"La masacre de hoy no es más que la primera etapa en el camino de la contrarrevolución"
La sangrienta disolución de las concentraciones del parque Al-Nahda y de Raba´a al-Adawiyya no es más que una masacre, preparada de antemano. Su objetivo es liquidar a los Hermanos Musulmanes (HM). Forma también parte de un plan para destruir a la revolución egipcia y restaurar el estado militar-policial del régimen de Mubarak.
Los Revolucionarios Socialistas no han defendido en ningún momento el régimen de Mohamed Morsi y de los Hermanos Musulmanes. Hemos estado siempre en las primeras filas de la oposición contra ese régimen criminal, fracasado, que ha traicionado los objetivos de la revolución egipcia. Que ha protegido incluso los pilares del régimen de Mubarak y su aparato de seguridad, sus fuerzas armadas y sus corrompidos hombres de negocios. Hemos participado con todas nuestras fuerzas en la ola revolucionaria del 30 de junio de 2013.
Nos hemos opuesto igualmente desde el comienzo a las concentraciones de los Hermanos Musulmanes así como a sus tentativas de restablecer a Morsi en el poder.
Sin embargo, hay que resituar los acontecimientos de hoy en su contexto, es decir su utilización por los militares para romper las huelgas obreras. Hemos igualmente asistido al nombramiento de nuevos gobernadores provinciales, en gran medida salidos de las filas de los restos del antiguo régimen, de la policía y de los generales del ejército. Finalmente, están las políticas realizadas por el gobierno del general Abdel Fatah Al-Sissi. Éste ha adoptado una hoja de ruta claramente hostil a los objetivos y a las reivindicaciones de la revolución egipcia, es decir: libertad, dignidad y justicia social.
Este es el contexto en el que se desarrolla la brutal masacre puesta en marcha por el ejército y la policía. Se trata de un ensayo sangriento de la próxima liquidación de la revolución egipcia. Su objetivo es romper la voluntad revolucionaria de todas y todos los egipcios que reclaman sus derechos -ya se trate de los pobres, de las trabajadoras y trabajadores o de los jóvenes revolucionarios- instaurando un estado de terror.
La reacción de los Hermanos Musulmanes y de los salafistas, que consiste en ataques contra los cristianos y sus iglesias, es sin embargo un crimen sectario que no hace más que servir a las fuerzas de la contrarrevolución. El estado de Mubarak y Al-Sissi que jamás ha defendido a los coptos y sus iglesias, es cómplice de esta abyecta tentativa de provocar una guerra civil, en la que los cristianos egipcios serán las víctimas de los reaccionarios Hermanos Musulmanes.
Estamos absolutamente en contra de las masacres de Al-Sissi, contra su tentativa odiosa de hacer abortar la revolución egipcia. La masacre de hoy no es más que la primera etapa en el camino de la contrarrevolución. Con la misma firmeza estamos en contra de todos los ataques contra los cristianos de Egipto y contra la campaña confesional que no hace más que servir a los intereses de Al-Sissi y sus proyectos sangrientos.
Dirigidos por quienes han entrado en el gobierno Al-Sissi, numerosas personas que se consideran ellas mismas como liberales y de izquierda han traicionado a la revolución egipcia. Han mercadeado con la sangre de los mártires para blanquear al ejército y la contrarrevoluciónn. Esas personas tienen sangre en las manos.
Nosotros, Revolucionarios Socialistas, no nos desviaremos un instante de la vía de la revolución egipcia. No haremos jamás compromisos con los derechos de los mártires revolucionarios y su sangre pura: la de quienes han caído enfrentándose a Mubarak, la de quienes cayero enfrentándose al régimen de Morsi y la de quienes caen actualmente enfrentándose a Al-Sissi y sus perros de guardia.
¡Abajo la dominación del ejército!
¡Contra la vuelta del antiguo régimen!
¡Contra la vuelta de los Hermanos Musulmanes!
¡Todo el poder y toda la riqueza al pueblo!
Revolucionarios Socialistas de Egipto, 14 de agosto de 2013
Rebelión / Escuela Bolivariana del Poder Popular
@prensa_ebpp
No hay comentarios:
Publicar un comentario