¿Qué hizo Chávez para afrontar la escasez, especulación y acaparamiento?

Judith León


Los episodios luego del resultado de las pasadas elecciones presidenciales del 14 de abril han sido prolíficos en violencia y odio. Una oposición radical, nacional y extranjera, que en esta oportunidad casi al unísono- con factores de la derecha continental- han arremetido sin pausa contra el presidente Nicolás Maduro y su gobierno, hacen fiesta con la situación agravada de escasez y alza de precios de los alimentos.

Y aunque el tema de la escasez y acaparamiento no es noticia nueva se ha intensificado de manera alarmante en los últimos meses que conlleva a tomar medidas en lo inmediato.

No obstante, a pesar de tener responsabilidades compartidas entre gobierno y opositores, es una señal clara que tiene el aditivo de complot político, para contribuir al desgaste de la imagen de Nicolás Maduro como presidente constitucional de la República y su equipo de gobierno.

Es una oportunidad también para ratificar las matrices de opinión tan diversas y adversas que se han desatado en contra del nuevo Presidente. Una embestida de desprestigio que nos hace recordar los años más cruentos contra la persona del comandante Hugo Chávez Frías, quien seguramente fue el Presidente más vilipendiado del mundo y por más tiempo. Es una guerra abierta y sin límites, sin escrúpulos, que incluso ánima a seres extraños, como la diputada peruana que calificó a Nicolás Maduro como “un orangután”. Animales que por cierto yo particularmente admiro con afecto.

La escalada mediática contra Maduro se acrecentó luego de la penosa trifulca entre parlamentarios de gobierno y oposición, ocurrida recientemente en la Asamblea Nacional y que dio la oportunidad de dar boleto de avión a algunos voceros radicales de oposición para hacer su trabajo, minar afuera la imagen de Nicolás Maduro, aduciendo su ilegalidad como mandatario nacional elegido por el pueblo. Una acción además puntual para mermar las bases de la revolución bolivariana, pero desde trincheras extranjeras.

Curiosamente este vergonzoso comportamiento parlamentario tubo más resonancia mediática en el extranjero que los sucesos del 15 y 16 de abril, luego de las elecciones presidenciales, cuando grupos de oposición dejaron el saldo de más de una docena de ciudadanos muertos y muchos heridos, sumado a la quema y destrozo de algunos centros de salud.

A estas alturas algunos vuelven a acariciar la idea de “aplicar la Carta Democrática”, tal y como se hizo cuando Chávez confrontó a los más duros adversarios, que incluyó a golpistas y traidores. De manera que Nicolás apenas comienza a vislumbrar esa batalla, que no se detendrá sino que tomará fuerza en la medida que el se debilite.

Pero el tema que me ocupa no es esta política de bajo cuño. Me motiva hablar sobre la carestía y escasez de alimentos, de los rubros principales de la cesta básica, (harina, pasta, azúcar, leche, aceite, margarina, café, etc). 

Es hora de poner coto a este problema, que es aprovechado para hacer sufrir al pueblo y a la vez una táctica de antaño, para desestabilizar gobiernos. Y como el suministro de alimentos es un tema de seguridad, de soberanía nacional, le compete al gobierno de manera directa, tener bajo control y sin excusas la solución a un problema que debe resolver con estrategias a corto, mediano y largo plazo.

Y digo esto, porque el ciudadano común, el de a pie, aquel que no tiene ningún vínculo en la toma de decisiones políticas, de gobierno, va al mercado para saciar la necesidad básica de alimentarse y a su familia y cuando además de aumentos desconsiderados, no consigue el producto, que incluye hasta el alimento de los bebes y accesorios como pañales y otros, sólo produce una inmensa rabia, cansancio, por no decir otra cosa. Entonces la rabia se traslada a queja y esta al descontento, al escrutinio de los gobernantes y finalmente a la desilusión. Mal panorama, para unas próximas elecciones municipales y parlamentarias.

Y ni hablar del alza de los precios. Al parecer nadie supervisa a los comerciantes, quienes aprovechan esta bullaranga, para aumentar como les da la gana todos los productos. Hasta la dulcería; chicles, chocolates, caramelos, están por las nubes. Especuladores a granel.

De manera, que lo que parece simple se complica. Hay anarquía en los comercios y los acaparadores, abusadores, golpistas o como le llamen, están haciendo de las suyas.

¿Un complot tramado?

Ya en enero de este año la cadena hispana-norteamericana, Univisión y tantos otros medios internacionales, hablaban de la escasez de productos en el país, incluso mucho antes.

