BOLIVAREANDO Nº 11 El capitalismo entubado vs. Socialismo enrumbado

En medio de su crisis, el imperio global capitalista gringo-europeo­ ahora ataca abiertamente con su estrategia de guerra de 4ª generación a Siria y Mali, estrategia que consiste en entremezclar mercenarios y pobladores en guerrillas que nada tienen que ver con un ejército regular. Aprendieron bien la lección de Vietnam, Afganistán e Irak, donde no pudieron derrotar al guerrillero miliciano, y tomando su ejemplo lo aplicaron en Libia y pudieron derrocar la «Gran Yamahiriya Árabe Libia Popular Socialista» y asesinar a su líder Muamar Al Gadafi. De esto se deduce, gracias a las crisis y las guerras el capitalismo se renueva, y nunca deja de atacar a sus enemigos los socialistas y comunistas en cualquier parte del planeta. 

El capitalismo en crisis se entuba, con los dos sentidos que esta palabra implica. Se unifica para atacar en donde está la amenaza más débil que los podría liberar de su crisis, y en este caso, el virus es el nacionalismo socialista en Siria y Mali. Como dice Toni Negri sobre Mali, "Es inútil  culpar al extremismo de un islamismo salafista radical cuando se está sofocando la única alternativa verdadera que actualmente podría concretarse: la maduración –ya iniciada en esos territorios– de élites jóvenes democráticas anticapitalistas." Así como en la crisis capitalista del año ’28, los gringos se liberan de ella sobreexplotando a campesinos y trabajadores suramericanos, y colocan dictaduras militares complacientes, pues del mismo modo hoy avanza la OTAN contra África y Medio Oriente. 

¿Y Venezuela? ¿Acaso no somos un virus en la región? Hay que enrumbar al Socialismo con trabajo voluntario organizado y debates ideológicos, es decir abrir brechas en medio de la emboscada. Antonio Aponte en su Grano de Maíz   nos dice "Al enemigo externo lo hemos vencido muchas veces, al interno ni siquiera lo hemos detectado, no hablamos de él, lo dejamos trabajar libremente, sin enfrentarlo. La lucha ideológica, el disentir, es mal visto, perseguido con sordina, mutiladas sus tribunas, los medios se diluyen en pendejadas y evitan la confrontación ideológica. Así, la Revolución se desliza al suicidio, plácida, inocentemente." A lo interno, atacar unidos como un solo puño a todo aquel que vaya en contra del socialismo, y por tanto hay que dar la discusión acerca de qué es ser socialista. En lo externo defender la soberanía, y en ello van implícitos los intentos de golpe y la campaña mediática dirigida desde Miami y España. 

Efectivamente el capitalismo está entubado, y por ello hay que dar todas nuestras ideas y esfuerzos por enrumbar el Plan Socialista Bolivariano 2013-2019. 

Grano de Maíz: "LAS ARMAS MELLADAS"


Antonio Aponte

(Domingo 27-01-2013)

El Che debe ser estudio obligatorio de la Revolución, sobre todo de su dirigencia. Lo primero que encontramos en el análisis de ese pensamiento es su gran respeto por lasa ideas, y su irreverencia en la discusión. Eso le permitió aprehender la esencia del Socialismo, entender que el fundamento estaba en la Conciencia del Deber Social, y que las armas melladas producen conciencia egoísta que, definitiva e ineluctablemente, derrumban a las Revoluciones. Así predijo la caída del gigante soviético.

Estudiando al Che entenderemos que el Socialismo es ante todo un problema de conciencia, de cultura, que el mínimo germen de capitalismo presentado "ingenuamente" como un asunto económico o de productividad es en realidad un fortísimo golpe al Socialismo. Cuando formamos "empresarios con conciencia social" o estimulamos al capitalismo, estamos en realidad criando cuervos.

Ahora bien ¿la construcción Socialista es algo necesario o es un capricho de algunos trasnochados? ¿Podremos transformarlo sólo en una retórica, posponerlo, tomar el atajo fácil, aposentarnos en la llamada etapa de transición y allí establecer una especie de paz romana? ¿Podremos así, en alianza cándida con los enemigos de clase del Socialismo resolver los problemas del avance Revolucionario? ¿Podrán los capitalistas, por nosotros formados, transformarse en Socialistas? ¿Se suicidarán?

