Caracas , 31 Ago.- Mercenarios sirios de Guta, en los suburbios de Damasco, admitieron -en una declaración al corresponsal de Associated Press, Dale Gavlak- su responsabilidad en el uso de armas químicas el pasado 21 de agosto, acción por la cual perdieron la vida al menos 1.300 personas.
Según reseña Russia Today en su página web, los mercenarios le dijeron al corresponsal de AP que "el accidente con armas químicas se produjo por el mal manejo de estas armas proporcionadas por Arabia Saudita".
Según Gavlak, médicos, familiares de los mercenarios y residentes de Guta creen que los mercenarios recibieron las armas químicas del jefe de la Inteligencia saudí, el príncipe Bandar bin Sultan, y que fueron ellos "los responsables de llevar a cabo el ataque con gas [mortal]".
De acuerdo con algunos testimonios de los mercenarios, ellos "no estaban propiamente entrenados sobre cómo manejar las armas químicas; incluso, no les habían dicho que las armas eran químicas". Estas armas "iban destinadas al Frente Al Nursa, grupo afilado a Al Qaeda", según los mercenarios, señala Russia Today.
Decenas de mercenarios confirmaron a Gavlak que los financia el Gobierno saudí.
El secretario de Estado de Estados Unidos (EEUU), Jonh Kerry, reiteró este viernes la posición de su país de atacar a Siria bajo el pretexto de defender los intereses de Washington y sus aliados.
Durante una declaración a la prensa, Kerry informó sobre la excusa que mueve a su país a bombardear Damasco: un presunto ataque con armas químicas por el Gobierno de Bashar Al Assad contra su pueblo.
Un pretexto similar al usado en Irak, en 2003, cuando la administración de George W. Bush anunció que intervendría militarmente en ese país, bajo el argumento de la supuesta tenencia de armas de destrucción masiva por parte de Saddan Hussein.
La excusa también se parece a la usada para ingresar a Libia. En esa oportunidad, Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) argumentaron que el gobernante Muammar Al Gaddafi había atacado a su pueblo, hecho que se comprobó era falso.
La afirmación que hizo Kerry este viernes contra el Gobierno de Al Assad está basada en un informe, lleno de contradicciones, de la inteligencia estadounidense sobre la investigación al presunto ataque químico ocurrido el 21 de agosto pasado.
En primer lugar, el secretario de Estado informa que Estados Unidos sabía, con antelación, que el ataque se cometería, sin embargo, no notificó sobre el mismo. “Nosotros ya lo sabíamos y sabemos qué hicieron después”, expresó.
Más adelante, Kerry da detalles del ataque. Precisó que murieron 1.429 personas, de las cuales 426 eran niños; además muchos sufrieron asfixias y taquicardias.
A pesar de que el funcionario estadounidense tenía un comunicado escrito sobre la posición estadounidense y la explicación del caso, llegó a contradecirse.
Señaló que una vez ocurrido el supuesto ataque, el Gobierno de Al Assad cerró “el barrio (bombardeado) para destruir la evidencia, bombardearon calle por calle cuatro veces más de lo que habían hecho los cuatro días anteriores”.
De acuerdo con Kerry, la destrucción de las evidencias se hizo para obstruir el trabajo de la misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), no obstante, insistió en que Estados Unidos sí logró recavar la información necesaria para asegurar que el crimen fue perpetrado por el Gobierno de Al Assad.
Desde marzo pasado, el Gobierno de Al Assad ha denunciado ante instancias internacionales el uso de armas químicas por parte de los mercenarios que operan en Siria desde hace dos años y medio. Recientemente, entregó pruebas de la posesión y uso de estas peligrosas armas al Consejo de Seguridad y al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
AVN / Escuela Bolivaiana del Poder Popular
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