Veamos un artículo de la cadena televisiva Univisión de este año:

Titula: “Venezuela sin Chávez... y sin alimentos

Univision.com | Fecha: 01/16/2013

“Ante la prolongada ausencia del presidente Hugo Chávez debido a su crítico estado de salud, la escasez y desabastecimiento que aqueja a Venezuela desde hace ya varios años ha registrado un súbito aumento por la incógnita de quién tomará las medidas económicas en el ajuste de la tasa de cambio y la liberalización en los controles de precios de productos.

¿La escasez revela el fracaso de un modelo económico? Participa en nuestros Foros.

Analistas consultados vía telefónica por la AP atribuyen la escasez al fracaso de un modelo económico basado en férreos controles de divisas y de precios, así como a una reducción del aparato productivo privado tras años de expropiaciones y nacionalizaciones.

La escasez que sufren los habitantes de Venezuela no consiste en largas filas de compradores o la falta de un producto en todo el país sino que en la mayoría de los casos, cuando en un lugar se consigue un producto, falta otro.

Los consumidores han aprendido que deben ir a varios supermercados y además tener “una red” de amistades que avisan dónde se puede conseguir el producto deseado.

Ausente Chávez del escenario, “el dilema del gobierno es cuándo va a realizar elecciones y ahí es cuándo tomará las decisiones económicas”, dijo Asdrúbal Oliveros, economista y director de la firma Econoanalítica.

El gobierno además mantiene desde hace años ventas populares de productos alimenticios que importa directamente y cuyos precios subsidia hasta en más de 70%. En 2012 fueron comercializadas por esa vía más de 4,2 millones toneladas de alimentos, según una nota del Ministerio para la Alimentación en su página de Internet.

Según el ministro de Alimentación, Carlos Osorio, citado en la nota de su despacho, el consumo anual de productos alimenticios se ha duplicado desde la llegada de Chávez al poder, de 13 millones de toneladas en 1999, al inicio de su gobierno, a más de 26 millones en 2012.

Escasean el arroz, azúcar, aceite, café, entre otros. Las empresas privadas que importan alimentos o insumos estaban recibiendo dólares cada 30 ó 60 días, pero se han producido los retrasos y además si un productor privado solicita el otorgamiento de 20 millones de dólares, por ejemplo, sólo le han otorgado 3 millones, indicó Roig.

Esos retrasos en la asignación de dólares, explicó Roig, se deben a que también hay una escasez de divisas porque en el estado “se gasta más de lo que nos entra”, llevando al país a una situación de déficit fiscal calculado por grupos independientes en 15% del Producto Interno Bruto”.

Haga usted sus propias conclusiones

¿Cómo enfrentaba Chávez la escasez y otras argucias ?

El presidente Hugo Chávez pudo confrontar durante catorce años las emboscadas de este tipo; acaparamiento, escasez, sobre precio, otras, con la firmeza de sus acciones. Y la habilidad de manejar con destreza su conexión con gobiernos aliados, como el fue el caso del paro petrolero de diciembre de 2002, cuando Brasil y algunos países del Medio Oriente, se pusieron a la orden y enviaron buques con petróleo. Y en coyunturas alimentarias, nunca faltaba algún país amigo que supliera la emergencia.

A continuación menciono un evento en donde Chávez confronta la emboscada en relación a este tema.

En una cadena nacional del 25 de noviembre 2011, el presidente Chávez anunció el decomiso de miles de kilos de leche en polvo y artículos de primeras necesidad que estaban acaparadas en galpones de la ciudad capital.

En esa intervención Chávez dijo: “Estos burgueses acaparan, pues ahora no tienen la libertad abusiva que tenían para poner los precios que le de la gana, su respuesta ante la Ley de Costos y Precios Justos ha sido el acaparar pues, entonces nos obligan en representación del Estado evitar el atropello del pueblo”. 

“…La culpa de la escasez son los bandidos iremos a quitárselo para darlo al pueblo .No me va temblar ni la mano derecha ni la izquierda para defender la Constitución y asegurar la alimentación del pueblo.

En esa ocasión el presidente Chávez Frías pidió “la colaboración de los empresarios a objeto de la Ley de Costos y Precios Justos, para garantizar la venta de los rubros que pertenecen a la cesta básica”.

“…El mandatario venezolano aseveró que la Guardia del Pueblo, la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y el Poder Popular "va ir a donde tengamos que ir para quitarles lo que acaparen y entregárselo al pueblo".

