La otra injerencia alemana en latinoamérica



La otra injerenciaLos alemanes también quieren su ALCA


Los intereses de las principales potencias del Mundo intentan influir en las decisiones de los gobiernos progresistas de nuestra región y han trabajado silenciosamente durante años para afectar a los bloques que emergieron en la Patria Grande Latinoamericana, como el ALBA y el MERCOSUR.

Estos intereses se filtran en las instituciones oficiales gubernamentales, Embajadas y Cancillerías actuando en paralelo a la institucionalidad, cooptando a funcionarios de diversas áreas políticas, económicas, sindicales o sociales, impidiendo el avance de las transformaciones necesarias para la mejora de la calidad de vida de nuestros compatriotas.

En Venezuela, Bolivia, Ecuador, Honduras, Brasil o Paraguay han desarrollado una incesante actividad desestabilizadora a través de ONGs, Fundaciones o Institutos que bajo las directrices de la derecha de los Estados Unidos y Europa logran controlar sectores de la “sociedad civil” preparándolos para actuar de acuerdo a las estrategias elaboradas desde los “tanques de ideas” del imperialismo.

Antecedentes

En 1982, Estados Unidos desarrolló este sistema de encuadramiento de la sociedad civil a través de una multitud de fundaciones "independientes" coordinadas por una institución central: la "Nacional Endowment for Democracy" (NED).

En la Asamblea General de la ONU de septiembre 1989, el presidente George Bush expresó que el reto del “mundo libre” era fortalecer las "fundaciones de la libertad”. El año anterior el Parlamento canadiense, incentivado por Washington, había creado una fundación afín a la NED:“Rights & Democracy” . En 1992, sobre el mismo modelo, el parlamento británico oficializó la Westminster Foundation for Democracy. Y así fueron llegando la Swedish International Liberal Centre , de Suecia; la Alfred Mozer , de Holanda; y las Robert Schuman y Jean Jaurès , de Francia. La red de fundaciones inspiradas y auspiciadas por la NED tomaba forma.


Es en ese cuadro que fue creada la “Democracy Projects Database”, que coordina “unos 6.000 proyectos” de ONG en el mundo. La NED también es el centro del Network of Democracy Research Institutes , de la que participan “instituciones independientes relacionadas con partidos políticos, universidades, sindicatos, y movimientos por la democracia y los derechos humanos…” Su objetivo es facilitar el contacto “entre eruditos y activistas de la democracia”. En la NED también reposa el secretariado de The Center for International Media Assistance , “proyecto que, se propone unir una serie de expertos en medios de comunicación con el objetivo de reforzar el apoyo a los medios libres e independientes en el mundo.” 

En la página Internet oficial del Departamento de Estado, Carl Gershman declara que todas estas fundaciones, personas y organizaciones caminan hacia la “creación de un movimiento mundial pro democracia”. Es una “red de redes”, cuyo centro es la NED. A este proyecto se han sumado otras fundaciones como la Friedrich Ebert , Alemania; Olof Palme Internazionella Centrum , Suecia; Karl Renner Institut , Austria; y la Pablo Iglesias , vinculada al Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

El instituto Friedrich Ebert Stiftung, asociado al Partido Socialdemócrata alemán SPD, es uno de los institutos satélites de la Fundación Nacional para la Democracia (NED), organismo creado por el gobierno de los Estados Unidos para continuar las acciones secretas de la CIA aportando apoyo financiero a sindicatos, asociaciones y partidos políticos en todo el Mundo.

Desde Alemania se promueven estas actividades desde hace más de tres décadas, para lograr la liberalización total de la economía y la privatización del Estado mediante programas de “ayuda” y “cooperación” condicionados al cumplimiento de los mandamientos del dogma neoliberal: libre comercio de bienes y servicios, libre circulación de capital y protección irrestricta de la inversión privada.

Latinoamérica

Según investigaciones publicadas por la norteamericana Eva Golinger, la USAID y la NED, como Freedom House, el Instituto Demócrata Nacional (NDI), el Instituto Republicano Internacional (IRI), Fundación Konrad Adenaeur (Alemán), FAES (España), FOCAL (Canadá), Friedrich Ebert Stiftung (FES- Alemán), tienen años en Venezuela trabajando, asesorando y financiando a partidos de la derecha para ayudarlos construir plataformas y estratégias políticas que reflejan las necesidades y deseos del pueblo venezolano, pero que manejan una agenda oculta que promueve una visión neoliberal, anti-socialista.