La humanidad camina unánime hacia la extinción, este punto no requiere ya discusión: todas las mentes lúcidas del planeta lo señalan. El camino a la extinción es el camino del capitalismo, sin embargo la humanidad no ha podido desprenderse de este sistema. Ese es el principal reto hoy: superamos al capitalismo o perecemos.

La Revolución Bolivariana sólo tendrá sentido si rompe con esta unanimidad, si presenta una vía para la salvación de la humanidad, que es también la salvación de la gente, de sus problemas concretos y cotidianos. Debemos convencernos de esto. Estas generaciones, los humildes, no podrán tener "buen vivir" si no es en Socialismo. Los intentos por lograr bienestar sin cambiar al sistema terminan siempre en fracaso, sólo el Socialismo, al cambiar las relaciones entre los hombres, puede traer felicidad, dar sentido a la existencia. Debemos convencernos de que dentro del capitalismo no hay solución, la alianza con los capitalistas no es la vía.

Lo productivo sólo tendrá sentido si engendra bienes materiales y simultáneamente conciencia de sociedad y bienes espirituales. Esto sólo lo puede hacer el Socialismo. Los índices del Socialismo deben ser distintos a los índices capitalistas, nuestros triunfos sólo lo serán cuando la economía se junte con la espiritualidad.

La economía es un asunto muy serio para dejárselo a los economistas. La Revolución debería fundar un Ministerio de Economía-Conciencia y Cultura. Este sería un paso que rompería paradigmas capitalistas y daría idea del cambio cultural que debe ocurrir. Toda medida económica debe ser estudiada por su repercusión en la conciencia, no basta subir los números. Toda declaración a favor del capitalismo debe ser vista en su repercusión sobre la conciencia, la cultura, la fortaleza de la idea socialista y de la causa revolucionaria.

¡Irreverencia Chavista!

ungranodemaiz.blogspot / Escuela Bolivariana del Poder Popular

Sobre la intervención del imperialismo francés en Malí

Renato Cesar y Ricardo Ayala


Desde el 11 de enero Malí está bajo intervención francesa, con el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU y la colaboración (aunque no como Francia quisiera) de las prin cipales potencias imperialistas.

La justificación del presidente “socialista” Hollande es el “combate al terrorismo”. Es la misma excusa de los EEUU para invadir y ocupar Afganistán. Pero la intervención imperialista francesa no tiene otro objetivo que mantener el control sobre su ex-colonia e impedir que el pueblo tuareg , que lucha por su autodeterminación, consolide los avances que conquistó luchando.

Con extrema arrogancia, el gobierno francés habla de impedir que se instale la “barbarie” salafista, ¡como si las bombas de sus aviones sobre las ciudades, que caen sobre la población civil, no fueran la expresión de la barbarie imperialista!. No será la intervención del imperialismo francés, uno de los mayores responsables de la pobreza extrema de Africa, la que libere al continente del hambre y el retraso secular. Si las intervenciones imperialistas fueran garantía del progreso, África sería muy próspera.

La excusa de la intervención, la lucha contra los “extremistas islámicos”, es la tapadera para mantener las fronteras imperialistas de Africa y para que las empresas francesas sigan controlando las materias primas de esta región. Es una guerra de agresión colonial en apoyo a un régimen títere cuyo objetivo es masacrar al pueblo tuareg.

Un poco de historia: la independencia y los tuaregs

Malí fue colonia francesa desde finales del XIX hasta 1960, en que conquistó su independencia. En un primer momento el país estrechó lazos con la URSS y fue dirigido por nacionalistas, pero el control francés siempre estuvo presente. Después de la crisis de la deuda de los 80, este control se reforzó por la privatización y la presencia de multinacionales franceses en las minas de uranio, la telefonía (Orange), electricidad (Bouygues), algodón…

Uno de los grandes problemas de Malí, consecuencia de la presencia imperialista, es la división entre los pueblos de la región. Entre estos se encuentran los tuaregs, un pueblo seminómada que habita una zona entre Argelia, Malí, Níger, Libia, Chad, Burkina-Fasso y Nigeria (ver mapa). Existen entre 1 y 1,5 millones de tuaregs. Desde la independencia de Malí, los conflictos con este pueblo fueron constantes, pues reivindica su propio Estado nacional.