En aquellas plantas y comercios donde se detecte venta con sobreprecio o acaparamiento, Chávez advirtió: "le vamos a ocupar las fábricas, las empresas y les vamos a nacionalizar lo que haya que nacionalizar, pero no se van a salir con la suya, señores de Fedecamaras".

De igual manera el Gobierno nacional se desplegó con mayor intensidad en zonas fronterizas, para combatir el acaparamiento y el contrabando de alimentos y otros productos de primera necesidad, además del sobreprecio.

También recordó Chávez en aquel entonces: “en una época hubo productores agropecuarios que se negaban a llevar reses a los centros de beneficio, para que no hubiera carne”.

Habló sobre las mafias comerciales que pretenden, por ejemplo, vender la leche en polvo o líquida, a un precio cinco veces mayor de lo que realmente cuesta.

“Vamos a ir hasta los más recónditos lugares, pero no se van a salir con la suya los burgueses, los capitalistas, los acaparadores”, sentenciaba Chávez.

Así Chávez, al mando de aquella ofensiva de acaparamiento, informaba “en las zonas de Quinta Crespo (centro de Caracas) y Coche (al sur de la ciudad) y en otros lugares hemos detectado y hemos decomisado esta madrugada miles y miles de kilos de leche en polvo acaparada por los capitalistas, miles y miles de litros de aceite, de kilos de café”.

Ese era el accionar de Chávez ante una situación de sabotaje económico.

El se mantenía en contacto con el jefe de la Policía Nacional y el comandante de la Guardia del Pueblo, durante la inspección en los lugares donde fuera detectada la irregularidad.

Chávez explicaba: “Llegaron a unos galpones por Quinta Crespo, sabían que había gente adentro, que apagaron las luces y estaban calladitos. Les dije: “Llamen a un fiscal, busquen una cizalla y rompan los candados”.

Remataba: “Me han obligado, entonces, a tomar estas decisiones. Han obligado al Estado, porque he allí el rol del Estado: proteger al pueblo, evitar el abuso y el atropello de los que se creen por encima de la Constitución. Aquí nadie puede estar por encima de la Constitución”.

Chávez decidió que los productos recuperados fueran vendidos a precios bajos, y ordenó hacer un expediente para ocupar esos galpones y negocios.

Decía Chávez: “Estoy al frente de los operativos. Les vamos a ocupar las fábricas y las empresas y les vamos a nacionalizar lo que haya que nacionalizar, pero no se van a salir con la suya, señores de Fedecámaras y demás burgueses de pacotilla.

Propuesta del Comandante Hugo Chávez para la gestión Bolivariana Socialista 2013-2019

Conciente de esta realidad de acaparamiento, escasez, especulación y demás, no por casualidad Chávez diseñó la estrategia para superar de fondo la realidad del agro venezolano, un sector abandonado desde hace décadas, precisamente por el modelo capitalista dependiente. Una misión que inició con la expropiación de tierras y que requiere recursos e impulso sostenido y voluntad política inquebrantable.

Revisando el texto de este compendio de ideas, planes, proyectos, ideados y macerados por el presidente Hugo Chávez, me encuentro con todas las directrices que apuntan a la continuidad de un plan socialista en expansión y en función de fortalecer lo logrado y evolucionar. Y encuentro el tema que nos ocupa:

OBJETIVOS NACIONALES

I. DEFENDER, EXPANDIR Y CONSOLIDAR

EL BIEN MÁS PRECIADO QUE

HEMOS RECONQUISTADO DESPUÉS

DE 200 AÑOS: LA INDEPENDENCIA

NACIONAL

1.4 Lograr la soberanía alimentaria para garantizar el sagrado derecho a la alimentación de nuestro pueblo.

En este punto se explica amplia y claramente las condiciones que disponemos geográfica y de potencialidad productiva, para desarrollar el agro y la ganadería.

“Los inventarios de tierras agrícolas que se ha realizado en el país han demostrado que disponemos de alrededor de 2% del territorio nacional sin limitaciones de clima,

suelo, drenaje o condiciones topográficas desfavorables.

También se ha concluido que si aplicáramos

masivamente las tecnologías que hemos desarrollado por nuestros agricultores y centros de investigación, pudiéramos alcanzar cifras potenciales de 4%, que pudieran ser usadas en una amplia gama de usos agrícolas (numerosos cultivos alimenticios, pastizales o forestales)…

En cuanto a los “OBJETIVOS ESTRATÉGICOS Y OBJETIVOS GENERALES de este capítulo, comienza enunciando:

1.4.1 Eliminar definitivamente el latifundio.

Realizar un proceso de organización y zonificación agroecológica en base a las capacidades de uso de la tierra y crear un sistema de catastro rural para garantizar el acceso justo y uso racional del recurso suelo”.