Aunque las fundaciones, ONGs y otros instrumentos de “cooperación” alemanes financian a decenas de “tanques pensantes” de extrema derecha en varios países: en 2003, la Friedrich Nauheim constituyó la Fundación Libertad y Democracia (Fulide) con la misión de “fortalecer y mejorar el liberalismo, la cooperación y la coordinación entre los liberales” de todo el mundo.

La Friedrich Nauheim también es uno de los principales soportes económicos de la Red Liberal de América Latina (Relial), que cumplió un papel importante en la articulación de movimientos autonomistas/separatistas en Bolivia y otros países de América Latina.

A mediados de 2006, algunas fundaciones alemanas patrocinaron una reunión internacional de dirigentes autonomistas radicales de Zulia (Venezuela), Guayas (Ecuador), Loreto (Perú) y Santa Cruz (Bolivia), y posteriormente ayudaron a organizar el Foro Internacional por la Libertad y la Autonomía Regional que analizó la posibilidad de fundar republiquetas con autonomía política. En ese entonces la GTZ cofinanciaba las campañas autonomistas en Ecuador.

En 2007, durante el levantamiento terrateniente que proclamó la “independencia” del departamento de Santa Cruz y la división territorial de Bolivia, el representante de la fundación Nauheim para la Relial en Bolivia, Víctor Hugo Becerra, propuso “intervenir de manera más directa en los asuntos internos de este país sudamericano”. En ese momento uno de los cabecillas de la conspiración, el terrateniente Branko Marinkovic, fungía como portavoz de Fulide.

En 2011, durante el intento de desestabilización e intento de golpe de Estado al presidente Rafael Correa, la directora de la oficina de Quito de la Fundación Friedrich Ebert, Claudia Detsch, relativizó los hechos afirmando: “lo realmente peligroso es la situación de desorden en las calles; si no hay Policía, la preocupación por la seguridad es mayor. Ahora salen muchas personas en apoyo al presidente y al Gobierno. Entonces, si hay protestas, podría haber enfrentamientos entre grupos distintos; es decir, más que a un golpe de Estado, se teme la inseguridad en la calle y los enfrentamientos entre grupos en contra y a favor del presidente Correa”.

La Konrad Adenaeur es una de las financiadoras del Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga de Colombia, un centro neoliberal fundado en 1987, y también coopera al “tanque de pensamiento” de la derecha venezolana Cedice, junto a la Friedrich Naumann Stiftung. Los “cooperantes” alemanes están detrás de la Fundación Internacional para la Libertad, que coordina a la red de ONGs de extrema derecha que conspiran contra los gobiernos de Cuba, Venezuela, Ecuador y Bolivia.

Ante el fracaso de estas estrategias, una nueva estrategia de penetración hizo que en agosto de 2010 el gobierno de Ángela Merkel presentara una nueva forma de relacionamiento con América Latina, un documento de 64 páginas que prioriza la inversión privada y el comercio. “Los alemanes por fin hemos entendido que la política latinoamericana es importantísima en Europa”, afirmó entonces el ministro de Relaciones Exteriores Guido Westerwelle.

En Uruguay

En Uruguay, la injerencia alemana ha adoptado otras variantes donde una de las instituciones que aparecen en estas actividades injerencistas es el Centro de Formación para la Integración Regional (CEFIR) controlado por la Fundación Friedrich Ebert Stiftung (FESUR) y la Agencia Alemana de Cooperación GIZ

Fundado en 1993, en pleno auge del neoliberalismo para influir en el proceso de integración del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y en apoyo a las políticas impulsadas desde la derecha de Alemania, el CEFIR elabora “líneas de trabajo” de cooperación e investigación en sintonía con los intereses neoliberales alemanes en el Uruguay.

Uno de los objetivos de la Unión Europea (UE) liderada por Alemania es influir y propiciar el Tratado de Libre Comercio UE-MERCOSUR y estando la sede del bloque del sur en Montevideo, el trabajo de lobby de la Fundación alemana Friedrich Ebert Stiftung (FESUR) ha sido constante y permanente.

En este esquema de influencia sobre aspectos políticos, económicos y sociales, la Friedrich Ebert y la Agencia de Cooperación Alemana GIZ conectaron con el CEFIR , y el programa “Somos Mercosur”, un activo promotor y beneficiario del financiamiento de estas instituciones de la derecha alemana que a través del programa InWent financia trabajos y reuniones que persiguen el objetivo de influir en los procesos de integración económico, sindical y social del MERCOSUR y en la firma (aún no lograda) del Tratado de Libre Comercio UE-MERCOSUR, motorizado por el gobierno alemán.