La primavera árabe y los conflictos en el Norte de Malí

En medio de la “primavera árabe” contras las dictaduras del Norte de África y Oriente Medio, la caída de Gadafi en octubre de 2011 provocó que se desplazaran al norte de Malí los combatientes tuaregs del derrotado ejército de Gadafi y que llegaran importantes cargamentos de armas procedentes de la guerra de Libia. Cuatro grupos se reforzaron: el Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA), grupo nacionalista laico que lucha por la autodeterminación tuareg; el grupo Ansar Dine, de orientación salafista; el grupo Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) y su escisión, el Movimiento por la Unidad y la Yihad en África del Oeste (Mujao), ambos también islamistas. Los tres últimos cuentan con alguna relación con Al Qaeda. En enero de 2012, el MNLA tomó las ciudades de Ménaka, Aguelok y Tessalit, ofensiva a la que se unieron otros grupos, principalmente Ansar Dine.

Debido a la inestabilidad en el norte, el gobierno de Toumani Touré desplazó tropas para sofocar el avance tuareg. Pero el ejército fue derrotado, lo que provocó un golpe de Estado en marzo, liderado por el capitán Amadou Sanogo y apoyado por el imperialismo francés. A finales de mayo, el MNLA y Ansar Dine declararon el Estado independiente de Azawad, que no fue reconocido por ningún país de la región. Este es el verdadero telón de fondo de la intervención.

En el intervalo entre el golpe y la proclamación del Estado Azawad los grupos salafistas iniciaron su ofensiva, tomando ciudades del norte como Kidal, Gao y Tombuctú. Al no reconocer el Estado Azawad, el imperialismo francés creó las condiciones para aislar al MNLA. A finales de junio de 2012, Ansar Dine y el Mujao (con apoyo del AQMI) avanzaron sobre las áreas controladas por el MNLA, que acabó perdiendo el control a manos de los “islamistas radicales”, que imponen poco a poco la Sharia . Mientras tanto, se reorganizó bajo patrocinio francés el régimen de Malí, formándose un “gobierno de unidad nacional” a instancias de la “Comunidad Económica de los Estados Africanos del Oeste” (CEDAEO).

La preparación de la intervención francesa

En este escenario, Francia fue abriendo las puertas de una intervención armada. El antiguo jefe de la diplomacia de Sarkozy, Juppé, declaró en febrero de 2012 que la clave era la “integridad territorial de Malí”. La política de Hollande siguió el mismo camino. Una de sus maniobras fue conseguir el visto bueno de la ONU en octubre de 2012 para preparar una intervención. El 20 de diciembre el Consejo de Seguridad aprobó el envío de militares.

¡Abajo la intervención imperialista francesa!

El imperialismo francés, encabezado por el gobierno “socialista”, justifica la intervención en “detener la amenaza terrorista”, pero su objetivo es garantizar la división de África como la fijaron hace más de un siglo los imperialistas, separando pueblos con las mismas tradiciones y lenguas en diferentes Estados para garantizar el saqueo imperialista .

La postura del Partido Comunista Francés (PCF) y el Parti de Gauche (PG) de Melenchon, las principales organizaciones del Front de Gauche (FdG), es lamentable: no han condenado la intervención y no han dicho nada sobre el legítimo derecho a la autodeterminación del pueblo Tuareg ni reconocido al MNLA. Sólo han matizado la intervención, diciendo que debería ser bajo la bandera de la ONU (PCF) o limitarse a “impedir” el avance rebelde a Bamako (FdG).

Es urgente desenmascarar la política imperialista francesa, emprender una campaña contra la intervención y desenmascarar la unión sagrada que, en nombre de los “derechos humanos”, perpetr ará una nueva matanza en África.

