Fue el 20 de octubre del 2012, 13 días después de la nueva victoria electoral de Hugo Chávez como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Comandante de la revolución bolivariana. La reunión, un consejo de ministros en cadena nacional, quedó marcada con el nombre de Golpe de timón, y una consigna central: Comuna o nada.
“Para nosotros el golpe de timón es un reclamo que el Comandante recoge del pueblo, que se siente en todos los territorios donde el pueblo quiere empoderarse, y existe resistencia dentro del propio Gobierno, que él mismo emplaza: ¿Dónde están las comunas, cómo vamos a construir el socialismo si no empoderamos al pueblo, cómo vamos a construirlo si cada dirigente del proceso no se dedica a hacerlo y no le da espacio a la gente? El golpe de timón es una exigencia pública que hace en vista que solamente el pueblo salva el pueblo, en aras de profundizar la construcción del socialismo, la democracia participativa y protagónica en lo concreto”, dice Duiliam Virigay, vocero de la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora (Crbz) que, en la actualidad, acompaña “de manera directa, con dirigentes, construcciones orgánicas” a 450 comunas y 300 en proceso de construcción.
Al iniciar el mandato presidencial Nicolás Maduro el número de comunas registradas era menor a cien. Hoy, son más de 1300 en todo el territorio nacional.
La apuesta comunal de la Crbz es anterior al 20 de octubre. Proviene desde el intento de cambio constitucional del año 2007: “Allí el Comandante planteó la nueva geometría del poder, la refundación estructural de la República, desde el punto de vista político, organizativo, de cambiar el viejo Estado rentista, petrolero, burgués, para ir sentando las bases de un Estado socialista, un socialismo autóctono, construido por nuestro pueblo”. Allí comenzaron, desde los cimientos: consejos comunales, comunas hasta los ensayos -hoy realidades- de ciudades socialistas.
Con el desarrollo de esas líneas de trabajo aparecieron las tensiones: “Todos los procesos de empoderamiento del pueblo en el marco de la revolución bolivariana tienen mucha resistencia de los compañeros que tienen espacios institucionales, a veces por falta de consciencia, no entender esa visión del Comandante”. Por eso, afirma Virigay, tuvo lugar esa cadena nacional, esa necesidad de acelerar el proceso de transición.
“Después de tres años el golpe de timón está más vivo que nunca, pareciera como si todavía estuviera haciendo el mismo reclamo. Siguen los obstáculos, sucede lo mismo con el presidente de la República: se orientan cosas, se articula el consejo presidencial a nivel nacional, pero en los estados el empoderamiento del pueblo hay que lucharlo. Sería mucho más fácil si todos los que dirigen el proceso en las diferentes estructuras facilitaran el proceso de empoderamiento al pueblo, la construcción de ese instrumento, es sujeto que está en el territorio, donde coinciden todos los actores sociales”
Al iniciar el mandato presidencial Nicolás Maduro el número de comunas registradas era menor a cien. Hoy, son más de 1300 en todo el territorio nacional. ¿Cómo medir la profundización de la comunalización de la vida, del “espíritu de la comuna”?
“Una cosa es el registro, eso es una manera cuantitativa de medir, no es suficiente. Otra cosa es hacia adentro de la comuna, su empoderamiento. Decía Chávez en un discurso en la Asamblea Nacional que el poder popular debía ir instituyéndose en su territorio, y ahí tenemos enormes deudas, porque se registra la comuna pero el proceso de transferencia de atribuciones a la comuna va lento, igual que el proceso de manejo de algunas cosas en el marco político, económico, y así también el marco del reconocimiento de la vieja institucionalidad a esta nueva institucionalidad socialista. Se pudiera solamente reconocer jurídicamente la comuna pero luego no reconocerla como actor político dentro del proceso, como actor económico”.
