PRÓXIMA GUERRA INTERCAPITALISTA

LA AGRESIÓN GLOBAL

CARLOS LAZO

“El objetivo número uno político y militar de la estrategia de EE.UU. en la posguerra fría debe ser evitar el surgimiento de una superpotencia rival.”


En el Gran Tablero geopolítico militar del "orden mundial" vigente, la gene-ración de una próxima guerra intercapitalista (como emergente de diversos teatros de conflicto armado escalonados), cuenta con tres grandes ejes de política de seguridad nacional de los EEUU, los cuales guían las acciones de agresión del imperialismo norteamericano en el ámbito global y son descritos en el documento “Guía para la Planificación de la Defensa” (1992):

“El objetivo número uno político y militar de la estrategia de EE.UU. en la posguerra fría debe ser evitar el surgimiento de una superpotencia rival.”

"Nuestro primer objetivo es prevenir el resurgimiento de un nuevo rival. Este es un aspecto dominante de la nueva estrategia de defensa regional y requiere que nos esforcemos por evitar que cualquier potencia hostil domine una región cuyos recursos, bajo un control consolidado, sea suficiente para generar un poder de carácter global. Estas regiones incluyen Europa Occidental, Asia Oriental, el territorio de la antigua Unión Soviética, América latina y el Sudoeste Asiático.”

"Hay tres aspectos adicionales para este objetivo:

En primer, lugar los EE.UU. debe mostrar el liderazgo necesario para establecer y proteger un nuevo orden que mantenga el compromiso de convencer a los potenciales competidores que no deben aspirar a un papel más importante o al ejercicio de una postura agresiva para proteger sus intereses legítimos.(China y Rusia)

En segundo lugar, en las áreas de los países desarrollados, debemos tener en cuenta suficientemente los intereses de las naciones industriales avanzadas para disuadirlos de desafiar nuestro liderazgo o de tratar de derrocar el orden político y económico establecido. (UE)

Por último, debemos mantener los mecanismos para disuadir a competidores potenciales incluso de aquellos que aspiran a un mayor papel regional o global." (Venezuela, ALBA)



Estos tres preceptos centrales guían la estrategia exterior de los EEUU, que utiliza diversas tácticas de "camouflage," confrontación indirecta, para evitar enfrentamientos armados directos, entre las EEUU-UE y Rusia-China, en el gran juego de la diplomacia internacional con que hoy disfrazan sus guerras por áreas de in-fluencia.

Esta política cuenta con tres elementos detonantes interactivos:

A) La necesidad de EEUU y de las potencias aliadas (eje USA-UE) de generar por medio de un conflicto militar un nuevo polo de desarrollo productivo, economía de guerra, basada en la destrucción de la infraestructura de los países agredidos para movilizar la industria de la construcción y la militar, que induzca a los demás sectores de la economía, para superar la crisis financiera recesiva que colapsa las economías del sistema a escala global.

B) Asegurar el control militar sobre el petróleo, gas y sus vías de suministro, así como también, los recursos estratégicos perecederos del planeta que le asegure su supervivencia como potencia hegemónica.

C) Impedir que Irán cuente con un poderío nuclear capaz de conseguir la plena soberanía y lograr disuadir la agresión imperialista.

Considerando esta nueva situación estratégica, desde el punto de vista de los pueblos que luchan por la liberación y la construcción de un mundo socialista, después de la derrota del pueblo y del gobierno de la Jamahiriya Árabe Libia Popular y Socialista por parte del imperialismo, las transformaciones políticas en Túnez y Egipto, el estancamiento del imperialismo por el control de Siria e Irán, el reciente Golpe de Estado en Ucrania que condujo a la reincorporación de la península de Crimea a la Federación Rusa y las agresiones contra la República Bolivariana de Venezuela, nos revelan cinco centros de gravedad, que definen la estrategia del imperialismo y en consecuencia, la importancia y magnitud de la batalla, que debemos librar en Venezuela. Dentro de este proceso de recomposición del poder global, se incrementaron los conflictos y las guerras de agresión del imperialismo liderizado por el Estado Corporativo Imperialista de los Estados Unidos.

Estos se habían acentuado a partir de la derrota de la Unión Soviética y el ascenso de las nuevas potencias del Asia y Rusia. Desde el mismo momento en que la URSS, comenzó a debilitarse en el año 89, el objetivo de la política imperialista del gobierno norteamericano, de desplegar al máximo su condición de representante hegemónico de las relaciones internacionales del capitalismo global, se fortaleció.