Corrent Roig-Página Roja / Rebelión / Escuela Bolivariana del Poder Popular

Un desafío a la civilización que debemos rechazar

Toni Negri


La intervención francesa en Malí refleja una crisis política que tiende a generalizarse en el África sahariana y subsahariana luego de la “Primavera Árabe” del Magreb. “Se ha puesto de manifiesto el lado peligroso de la Primavera Árabe”, titula el New York Times, y agrega: “tenía razón el coronel Gadafi cuando preveía que si él caía la gente de Bin Laden llegaría por tierra y por mar a ocupar las orillas del Mediterráneo.

Pero, ¿es realmente esto lo que impulsa a rebelarse a los nuevos guerrilleros en los desiertos del Norte de África o es más bien una pobreza cada vez más feroz y la siempre destructiva lógica de los gobiernos de la ex Francáfrica? Las zonas rurales de los países del Sahel han permanecido a su pesar en los últimos años en una profunda situación de miseria, lo que nutre el éxodo poblacional y la desestabilización de las grandes ciudades. Frente a esto las estadísticas macroeconómicas, muestran la existencia de un “falso” desarrollo vinculado a la actual carrera por el extractivismo minero hacia aquellos territorios ricos en tales recursos: Malí, por ejemplo, es el tercer productor mundial de oro, rico en uranio y se prevé que muy rico en hidrocarburos. El yihadismo entra en esos territorios no en razón de su fanatismo y nos los somete sobre la base de la “barbarie terrorista” (como cuentan a la opinión pública occidental) sino porque en esos países continúan disolviéndose las instituciones, debido a su fragilidad económica y civil. Por tal motivo el éxito de los “invasores” que no son tales está casi asegurado.

Malí no es más que otro país del Sahel –los demás también se hallan en parecidas situaciones críticas-, la duda sobre la profundización de la crisis en cada uno de ellos solo depende de algunos elementos casuales que aún contiene el “dominó” recientemente iniciado. En Malí, en una época “escaparate de la democracia”, el gobierno se hallaba desde hacía tiempo en crisis, asfixiado por la corrupción, los repetidos golpes de Estado y la rebelión popular tuareg en el norte. Los tuaregs quieren la independencia de Azawad (vasta región desértica del norte de Malí). Esta revuelta ha encontrado la oportunidad de triunfar porque con la caída del régimen del coronel Gadafi, muchos mercenarios tuaregs han regresado a su país con armas (en grande y sofisticada cantidad) y equipajes (logísticas regionales y alianzas con parte del ejército maliense) tomados. Hay que tener presente que la intervención francesa (y de la OTAN) en Libia produjo en aquel país la implosión de un millar de fracciones locales, ideológicas, étnicas y que después de Gadafi no ha habido ninguna autoridad capaz de ostentar legítima fuerza.

La rebelión armada tuareg ha encontrado además un fuerte y probablemente decisivo apoyo en grupos salafistas y yihadistas que ya en 2002, al terminar la guerra civil argelina, habían instalado las bases de Al Qaida en el Magreb. Desde hace alrededor de diez años estos grupos han venido construyendo (aprovechando la “industria de los secuestros” y del apoyo a los “traficantes” ilegales de ese amplio territorio) bases y redes de apoyo a la guerrilla. El peligro era evidente. Desde hace unos tres o cuatro años está en marcha una cooperación bilateral Francia-EE.UU. para combatir lo que algunos llamaban el “eje Kandahar-Dakar”. Recientemente el New York Times ha revelado que el Departamento de Estado había invertido cerca de 500 millones de dólares en esa región en esa estrategia antiterrorista. Ya a comienzos de 2012, el comando estadounidense AFRICOM debió comprobar que una buena parte de las adiestradas tropas malienses se habían unido a la revolución en el norte del país.

Ahora hemos asistido a la intervención francesa en respuesta al urgente pedido del gobierno de Bamako (mejor dicho de lo que queda) formalmente apoyado por una extensa coalición de países africanos y de gobiernos europeos. Pero la guerra francesa parece que ya puede extenderse como una mancha de aceite a una gran cantidad de países vecinos. Los sucesos argelinos de la última semana, en los que la delicadeza de las intervenciones de aquel gobierno y de su ejército han producido centenares de asesinatos, solo constituye el principio de este amargo desarrollo.

