los valores constitutivos de la venezolanidad, la solidaridad, la diversidad cultural, la ética y estética de nuestras creaciones, de nuestra idiosincrasia, de nuestra hermosa manera de ser, de concebir y de hacer la vida, que nos une e identifica cómo nación, como pueblo, como venezolanos y venezolanas y el amor y defensa por nuestra tierra, por nuestra noble, bella y rica geografía, como fuerza identitaria para desplazar a la violencia interna y extranjera, y construir la paz en democracia para la vida.

Fortalecer nuestra identidad, reforzar nuestra independencia y autodeterminación deben ser las consignas que nos junten como pueblo, que seamos los venezolanos y venezolanas que resolvamos nuestros conflictos no las potencias extranjeras

Queremos dejar bien claro que quienes suscribimos este documento reconocemos que la voluntad democrática del pueblo, no solo debe expresarse a través del voto, sino como realidad cotidiana de múltiples actos de construcción y conducción democrática de la vida, como lo hemos venido planteando , que se concreten en espacios de gobiernos populares en la ciudad, en el campo, en el trabajo, estamos hablando de la democracia directa, que debe parirse y crecer desde las bases del pueblo, no desde el las alturas del Estado-gobierno-partido. En medio de esta grave situación del país, apostamos al contenido más sustantivo que define el plan de la patria propuesto por Chávez, radicalizar la democracia, el poder al pueblo y pulverizar el viejo Estado, como elementos imprescindibles para el desarrollo de un nuevo modelo productivo, que resuelva los problemas estructurales vinculados al fracaso del modelo capitalista del rentísmo petrolero, factor determínate que nos obliga a seguir importando los alimentos para la vida, razón principal por la cual estamos profundamente afectados por los ataque y bloqueos externos. Con el viejo Estado, sus males y sus vicios, no podemos construir una economía productiva.

Estos elementos no se pueden imponer a la población por la fuerza, estamos llamados bajos los fundamentos de la democracia, a un debate abierto, transparente, que sea en el terreno del juego democrático y la batalla de las ideas que se resuelvan los problemas entre los venezolanos y venezolanas, no con el plomo de las potencias extranjeras, esperamos que nos encontremos con las misma disposición al dialogo a sectores de la oposición y al pueblo en general.

Asumamos responsablemente el debate, organicemos juntos la agenda de los encuentros, gira nacional, acciones y movilizaciones para ejercer presión internacional y la promoción de la solidaridad de los pueblos del mundo para exigir que cese el bloqueo, las sanciones económicas, financieras y comerciales contra nuestro pueblo y detener la guerra por todos los medios.

A los chavistas nos toca, reinventar la revolución desde el poder originario y concertar los acuerdos como pueblo venezolano para la felicidad de todos y todas.

Red Nacional de Comuneras y Comuneros - Región Caracas
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