Crítica visceral revolucionaria


Jesús Chua Espinoza

A estas alturas del partido, en realidad no he llegado a comprender ¿Qué cosas son las que están en juego o en riesgo? Es decir, no sabemos si lo que está en juego son los principios ideológicos, la ética revolucionaria o la defensa del LEGADO DE CHAVEZ, porque si ponemos las cosas en el plano meramente social, sin ningún tipo de vinculación ideológica partidista nos encontramos con un fenómeno social verdaderamente dantesco.
Y es que, para algunos de nosotros que tenemos la necesidad de buscar o tratar de conseguir lo poco de los alimentos que se puedan conseguir luego de una larga rutina de incertidumbres, temores, miedos, amenazas, molestias y pare usted de contar, haciendo largas colas hasta de más de cinco horas, y claro está, con sus respectivas frustraciones al llegar a la puerta del comercio que esta expendiendo el producto y vengan los encargados del mismo y nos digan, con una mueca de sonrisa fingida en los labios y llenos de regocijados y de emoción: “señoras y señores, damas y caballeros ya se nos acabo el producto, vengan mañana para ver si nos despachan”…

¡El Confiro de Ocumare! Pero en fin, las personas verdaderamente CHAVISTAS, que debemos pasar por esas penurias que ya les referí, NO LLEGAMOS A COMPRENDER ¿Cuál es la lógica o la fórmula del mercado que aplican los señores y señoras comerciantes al momento de establecer o colocar los precios de los productos; que todos los días los aumentan a como se les venga en ganas y mucho menos aun logramos entender

¿Cómo es que esto se haga tan descaradamente y los entes gubernamentales e instituciones del Estado, con sus más de 30.000 fiscales de la SUNDDE entre otros, no tome carta en el asunto y les apliquen las sanciones correspondientes a estos conspiradores de oficio que se pliegan a las estrategias desestabilizadoras de la oposición política, con la especulación, la usura, el bachaquerismo y el desabastecimiento inducido en nuestro país con sus aliados internacionales?

Eso no lo entiendo y no lo voy a comprender aunque me lo expliquen con plastilina.

¿Qué cosas están en juego, en esta guerra psicológica, no convencional, nuestra MORAL CHAVISTA o los principios ideológicos revolucionarios de algunos revolucionarios o revolucionarias?

En este caso en particular, ante lo visceral de esta pregunta y el veneno social de su planteamiento, voy a pedir mil disculpas a nuestros líderes, lideresas, dirigentes y dirigentas políticos, por la carga enorme de resentimiento marginal con que voy a plantear el tema escogido para desarrollar la respuesta a la pregunta realizada.

Pero cuando yo me veo en los actuales momentos y detallo mi condición física, y observo que la disminución de la masa corporal ha sido enorme, y la comparo con la imagen de algunos de nuestros líderes, lideresas y dirigentes políticos, y logro detallar que la masa corporal de algunos y algunas de ellas y ellos más bien ha aumentado, no me queda de otra, si no la de sacar a relucir ese resentimiento visceral de marginal comunitario que todos llevamos por dentro, y colocar en la palestra del debate, otra pregunta mucho más visceral y mediocre que la anterior, y es la siguiente:

¿Por qué si a ellos y ellas –me refiero a LOS DIRIGENTES POLITICOS- nunca los vemos haciendo colas están mucho más robustos y robustas que los pendejos paisanos de pueblo, que por necesidad debemos calarnos las colas que se nos han impuestos por la voluntad desestabilizadora de los empresarios, empresarias y comerciantes?

Aunque estas críticas parezcan una mediocridad marginal, porque así lo haga hacer ver los conceptos y términos que he utilizado para expresar lo que siento, debo tratar de convencerlos y convencerlas de que las cosas no son como las percibimos, aunque ciertamente se sientan de esa forma. Pero la total y absoluta realidad, es que estas críticas viscerales revolucionarias, son más bien una especie de respuesta y propuesta para todos esos y esas lideresas, lideres, dirigentas y dirigentes ideológicos e ideológicas de “nuestro proceso de cambios profundos”. que luego de algunas muy profundas disertaciones y agudos análisis de la actual crisis siempre nos hacen o se hacen la muy ingenua pregunta que una vez se planeo Lenin ¿Qué hacer?

Ante esta soberana crisis, y figúrense ustedes mis camaradas, la respuesta es sencilla y la planteó HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRIAS, en el “GOLPE DE TIMON”.

¿Qué hacer?…

Vayan allí a donde el pueblo se la pasa haciendo las colas interminables y palpen, sientan en carne propia, para que nadie se lo cuenten, ni les digan mentiras en la pata de la oreja de que todo está bien, y puedan sentir y ver con sus propios ojos. Que la cosa ahí donde se cuecen las habas de la miseria, no es tan fácil como plasmar un proyecto en un papel y tal vez, solo tal vez, algún día podamos empezar, los que hemos venido perdiendo masa corporal, a recuperar las energías alimenticias pedidas, y así también tratar de devolverles a algunos que otros y otras la esperanzas que por culpa del desabastecimiento, aunque sea inducido, han venido perdiendo en sus dirigentes y dirigentas, y han optado por desconfiar de los actuales líderes y lideresas políticos…

¿Qué así no deben ser las cosas?

Ciertamente así no deben ser las cosas, porque ser CHAVISTA y revolucionario es mucho más profundo que gritar ¡la lucha sigue!, o vender la patria por un mendrugo de pan. Pero vayan y díganle eso a la señora que tiene cinco niños y no haya con que alimentarlos. Y no por falta de dinero, porque para ello nuestro hermano Nicolás Maduro, ha hecho de tripas corazones y no ha dejado de aumentar el sueldo todos los años que lleva como presidente, sino por la inconsciencia de algunos empresarios, comerciantes y ahora parte tristemente por unos integrantes del “populo” (BACHAQUEROS) que embroman a su propio hermano, y que el estado garante de sus derechos no haga lo que debe hacer, y mientras tanto los empresarios engordando sus cuentas bancaria con los dólares del pueblo. “¡ESO NO SE DEBE PERMITIR!”

Yo seguiré siendo fiel hasta mucho más allá de la vida al LEGADO del comandante eterno HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRIAS, pero hay cosas que se deben decir, así se nos vaya la vida en las cosas que decimos, pero si es por el bien de la revolución bolivariana me importa muy poco en concepto que construya en torno a mí, porque, es que soy CHAVISTA por convicción y de corazón, y no por el formalismo de un eslogan comunicacional… 


LaTabla / Escuela Bolivariana del Poder Popular
@Prensa_Ebpp

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