Por ahora, se consuelan la prensa y la opinión pública francesa, no se trata aún de una guerra de usura (como la iraquí o la afgana) cuyos protagonistas se mueven “en medio de las poblaciones“ sino más bien de una guerra clásica en el puro desierto, de posiciones y de movimientos. No tardarán mucho en cambiar las cosas. Podrá resultar fácil a los franceses, junto a las tropas de otros países africanos (que permanecerán bajo el comando francés mientras se mantenga la reticencia estadounidense a tomar parte en el cambio), lograr la victoria en el terreno. Pero luego, ¿cómo gobernar en el desierto una paz que no será tal, frente a una “guerra nómada” que está comenzando, a una histeria frente a eventuales ataques terroristas en la Francia continental y sobre todo frente a la memoria de la vergüenza colonial y del despotismo postcolonial mantenido por la potencia francesa? Pero sobre todo, ¿cómo tener en cuenta –en la situación actual y en la postbélica– aquellos aspectos que nos permitimos llamar “aspectos buenos” de la Primavera Árabe, o mejor dicho de aquella “Primavera Africana” que parecía que comenzaba a apuntar también en el Sahel? Es inútil –y lo decimos por segunda vez– culpar al extremismo de un islamismo salafista radical cuando se está sofocando la única alternativa verdadera que actualmente podría concretarse: la maduración –ya iniciada en esos territorios– de élites jóvenes, democráticas, anticapitalistas. Es necesario atacar las causas socioeconómicas de esta crisis.

Si se escucha a los expertos, estos dicen que para desarrollar un programa de reconstrucción y de desarrollo sería necesario intervenir en estos territorios en los sectores agrícolas, de reforestación, de cría de animales, en el mejoramiento de las rutas y del transporte, el acceso al agua, la promoción de la energía solar y eólica, etc. Y luego habría que relanzar los programas de producción de algodón y de cereales en esas regiones… En síntesis todo, en verdad todo. Finalmente y especialmente “las poblaciones deberían beneficiarse de los ingresos de los réditos procedentes de la minería como son los del oro, primer producto de exportación”.

¿No les parece cómica esta conclusión? Y en la risa no es evidente el cinismo, mínimamente hipócrita, que se desprende de la insistencia en la misma execrable sed de dinero que conduce a nuestros gobiernos liberales a combatir a los terroristas en las despiadadas tierras desérticas del Sahara y del Sahel como bienes a distribuir entre los enemigos (porque resulta bien difícil diferenciarlos de los pobres campesinos o de los proletarios metropolitanos ahora sublevados). Y todavía más, ¿no les parecen lágrimas de cocodrilo -y en Italia todos las confunden- las que lloran nuestros demócratas? ¡Es el pesado fardo de nuestra civilización el que nos empuja a intervenir! ¡Es sacra obligación de la soberanía, ejercida ahora en nombre de Europa! ¡Manténgase atentos a estas estupideces, hasta los EE.UU. han dejado de repetirlas luego de las terribles derrotas en Medio Oriente! Reconozcamos más bien que solo modificando radicalmente nuestra conciencia política, rompiendo radicalmente con formas de gobierno funcionales al capital, podremos volver a orientarnos correctamente. En el marco de la globalización no se puede razonar como lo hacen los Parlamentos de los países de Europa y el Parlamento Europeo, votando hombres y medios a favor de la intervención francesa (y particularmente odiosa ha sido en Estrasburgo la actitud belicosa de los Verdes europeos).

Gilles Keeper -tal vez el mayor experto en temas árabes conocido en Occidente- destaca que “lo que está en juego en Malí es un desafío a la civilización en la época de la globalización. El Sahel es al mismo tiempo la víctima por excelencia y el lugar de la incandescencia”. Añadimos: la resistencia y la guerrilla antiimperialista en aquel desesperado lugar desposeído y devastado constituyen luchas anticapitalistas y no quisiéramos vernos obligados a reconocer que los islámicos tienen razón.