El escenario de las dificultades no debe eclipsar, y así lo subraya el dirigente de la Crbz, las fortalezas que tiene el proceso revolucionario. Una de ellas es la voluntad existente: “El pueblo quiere empoderarse, asumir el papel protagónico, pelear sus espacios, tiene ánimo para seguir construyendo este sujeto que es la comuna”.
Esto sucede en la etapa actual que, siempre es necesario recordarlo, tiene desde su inicio una dificultad estructurante: “Hay que revisar la historia del continente, del mundo y de las revoluciones, ¿qué proceso se ha logrado mantener después de la pérdida de su liderazgo histórico? Nuestro liderazgo histórico fue y sigue siendo el Comandante Chávez, ese liderazgo hoy no nos acompaña, pero aún después de esa pérdida este proceso continuó”.
En ese escenario existen las fortalezas: “Ese nivel de conciencia que el Comandante Chávez generó hoy está vivo, como si estuviera aquí presente, todo lo que hizo para generarle consciencia al pueblo hoy está presente”. Y junto a eso, Virigay señala la solidez de la dirección del proceso: “Es importante resaltar la voluntad del presidente Maduro, de las conclusiones del último congreso del Psuv, de su dirección nacional, por mantener el legado del Comandante, pero sobre todo, de parte del presidente Maduro, por sostener, impulsar y tratar de consolidar el poder popular y garantizar eso del 20 de octubre: comuna o nada. La convocatoria a los consejos presidenciales del gobierno popular, es una apuesta estratégica”.
Son más los elementos a favor, como la unidad que hoy existe dentro del chavismo a través de sus dos herramientas políticas centrales, el Partido Socialista Unido de Venezuela y el Gran Polo Patriótico, y también que, según las encuestas: “Más del 60% de la población sigue siendo chavista, y más del 50% cree en la construcción del socialismo. No en cualquier país del mundo en algun momento de la historia ha tenido un nivel de aceptación tan alto la construcción del proyecto socialista, una alternativa al capitalismo, al neoliberalismo”.
Sobre esas bases es que Virigay asegura que es posible y necesario profundizar la línea del 20 de octubre, enfrentar las debilidades, como desarmar el modelo rentista petrolero. “De ese modelo se sale construyendo uno nuevo, y en Venezuela hay posibilidades a través de la comuna, entonces los actores del proceso tenemos que dedicarnos a eso, para que cualquier dirigente de base, hasta el que escribe artículos en periódicos, páginas de opinión, pueda empezar a construir socialismo a través de la comuna”.
La alternativa a lo heredado en las comunas, articulado en un poderoso movimiento: “Es importante que todo el movimiento comunal apueste a la unidad, para que se convierta en una actor de peso en el proceso, que cuando hable, se discuta, así sean mucho las diferencias se mantenga la unidad en cuanto a lo estratégico, el empoderamiento en la comuna, en el territorio, en cuanto al peso que debe tener la comuna poco a poco en la dinámica nacional, política, económica, en la dinámica de los partidos incluso”.
Para que eso pueda continuar, seguir el curso en disputa, aparece como clave la próxima contienda electoral: “Hay que cerrar filas en las elecciones del 6 de diciembre, que el presidente Nicolás Maduro, y toda la dirección política-militar del proceso, sigan al frente de este gobierno, porque un gobierno de derecha aquí sería eliminar las posibilidades de construir los sueños que el Comandante dejó pendiente, como la construcción del Estado comunal, el Estado social de derecho y de justicia”.
Ganar el 6 de diciembre, con unidad del chavismo y protagonismo creciente comunal en perspectiva estratégica, es lo que debe impulsarse, construir en la proyección marcada por la consigna de Chávez que guía los pasos de la Crbz: “Comuna o nada podemos decir en estos momentos para hacer irreversible la revolución, seguir transformando nuestro modelo económico, y seguir siendo Venezuela un proceso de vanguardia en la construcción del socialismo en el continente y en el mundo”
Hoy Venezuela / Escuela Bolivariana del Poder Popular
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