EZLN: INDÍGENAS ARMADOS DE VERDAD Y FUEGO

Hace 20 años el EZLN sacudió al pueblo mexicano del dulce sueño de la modernidad

Anit Quintero

Caracas, 31 Dic.- El 1 de enero de 1994, "miles de indígenas armados de verdad y de fuego, de vergüenza y dignidad, sacudieron al país del dulce sueño de la modernidad ¡Ya basta! Gritó su voz, basta de sueños, basta de pesadillas", reseñó la declaración La larga travesía del dolor a la esperanza, del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Y es que en esa fecha, desde Chiapas, México, un ejército de campesinos indígenas de Chamula, Tzaltal, Tojolabal, Chol y Lacandón, liderados por el sub comandante insurgente Marcos, reclamaron un mejor reparto de las riquezas, reivindicación de propiedad sobre las tierras y autonomía del pueblo indígena. La tropa, que formaba parte del EZLN, se pronunció contra el gobierno del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, que desde 1988, año en el que asumió la presidencia, impulsó un programa de modernización de corte neoliberal, que culminó con la incorporación de la nación mexicana al Tratado de Libre Comercio Norteamericano (TLC).

La rebelión era entonces en desaprobación a las políticas puestas en práctica por el mandatario, que habían sumergido al pueblo mexicano en situación de pobreza extrema. "La deuda pública garantizada, a largo plazo, pasó de 3,196 millones de dólares en 1970, a 76,257 millones de dólares en 1989. La deuda privada no garantizada fue de 2,770 millones USD en 1970 y pasó a 3,999 millones USD en 1989. En 1989 la deuda pública a corto plazo llegó a 10,295 millones de dólares. Para inicios de la década de los 90 México debía 95,642 millones de dólares", señala la referida declaración zapatista.

En La larga travesía del dolor a la esperanza, se explica como la desigualdad social en esta nación fue aumentando, haciendo cada vez más desfavorecidas a las clases bajas del país. Al respecto, el texto expresa que "el México de abajo es carne de presidio, de despojos, de embargos, de razzias, de despidos, de desalojos, de secuestros, de torturas, de desapariciones, de bronca, de muerte. El México de abajo no tiene nada, pero no se ha dado cuenta. El México de abajo tiene ya problemas de sobrepoblación. El México de abajo es millonario de miserias y desesperanzas. El México de abajo comparte espacios urbanos y rurales, resbalones y caídas, luchas y derrotas".

Por tales motivos el EZLN tomó ese primero de enero de 1994 las principales ciudades de Chiapas, entre las cuales estaban San Cristóbal de las Casas y Ocosingo. A esta acción le siguieron enfrentamientos entre los campesinos indígenas y el Ejército Federal, que fueron aumentando el clima de violencia por varios días. Luego, el gobierno mexicano envió como mediadores al ex jefe de gobierno del Departamento de Distrito Federal, Manuel Camacho; al obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz; y al presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Jorge Carpizo.

En agosto del mismo año, el ejercito zapatista se retira del dialogo y convoca la primera Convención Nacional Democrática (CDN), que tenía como propósito organizar las expresiones populares para luchar por el cambio democrático. En este sentido, se buscó formular un proyecto nacional que respondiera a las necesidades e intereses del pueblo mexicano, dándole prioridad a los temas de vivienda, tierra, trabajo, alimentación, salud, educación, independencia, justicia, libertad, democracia y paz.

En la CDN "se alzó una voz que no es de guerra, que no busca volver 502 años atrás el reloj de la historia, que no reclama vanguardia, que no excluye miserias. Que dice: Para todos todo, nada para nosotros", apunta la Segunda Declaración de la Selva Lacandona, emitida por los zapatistas.

Tras varios años de los hechos acontecidos el 1 de enero de 1994, el escritor Ángel Luis Lara asegura que "desde que se levantaron en armas, los zapatistas habitan en una cotidiana restitución del sentido verdadero de la palabra democracia y en una trabajada liberación de la vida de las garras de la supervivencia. Miles y miles de personas viviendo de otra manera. Aquí, ahora, ya".

Y es que "en los territorios chiapanecos donde los zapatistas son gobierno, la humanidad ha abierto un agujero irreparable en la modernidad, en la matriz abisal del pensamiento occidental y en la racionalidad de la dominación. Una descolonización del vivir, más allá de la terrible imposición generalizada de la forma mercancía, en la construcción colectiva e igualitaria de un mundo de usos y no de consumos", explica Lara.

AVN / Escuela Bolivariana del Poder Popular
@prensa_ebpp

No hay comentarios:

Publicar un comentario