Traducido para Rebelión por Susana Merino

Uninomade.org / Rebelión / Escuela Bolivariana del Poder Popular

Los verdaderos rostros del terrorismo en África


Komla Kpogli


En el mismo momento en que se nos informa de que el terrorismo amenaza África y en el que en nombre de la lucha contra este terrorismo se está llevando a cabo actualmente una “guerra humanitaria” en Mali, examinemos qué es realmente el terrorismo bajo los trópicos. Después de cuatro siglos de razias negreras transatlánticas y arabomusulmanas, y de más de un siglo de colonización, las poblaciones africanas volvieron a la lucha por su liberación. 

Pero estas luchas se abortaron y sus cabecillas fueron asesinados tempranamente y sustituidos por títeres sanguinarios cuya única misión es confirmar el continente en la órbita de quienes lo invadieron desde entonces para privarlo de todos sus recursos, empezando por los humanos los cuales, tras haber servido en los campos de algodón y en las minas, en trabajos lejos de África, tienen que seguir trabajando por su bienestar, esta vez en el propio continente, bajo el control de vigilantes vestidos con traje de chaqueta y corbata, como el amo. ¡Ay de los pueblos gobernados por esclavos cuidadosamente seleccionados y liberados para las necesidades de la causa por el amo, el cual los viste a su imagen creando así en estos “vigilantes” la ilusión de que se han vuelto iguales a él! El poder del terror que el amo ha atribuido a estos capataces resulta ser tan destructor que algunos africanos no dudan en lamentar que el colono de ojos azules haya sido sustituido por quienes parecían ser sus hermanos debido al color de su piel. Una juventud enviada al exilio a través del Mediterráneo donde si no es tiroteada por los guardianes de las fronteras del dispositivo Frontex* es devorada por los tiburones, la depredación, la avidez, el desprecio por las poblaciones, la violencia incesante, la destrucción metódica de cualquier idea que se vuelva hacia lo endógeno... Esas personas han matado en nuestro pueblo toda capacidad de resistencia organizada y colectiva. Por consiguiente, a ellos es a quienes se ha utilizado para hacer más profundas las debilidades de los africanos que debido a ello están expuestos a las garras de cualquier aventurero temerario. Ofrecemos a continuación algunos de los métodos de gobierno de los sátrapas y un breve resumen del terrorismo de algunos de ellos. El lector nos perdonará por no haberlos citados a todos debido exclusivamente a la falta de espacio. Por ello se ruega al lector que complete la lista y enumere los crímenes que no se han podido citar aquí:

1. Gnassingbé I y Gnassingbé II: 50 años en el poder en Togo, al menos 50.000 muertos directos debido a la violencia político-militar. Asesinato de Sylvanus Olympio** y después vuelta de Togo a manos de Francia. Al menos 1.0 00.000 togoleses muertos de diferentes maneras (crímenes económicos, mantenimiento del franco CFA, cooperación suicida, ausencia de infraestructuras de base y sanitarias, ausencia de agua, deterioro mental colectivo de la población sabiamente mantenido...). Torturas, mantenimiento de las fronteras coloniales, escuela colonial, continuos pucherazos electorales, oposición y población sometidos a un permanente terrorismo, sabotaje de la cultura africana. 

2. Bongo I y Bongo II: 46 años en el poder en Gabon, al menos 20.000 muertos directos, al menos 1.000.000 africanos de Gabon muertos de diferentes maneras (financiación de los partidos políticos en Francia desde la extrema derecha a la extrema izquierda, mantenimiento del franco CFA, cooperación suicida, ausencia de infraestructuras de base y sanitarias, ausencia de agua, deterioro mental colectivo de la población sabiamente mantenido...). Torturas, mantenimiento de las fronteras coloniales, escuela colonial, continuos pucherazos electorales, oposición y población sometidos a un permanente terrorismo, sabotaje de la cultura africana. 