Asimismo el campo de acción de la “cooperación” adquiere niveles de preocupación considerando las actividades conjuntas realizadas por el CEFIR y la Friedrich Ebert quienes organizaron conjuntamente numerosos eventos, de los que participan organizaciones sociales de los 5 países pertenecientes al bloque que eran monitoreados desde adentro por los cooperantes alemanes de la Friedrich Ebert orientando los temas de debate de acuerdo a la conveniencia de los intereses de esta institución extranjera.


Martín Guerra Lezama

Rebelión / Escuela Bolivariana del Poder Popular
@prensa_ebpp

INJERENCIA ALEMANA: EL ARMA SECRETA DEL FINANCIAMIENTO

Como actúa el enemigo dentro del Foro Socialpor Observatorio de la Injerencia de los Estados Unidos

Publicamos el documento difundido por el Observatorio de la Injerencia de los Estados Unidos en la marcha del 28 de julio de 2004 en Quito, Ecuador. Este texto hizo un escándalo durante el primer Foro Social de las Américas. «A través de numerosas fundaciones “independientes”, la CIA ha establecido una estrategia de financiamiento y direccionamiento de los movimientos contestatarios. Trabaja en apoyo a organizaciones y proyectos de aparente oposición a los Estados Unidos y los orienta con el objetivo de neutralizarlos. Aqui tiene algunas pistas para descubrirla en el Foro Social.»


Pista 1: Las fundaciones relacionadas a la NED

En 1982, Estados Unidos desarrolló este sistema de encuadramiento de la sociedad civil a través de una multitud de fundaciones «independientes» coordinadas por una institución central: la «Nacional Endowment for Democracy» (NED).

Veinte años más tarde la NED se ufana de controlar 6.000 sindicatos, asociaciones y partidos políticos del mundo. George W. Bush anunció recientemente la duplicación de su presupuesto. La mayoría de las figuras históricas de operaciones clandestinas de la CIA han estado en la dirección de la NED. Algunos de ellos son: Otto Reich, John Negroponte, Henry Cisneros o Elliot Abrams.

Las principales fundaciones relacionadas con la NED son: 

la Friedrich Ebert Stiftung (Alemania) 
la Friedrich Naunmann Stiftung (Alemania) 
la Hans Seidal Stiftung (Alemania) 
la Heinrich Boell Stiftung (Alemania) 
la Westminster Foundation for Democracy (Reino Unido) 
el International Center for Human Rights and Democratic Development (Canadá) 
la Fondation Jean-Jaurès (Francia) 
la Fondation Robert-Schuman (Francia) 
el International Liberal Center (Suecia) 
la Alfred Mozer Foundation (Holanda)


Pista 2: La Fundación Ford

La más importante fundación «filantrópica» del mundo fue creada en 1936 por el industrial Henry Ford, un antisemita militante. Autor del libro La Internacional Judía, el problema el más grande del mundo, financió el nacional-socialismo alemán antes de 1933, y fue condecorado por Hitler con la orden de la Gran Cruz del Águila Alemana en 1938. También fue el dueño de una gran parte del capital de IG Farben, fabricante del gas Zyklon B, utilizado en los campos de exterminio.


Desde hace medio siglo, la Fundación Ford está modelada y dirigida por personalidades a cargo de la CIA. Durante la Guerra Fría, ella jugó un papel clave en el financiamiento y organización de la izquierda anticomunista. Ahora, su trabajo se orienta a encuadrar a los movimientos «alternativos» y «antiglobalizadores» en sus objetivos estratégicos.

Un ejemplo de esta manipulación, lo tiene el investigador hindú Rajan X. Desai, quien demostró que la Fundación Ford sufragó varias reuniones de los antiglobalizadores, algunas de ellas desarrolladas durante el Foro Social Mundial de Mumbay de 2004. Sus múltiples subvenciones a organizaciones no gubernamentales vinculadas a la agricultura, habrían permitido no sólo desarrollar la producción agrícola, sino abrir las puertas del mercado hindú a los inversionistas estadounidenses.

Busca, entonces, entre las organizaciones participantes en el Foro Social de las Américas, cuáles son las financiadas por el enemigo...

Red Voltaire / Escuela Bolivariana del Poder Popular
@prensa_ebpp

Injerencia alemana en América Latina

La injerencia extranjera no es domino único de EEUU que cuenta con apoyo desde Alemania


“Dos lobos hambrientos y una Caperucita roja” se titulan las reflexiones que hizo el comandante Fidel Castro Ruz el 18 de mayo de 2008 desde las páginas del Granma con motivo de la entonces Cumbre entre la Unión Europea y América Latina. La metáfora tiene su origen en un antiguo cuento alemán. Varías generaciones de padres alemanes enseñaron mediante aquel histórico relato a sus hijos a no fiarse de individuos desconocidos. En el cuento un lobo, que sabe cómo camuflar su verdadero ser, devora a Caperucita y a su abuela porque las dos mujeres son muy confiadas. Al final todo sale bien, primero, porque el lobo se las traga enteras sin masticar y, segundo, porque un muy desconfiado cazador llega a tiempo y las salva abriéndole las tripas al lobo.