Explica al detalle, en los subsiguientes puntos, lo qué hay que hacer para ese desarrollo agrícola deseado, una tarea impostergable y que supone seguramente tiempo, pero sobre todo, voluntad política y participación colectiva.

Por ejemplo, parte del capítulo 1.4.3, expone:

“…. Afianzar un conjunto de políticas públicas de apoyo a la producción, organización del sector rural y participación del poder popular campesino en la planificación.

Tales como el incremento de la inversión del Estado y de la Banca Privada, bajo la rectoría del Gobierno Bolivariano, en el desarrollo rural integral a través de obras de infraestructura, financiamiento a pequeños y medianos productores, desarrollo de proyectos de generación de alimentos y desarrollo científico-tecnológico…”

Incluso, en este tema, está enumerado una serie de proyectos de “Desarrollo Integral Socialista”, que abarca desde mataderos hasta plantas procesadoras de leche, entre muchas más obras para el desarrollo del campo y en pro de la soberanía alimentaria.

Para concluir con esta temática, les dejó la conclusión de Hugo Chávez, en ese mentado plan de la nación 2013-2019, en donde su verbo hacedor de sueños y forjador de realidades emerge con su pensamiento certero, que puede germinar, como la semilla floreciente de ese anheló por tener para todos y todas una Patria libre, independiente y soberana:

“…A lo largo de la propuesta que hoy presentamos, se refleja la marcha de más de

dos siglos de resistencia y 13 años de un pueblo en Revolución y se convoca a todos

los que quieren Patria a seguir andando por la senda del Socialismo, bajo la máxima que nos dejó la poesía de Antonio Machado: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.

El contenido del Programa de la Patria intenta interpretar la voluntad de las mayorías populares, pero por más que hayamos podido plasmarla en el texto, sabemos que esto, no es para nada suficiente. Es por ello que a partir de este día, 11 de junio de 2012, y hasta el diciembre próximo, queremos que sea objeto del más amplio y desprejuiciado debate, para que se le agregue, suprima y corrija, para que se le complemente y enriquezca, para que el II Plan Socialista de la Nación que habrá de regirnos durante el próximo período de Gobierno bolivariano y socialista sea obra genuinamente colectiva, como corresponde en tiempos de revolución.

Esta propuesta le pertenece al pueblo venezolano, que la ha macerado con sus demandas, con sus sueños, con su resistencia, con sus luchas y victorias. Por eso estamos seguros que sabrá darle forma definitiva, poner los acentos necesarios, imprimirle su aliento y su infinita inspiración...”

“…¡Vamos pues pueblo venezolano, con nuestro programa patrio y nuestras banderas

revolucionarias a derrotar la inhumana propuesta capitalista y neocolonial del imperio y la derecha venezolana!

¡Vamos a la calle, a la carga, a la nueva Batalla de Carabobo y a la victoria por la Patria, como la conquistamos hace casi 200

años, en el glorioso Campo de Carabobo, el

24 de junio de 1821!...”

Leyendo ese ideal bolivariano que nos dejó escrito Hugo Chávez Frías, creo que es bienvenido el “gobierno de calle” que alienta el presidente Nicolás Maduro, no obstante, creo igual que para impulsar este plan de la Patria hay que ir más allá de lo mediático, de reunirse con un colectivo disperso y desubicado. Hará falta sistematizar los equipos de trabajo, para cada objetivo, planificar, proyectar y trabajar en función de una organización para hacer realidad el proyecto propuesto, en cada área allí descrita.

Hay que llevar a la práctica este legado de Chávez, sin más tardanza, sin más excusa, que implica la participación de la gente, para hacer realidad cada objetivo trazado en este maravilloso esquema de gobierno, que no es más que un proyecto de país. Ello daría lugar y viraje a la otra etapa del proceso revolucionario, ya que es la guía de gobierno del próximo sexenio.

¿Qué hace falta para despegar?. 
Con este plan en la acción Maduro tomaría la sartén por el mango.

Una Patria grande es aquella que se puede autoabastecer con su propia producción alimentaria, entonces si podríamos hablar de la posibilidad de ser una pequeña potencia en el Sur.

Hay que dejar de lado la política de micrófono, desgastadora y penosa y accionar el legado de Chávez, que comienza por darle vida a ese plan de la Patria que con tanto fervor dejó para su pueblo.


aporrea.org / Escuela Bolivariana del Poder Popular

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