3. Paul Mvondo Biya: en el poder en Camerún desde hace 31 años, como mínimo 40.000 muertos directos, al menos 1.000.000 africanos del territorio de Camerún muertos de diferentes maneras (crímenes económicos, mantenimiento del franco CFA, cooperación suicida, ausencia de infraestructuras de base y sanitarias, ausencia de agua, deterioro mental colectivo de la población sabiamente mantenido...). Torturas, mantenimiento de las fronteras coloniales, escuela colonial, continuos pucherazos electorales, oposición y población sometidos a un permanente terrorismo, sabotaje de la cultura africana. 

4. Blaise Comapaoré: asesino de Thomas Sankara (3), de Norbert Zongo (4) y sus compañeros, en el poder desde hace 26 años, al menos 15.000 muertos directos, como mínimo 1.000.000 africanos de Burkina Faso muertos de diferentes maneras (crímenes económicos, mantenimiento del franco CFA, cooperación suicida, ausencia de infraestructuras de base y sanitarias, ausencia de agua, deterioro mental colectivo de la población sabiamente mantenido...). Torturas, mantenimiento de las fronteras coloniales, escuela colonial, continuos pucherazos electorales, oposición y población sometidos a un permanente terrorismo, sabotaje de la cultura africana. 

5. Denis Sassou Nguesso, criminal muchas veces reincidente que lleva 29 años en el poder [en la República del Congo], al menos 100.000 muertos directos por la violencia militar y policial, saqueador profesional del erario público junto con su familia y clientes, al menos 1.000.000 africanos asesinados de diferentes maneras (crímenes económicos, mantenimiento del franco CFA, cooperación suicida, ausencia de infraestructuras de base y sanitarias, ausencia de agua, deterioro mental colectivo de la población sabiamente mantenido...). Torturas, mantenimiento de las fronteras coloniales, escuela colonial, continuos pucherazos electorales, oposición y población sometidos a un permanente terrorismo, sabotaje de la cultura africana. 

6. Omar Guelleh, en el poder en Djibouti desde hace 14 años, autor de los mismos crímenes que los anteriores terroristas. 

7. Idriss Deby, en el poder en Tchad desde hace 23 años, los mismos crímenes que los anteriores. 

8. Alassane Dramane Ouattara, en el poder [en Costa de Marfil] desde hace un año. Criminal junto con el FMI desde donde ha dirigido directamente los criminales Planes de Ajuste Estructural. Llegó a la presidencia transportado por los carros y los bombarderos franceses, acompañados de terroristas dirigidos por Guillaume Soro (5) desde hace 10 años. Al menos 30.000 muertos directos, un mínimo de 50.000.000 de africanos muertos vía el FMI y el Banco Mundial a los que sirve Ouattara, además de crímenes económicos, mantenimiento del franco CFA, cooperación suicida, ausencia de infraestructuras de base y sanitarias, ausencia de agua, deterioro mental colectivo de la población sabiamente mantenido... Torturas, mantenimiento de las fronteras coloniales, escuela colonial, continuos pucherazos electorales, oposición y población sometidos a un permanente terrorismo, sabotaje de la cultura africana. 

Etc, etc...Todos estos terroristas se benefician para sus crímenes del apoyo logístico, intelectual y mediático de Francia y de muchos otros “amigos de África” que no dudan en luchar directamente a su lado en contra de los africanos a los que actualmente están “salvando” en Mali del terrorismo que corta pies y manos. ¿Quién liberará a los africanos de estos terroristas?

Notas de la traductora:

(1) La A gencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados miembros de la Unión o Frontex es una agencia de la Unión Europea con sede en Varsovia cuyo fin es mejorar la gestión integrada de las fronteras exteriores de los Estados miembros de la Unión.

(2) Sylvanus Epiphanio Olympio fue Primer Ministro de Togo entre 1958 y 1961, y después el primer Presidente de Togo como estado independiente en el periodo 1961 a 1963, cuando fue asesinado durante un golpe de Estad o militar encabezado por el general Gnassingbé Eyadéma, que asumiría después la presidencia del país. El hijo del primero, Gilchrist Olympio, es en la actualidad la figura de oposición más prominente en Togo.

(3) Thomas Sankara fue un líder revolucionario y presidente de Burkina Faso entre 1983 y 1987, cuando fue asesinado en un golpe de Estado.