A la Caperucita del siglo XXI le podemos llamar por su apellido ALBA o Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador… Hay muchas Caperucitas distintas en América Latina pero todas tienen un denominador común: Ya no necesitan al varón que sale en su defensa porque con el del tiempo han mostrado que saben valerse por sí mismas cuan dedo se trata defender aquellos valores que les unen en la Alianza Bolivariana de los pueblos de nuestra América (ALBA).

Esto les enfrenta ante todo al lobo procedente de Washington que piensa que puede seguir merodeando por América Latina y el Caribe como si fuera su patio trasero. A él se le ha juntado la loba que se llama Unión Europea. Juntos han creado y criado una serie de otros lobitos que les ayudan en su tarea de recuperar el control perdido sobre la región latinoamericana. Para ello los EEUU disponen tanto de la IV Flota y de la CIA como también de instituciones públicas de carácter más “civil” pero no menos peligrosas como la USAID y la NED entre muchas otras más. Sin embargo, su debilidad política y económica ha obligado a EEUU a colaborar con las fundaciones de los partidos políticos alemanes, que por distintos motivos y factores se manifiestan más o menos agresivos con los países del ALBA.

El término “fundación” se refiere a un determinado tipo de asociación. Por razones legales hay que considerar a las fundaciones como “cercanas” a los partidos porque según la ley han de ser “independientes” de las formaciones políticas. A parte de ellas hay más instituciones alemanas que se llaman “Stiftung” y que se ocupan de América Latina. Una es la Stiftung Wissenschaft und Politik (SWP, Fundación Ciencia y Política) que asesora a todo el Gobierno alemán. La otra es la Bertelsmann Stiftung, que ha surgido de la empresa mediática multinacional del mismo nombre. Basándose en su Índice de Transformación, se determina, sobre los baremos capitalistas, qué grado de libertad política y económica existe en los países del mundo. Los resultados sirven para clasificar a Venezuela, por ejemplo, de “régimen semiautoritario”.

Existen diferentes vínculos entre la SWP, la Bertelsmann y las fundaciones políticas.

En la actualidad cada uno de los seis partidos con representación en el Parlamento Alemán cuenta con una fundación que es “cercana” a su ideología y linea política. Según el tradicional esquema “izquierda-derecha”, sin entrar en detalles, el panorama es éste:
PartidoFundaciónOrientaciónSubvención en 2009
CSU (Unión Social Cristiana)Hanns-Seidel-Stiftung (HSS)derecha9,8 millones de euros
CDU (Unión Demócrata Cristiana)Konrad-Adenauer-Stiftung (KAS)derecha28 millones de euros
FDP (Partido Liberal Democrático)Friedrich Naumann Stiftung (FNS)centro derecha9,8 millones de euros
SPD (Partido Socialdemócrata)Friedrich-Ebert-Stiftung
(FES)
centro31 millones de euros
Bündnis 90/Grüne (Alianza 90/Verdes)Heinrich-Böll-Stiftung (HBS)centro9,8 millones de euros
Die Linke (La Izquierda)Rosa-Luxemburg-Stiftung (RLS)izquierda6,6 millones de euros

En un principio la tarea general de cada fundación es la formación de cuadros y militantes del respectivo partido. La “independencia” del partido hermano, impuesta por la ley, es relativa si se tiene en cuenta que es el Parlamento Federal el que determina las subvenciones que reciben por parte del Estado. Estos ingresos suponen el 90 por ciento del presupuesto de cada fundación. Otra fuente de financiación son el Ministerio de Exterior y el de Colaboración Económica. Este último ha reservado 216 millones de euros para proyectos concretos entre 2010 y 2012. Por eso las fundaciones mantienen un estrecho intercambio entre ellas y con los dos ministerios.

Pero: “No son ni ‘instrumentos’ ni ‘actores’ de la política exterior, son todo en uno” afirma la politóloga Swetlana W. Pogorelskaja que estudió la labor de las fundaciones. Fue en los años 60 cuando la República Federal de Alemania optó por emplear a las fundaciones como piezas de su política exterior en aquellos países donde no podía o no quería actuar a través de la diplomacia tradicional.