Este hegemón imperialista, que sintetiza y expresa en lo político, al Gran Capital Monopolista Internacional, en las áreas financiera, comercial, tecnológica, y militar, construyó una Red Militar de Despliegue Global (RMDG) expresada en los diferentes comandos: Comando Norte, USNORTHCOM, en sus siglas en ingles, Comando Central, USCENTCOM, Comando Europeo, USEUCOM, Comando del Pacífico, SPACOM, y Comando Sur, USSOUTHCOM, (www.army.mil/organization/), y en el año 2004 crearon el comando del África.

Esta organización del ejército norteamericano, se fortaleció a raíz de la derrota sufrida en la Guerra Fría por la Unión Soviética. Este mapa del globo nos muestra lo que ellos llaman Áreas de Responsabilidad, que cubre toda la tierra.

Durante el proceso de crisis del año 1989 en la Unión Soviética, EEUU colocó sus flotas en regiones jamás pensadas, como por ejemplo: en el Golfo Pérsico. Flota del Comando Central, USCENTCOM, que posee armamento nuclear y sirve de plataforma de proyección de fuerzas en la guerra de agresión imperialista contra los pueblos de Afganistán, Irak.

Toda esta recomposición de la política militar norteamericana dirigida a profundizar la agresión a los pueblos del mundo, comenzó desde el año 1989, con el debilitamiento de la URRS, la invasión a Panamá y la primera guerra de agresión contra el pueblo de Irak.

Dentro de este contexto internacional de incremento de los conflictos, los Estados imperialistas representando los intereses de las transnacionales, cuyo brazo armado lo constituye el ejército de los EEUU y la OTAN, están desarrollando una ofensiva militar que está girando alrededor de cinco centros de gravedad constituidos por: Libia, Irán, Siria, Ucrania y Venezuela. Estos centros de gravedad representan un eje estratégico de resistencia de los pueblos explotados del mundo, ante la agresión imperialista, y además, son el muro de contención del avance de las fuerzas imperialistas hacia Rusia y China: objetivo estratégico del imperialismo, para lograr su hegemonía global.

La crisis actual del Capitalismo, hace que la guerra del despojo a los pueblos del mundo de sus materias primas, energía, el agua y biodiversidad, necesarias para la acumulación capitalista a escala global, se hace cada día más violenta y despiadada y abarca en su estrategia a los países y a los pueblos que están asumiendo en las diferentes regiones del mundo, la dirección de su propia historia lo que representa para ellos una amenaza a su hegemonía regional y global.


En América latina y el Caribe, la República Bolivariana de Venezuela, como su centro estratégico antiimperialista y de unión e integración política, social y económica, posee la reserva petrolera más grande del mundo, en alianza estratégica con China, Rusia e Irán, se constituye en un objetivo político militar, sobre todo, del imperialismo norteamericano.

Todo esto se ha producido dentro del proceso de Globalización del capitalismo ya transformado en imperialismo y constituido como eje de la política exterior del estado corporativo imperialista de los EEUU y sus lacayos de Europa.

El avance hacia el Asia del Capital Monopolista Financiero Internacional, en zonas como Rusia, China, la India y Europa Central, desplazó los ejes de poder hacia el oriente, conformando nuevos Bloques económicos, políticos y militares, liderizados por Rusia y China como líderes del Asia y la India en segundo lugar.

El Asia, con China y la India, a la cabeza están transformando la geopolítica mundial. Sobre todo, si tenemos en cuenta la perspectiva de los países que transitamos la experiencia política de liberación nacional y el socialismo por la vía pacífica pero armada, en el proceso actual de agresión imperialista a nuestros pueblos, encubierta por una supuesta “Guerra contra el Terrorismo.”

Creemos que uno de los aspectos o factores externos que influyó para que América latina comenzara a transitar ese camino, tiene que ver con este desplazamiento de los intereses corporativos de los Estados Imperialistas hacia el oriente. Los recursos y la atención de la política internacional de los ministerios de relaciones exteriores de los países imperialistas, se volcó hacia estas posibles amenazas para sus mercados, zonas de influencia, y hegemonía militar. 

Este proceso, debilita su atención al resto de los países del sur en especial hacia América latina. Por ejemplo, para cercar a Rusia, el resto de las naciones de Europa Central que formaron parte del Campo Socialista, comenzaron a ser incorporados en la OTAN, y ofrecieron un espacio para las grandes inversiones de occidente, así como también en China y la India, disminuyendo el interés por América latina y el Caribe, controlada por el Comando Sur. Dentro de este proceso de recomposición global del poder, se incrementaron los conflictos y las guerras de agresión del imperialismo liderizado por el Estado Corporativo Imperialista de los Estados Unidos. Estos se acentuaron a partir de la derrota de la Unión Soviética y el ascenso de las nuevas potencias del Asia. 


ESCUELA BOLIVARIANA DEL PODER POPULAR
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