(4) Norbert Zongo, periodista de Burkina Faso y exdirector de la revista L'Indépendant , fue asesinado en 1998 tras investigar la muerte misteriosa de David Ouedraogo, chófer del hermano del presidente del país, Blaise Compaoré.

(5) Guillaume Soro fue Primer Ministro de Costa de Marfil y actualmente es presidente de la Asamblea Nacional.

Lajuda.blogspot es el blog de MOLTRA, una organización juvenil creada en Togo en 2003 para luchar contra todas las formas de explotación de las que es objeto África, para promover el panafricanismo y reconstruir África sobre valores auténticamente africanos.

Traducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

Lajuda.blogspot / Rebelión / Escuela Bolivariana del Poder Popular

¿SE SUICIDA EL SOCIALISMO?

GRANO DE MAÍZAntonio Aponte


Es aceptado que las clases dominantes no se suicidan, no ceden el poder de manera pacífica, su desplazamiento del poder es cruento. El suicidio político está reservado para las Revoluciones.

Asistimos al suicidio de las Revoluciones Soviética, China y la de Vietnam. Sin disparar un tiro entregaron la dominación a los capitalistas, y fue tan "mortal el suicidio" que no hay en estos momentos ni siquiera resistencia, la idea socialista fue borrada de raíz.

En el planeta la dominación capitalista es total, aparece con ligeros matices, tiene polos que se reparten el mundo y crean una diversidad fraudulenta. Podemos decir que el capital es uno solo con diferentes manifestaciones, diversos idiomas, disímiles imágenes en los billetes, pero siempre el mismo capital.

El Comandante Chávez, con el mismo coraje del Libertador, aceptó el reto descomunal de ir hacia el Socialismo en un mundo unánime capitalista. Bolívar se enfrentó a la coalición monárquica mundial, se nutrió de Francia, de Haití. A nosotros nos queda la tradición, la historia Revolucionaria mundial y el ejemplo magnífico de Cuba, su capacidad de resistencia, su negación a perecer, enfrentada al mundo y a corrientes internas poderosas.

El intento revolucionario bolivariano, inmediatamente que Chávez declara su carácter Socialista, activa dos enemigos principales: el externo y el interno. Este último convive en el campo bolivariano, intenta sembrar teorías distraccionistas que desvían el camino y preparan la soga del suicida.

Al enemigo externo lo hemos vencido muchas veces, al interno ni siquiera lo hemos detectado, no hablamos de él, lo dejamos trabajar libremente, sin enfrentarlo. La lucha ideológica, el disentir, es mal visto, perseguido con sordina, mutiladas sus tribunas, los medios se diluyen en pendejadas y evitan la confrontación ideológica. Así, la Revolución se desliza al suicidio, plácida, inocentemente. Veamos.

Un ministro dice: "En cuanto a la exclusión, algunos empresarios presentes en el encuentro, podrían formar parte del 98% de los emprendedores que no han recibido financiamiento, debido a que el 2% de los empresarios que solicitaron recursos y créditos a la banca, concentraron el 66% de los recursos que se distribuyeron y eso no es para nada democrático, es por eso que se crea una Ley de Crédito a la Manufactura, para democratizar los recursos, precisamente, y que vayan a cada una de las personas, que vayan a cada uno de los sectores que realmente producen en el país”.

Ahora la Revolución está descubriendo que el capital tiende a concentrarse, que los emprendedores y sectores que "realmente producen" (eufemismo de capitalistas), producen también la conciencia egoísta que acaba con la Revolución. Revolución que estimula al capitalismo se suicida.

Alguien debe organizar un gran foro sobre la vía al Socialismo. Allí se discutirá, por ejemplo: ¿Se puede ir al Socialismo en conchupancia con el capitalismo? ¿Se puede separar la relación económica de la formación de la Conciencia del Deber Social, fundamento del Socialismo? ¿Se pueden construir nuevos empresarios capitalistas sin conciencia capitalista, como proponen algunos? La ausencia de discusión nos lleva al fracaso.

¡Chavistas, Socialistas!

ungranodemaiz.blogspot / Escuela Bolivariana del Poder Popular