Aunque en Berlín sigue reinando la consigna “Por América Latina no vamos a arriesgar ninguna bronca con EEUU” sí intenta aparecer más como un socio de Washington que un vasallo.

Hasta ahora se puede afirmar que allí donde la Casa Blanca mandó a la CIA a primera fila para preparar un “cambio de régimen” se encuentran alemanes en segunda fila dando apoyo logístico y político. En el caso de Chile, diputados de CDU y CSU utilizaron su inmunidad parlamentaria para llevar dinero en efectivo a la oposición que se preparaba para derrocar al presidente Salvador Allende en 1973. Paralelamente el jefe de Gobierno socialdemócrata, Willy Brandt, apoyó política y económicamente el bloqueo comercial de EEUU contra el país latinoamericano. En el caso de la “transición” de España de la dictadura fascista a la monarquía parlamentaria (1975-1978) las fundaciones alemanas recibieron unos 40 millones de marcos de las cajas negras del servicio secreto exterior BND para asegurar que Madrid entrase en la OTAN y en la UE.

Sería una falta de rigor científico reducir la labor de las fundaciones alemanas a la de ser unas antenas de los servicios secretos. Hasta finales del siglo XX su labor evitaba en parte este tipo de intervenciones en América Latina porque cada institución contaba con algún partido hermano en el país anfitrión. De tal forma que si ganaba la “derecha” o la “izquierda”, alguna fundación alemana contaba con alguno de sus becarios en el gobierno en cuestión. Este sistema se vino abajo con el cambio político que marca la elección de Hugo Chávez como presidente de Venezuela en 1999. Sucesivamente los aliados tradicionales de las fundaciones alemanas han ido perdiendo casi toda su fuerza política en los países sudamericanos del ALBA.

Hasta ahora sólo la KAS ha sabido reaccionar a esta nueva situación. Por un lado ha reducido la colaboración con sus antiguos socios, centrándose en algunos pocos. Por otro lado busca nuevos aliados como lo demuestra su apoyo a Primero Justicia, partido que apoyó el golpe contra Chávez en 2002. En Bolivia y Ecuador ha intensificado también el trabajo con personas y organizaciones indígenas que se muestran al menos “críticas” con Evo Morales y Rafael Correa, respectivamente. Su labor en la región la KAS la sintonizó en 2007 con el International Republican Institute (IRI) en presencia de Daniel Fisk, entonces asesor de Seguridad Nacional del presidente estadounidense George W. Bush.

Mucho más beligerante que la KAS se ha manifestado la liberal FNS en Honduras cuando en 2009 ayudó al grupo de Roberto Micheletti antes, durante y después del golpe contra en el presidente legítimo de Honduras, Manuel Zelaya. En Alemania el representante regional de la fundación intentó vender el golpe de Estado como un acto legal. He aquí la doble función de las fundaciones: en el país anfitrión intervienen en sus asuntos domésticos, en Alemania su labor consiste en desinformar a la opinión pública y en utilizar sus contactos en los parlamentos regionales, nacional y europeo para blindar actos ilegales como el de Honduras o para promover resoluciones condenatorias contra los miembros del ALBA. Las demás fundaciones no criticaron a la FNS por su injerencia en Honduras porque otra “ley no escrita” se lo impide.

En octubre de 2010 la SWP recomendó a la política alemana “ampliar o complementar” el trabajo de las fundaciones que deberían centrarse en la creación de “estructuras democráticas de representación” y de “procesos de mediación” dentro de los partidos y de la sociedad. El think tank alemán especifica también las áreas de trabajo de cada fundación en América Latina: “el anunciado proceso de clarificación dentro de la Izquierda, la reorganización de la derecha y el nacer de fuertes iniciativas verdes”.

Depende ahora de cada fundación alemana el querer seguir siendo un “instrumento-actor” de la política exterior que interviene en los asuntos internos de los países del ALBA o volver a respetar la autodeterminación de los pueblos, consagrada en el Derecho Internacional. Los grupos de solidaridad y amistad con los países del ALBA tendrán que reflexionar sobre si deberían dedicar más esfuerzos en el control de las fundaciones y sobre todo en las protestas contra actos de injerencia.

La última línea de defensa de Caperucita ALBA se halla en sus respectivos estados miembro donde se decide cómo tratar a los lobos procedentes de EEUU y Europa. Bolivia echó a la USAID, Venezuela está deliberando sobre una ley que debe regular el trabajo político de extranjeros en su territorio.
INGO NIEBEL / GEHEIM-MAGAZIN.DE

Contrainjerencia / Escuela Bolivariana del Poder Popular
@ebpp