El Socialismo del Siglo XXI, como vaselina para meternos capitalismo

Evaristo Marcano Marín


Hay en todo esto un proceso de ideologización en los términos que Marx trató el tema en la Miseria de la Filosofía. Se nos dice una cosa, esa cosa a veces está en un anuncio, en una ley o en documento y se nos bombardea por los medios de comunicación públicos para convencernos que los vientos nos llevan por la ruta del socialismo, pero en realidad desandamos.

No hay duda. Hubo una cierta nacionalización o renacionalización petrolera, muy distinta a los términos que estaban concebidos en la política de apertura petrolera. El negocio a partir de ahí cambio significativa pero relativamente.
Hubo una mejor participación. Venezuela tiene mayoría accionaria en las empresas que operan y en las recaudaciones por conceptos de regalías e impuestos. Hay cosas buenas, pero el asunto del socialismo no se reduce a cobrar más para tirar para arriba. Claro, es un avanece extraordinario y ello ha permito avances en lo social, más esta posibilidad no alterado sistémicamente nada.

El SENIAT es hoy a diferencia de ayer un ente más eficiente cobrando impuestos. Ahí también hay un avance importante porque siempre se nos dice que en recaudación; el SENIAT siempre va en una carrera de romper sus metas. Recoger más o cobrar mejor, no está estructurado sobre un principio distinto al que existía durante la IV. Como podrá verse, en todo esto ha imperado un principio cuyo sentido se ha mutilado. No ha funcionado de cada cual, según sus capacidades, pero el gobierno a través de la renta; ha tratado de hacer posible a cada cual según sus necesidades. Eso es un avance, pero no es socialismo. El socialismo incluye todo el principio

No sé si con Chávez el fenómeno de desandar el proceso venía dándose. Pudo ser así y Chávez debió percatarse de este hecho. No fue una casualidad su insistencia durante la campaña de eficiencia en la construcción del nuevo modelo. No pudo ser un discurso circunstancial, las ideas que comunicó el 20 de octubre y cuyo texto conocemos como golpe de timón. Todo lo que se ha hecho con la renta cabe dentro de lo que Chávez calificó ese 20 de octubre como cosas buenas, pero no [es] exactamente lo necesario para ir dejando atrás de manera progresiva y firme elmodelo de explotación capitalista y creando un nuevo modelo: El socialismo Venezolano, bolivariano, del siglo XXI (subrayado nuestro) 

Leo esto ubicándome en momentos de Chávez y no puedo dejar de pensar en la Ley Orgánica del Trabajo, los trabajadores y trabajadoras. Esa ley no alteró en nada, según mi ignorancia leguleya, la relación capital-trabajo. Un día libre más o un pago por un día no laborable trabajo, no es alterar significativamente esa relación.

Es muy necesario y vital leer el texto completo de Golpe de Timón y juntar esa lectura con las medidas que se han venido tomando desde que el camarada Maduro asumió la presidencia. Si uno relee con cuidado ese texto, surge inmediatamente un gran ruido. La medidas son partes desconectadas del todo (proyecto) que incluso llevan a implícita la opción de perder terreno en situaciones en las cuales se ha experimentado un avance. No parece ajustado al contenido del texto de golpe de timón, asumir decisiones de políticas económicas desconectadas de lo social tal y como Chávez lo reconoció en este golpe de timón. No tienen estas medidas, una modificación de la base productiva [ni un] cambio de rol del Estado para lograr que el proceso acumulativo se oriente a la satisfacción de las necesidades básicas de la mayoría de la población. No incluye las medidas que en el ámbito económico viene tomando el gobierno, la incorporación de mecanismo de autogestión productiva. Si lo dudamos, veamos el caso DIANA.

En ese Golpe de Timón, Chávez fue enfático al decir: El Objetivo es el pueblo. Chávez dijo: Creemos que la carretera es el objetivo, ¿será el ferrocarril el objetivo?, ¿será la carretera el objetivo? ¿O cambiar toda la relación geográfica, y sociocultural sus inmediaciones a lo largo de un eje? La devaluación por ejemplo, rompe la ruta por la equidad y la igualdad. Llevamos varias devaluaciones en los hombros que estimulan la lógica del capital.

Hay que pensar, para no dejarnos suavizar con vaselina, medidas capitalista. No olvidar, que Chávez en ese discurso del 20 de octubre y que conocemos como golpe de timón nos dijo: (.) la revolución política es previa a la económica. Siempre tiene que ser así: Primero revolución política. Si no es así; el socialismo del Siglo XXI será eso: Una untada de vaselina para meternos el capitalismo.

pravdainternacional.blogspot / Escuela Bolivariana del Poder Popular
@prensa_ebpp

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