Dos años: sin verdad y sin justicia

¡Vivxs se lxs llevaron, vivxs lxs queremos!


El 26 de septiembre del 2014, a la una y cuarto de la madrugada, Carmen Cruz recibe un mensaje de texto del teléfono de su hijo, José Aníbal Cruz Mendoza: Mamá me puede poner una recarga, me urge.

Eso fue lo último que supo de él.

José Aníbal es uno de los 43 alumnos de la escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero, que esa noche, después de ser detenidos por la policía municipal de Iguala, desaparecieron.

Dos de octubre

Por la mañana de ese mismo día, alumnos de primer grado de la Normal de Ayotzinapa fueron comisionados para ir a Chilpancingo por autobuses, en los cuales se trasladarían a la ciudad de México para participar en la marcha conmemorativa de “la Matanza de Tlatelolco”, ocurrida el dos de octubre de 1968.

Por la tarde, cerca de 100 estudiantes, la mayoría de nuevo ingreso, salieron de la Normal Rural con rumbo a Chilpancingo.

Pasadas las nueve de la noche, según diversos testimonios, se suscita la detención y ataque a los jóvenes por parte de la policía.

731 días después de estos hechos, los jóvenes estudiantes continúan en calidad de desaparecidos.

Septiembre 2016

Son las cuatro de la tarde del lunes 26 de septiembre del 2016: en la ciudad de México, están los padres de los 43 estudiantes. Luego de dos años de intensas búsquedas en innumerables lugares, se preparan para exigir, una vez más, el esclarecimiento del caso.

En el lugar está Carmen Cruz, quien recibió uno de los últimos mensajes de texto de uno de los 43. Felipe de la Cruz, Hilda Leguileño, Nicanora García, Melitón Ortega, Hilda Hernández, Isela López, César González. Todos ellos padres de familia de los normalistas desaparecidos.

El Ángel

El Ángel de la Independencia es el punto de partida desde donde los padres, familiares, estudiantes, obreros, campesinos y sociedad civil, marchan para exigir, por enésima ocasión, que se les diga la verdad.

Afirman que a lo largo de este tiempo las conclusiones de las instancias de seguridad e investigación en el país han sido “ineficientes” e “indiferentes”.

Reiteran lo que han señalado en innumerables foros: la única respuesta que han encontrado es la impunidad, la mentira, la manipulación, la agresión, irregularidades en la investigación y una campaña de desprestigio y agravio, tanto para sus hijos como para ellos mismos.

“Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, “Si fuera tu hijo estarías aquí conmigo”, “Ayotzi vive, la lucha sigue”, “¡Justicia!”.

Por estos mismos padres y su empuje, se lograron descubrir más de 40 fosas clandestinas, sólo en los municipios de Iguala y Cocula, en Guerrero. En ninguna de ellas se acreditaron restos de sus hijos.

La verdad histórica

Las autoridades mexicanas apostaron por una conclusión rápida, por una “verdad histórica”, por el olvido. Reprochan.

Ante ello, los padres de los 43 han encontrado en el extranjero, apoyo, aliento y manifestaciones de ánimo para seguir adelante.

En dos años visitaron ciudades de Estados Unidos como San Antonio, McAllen, Chicago, Washington, Nueva York, Texas, Los Ángeles, Las Vegas y Detroit; además visitaron Noruega, Suiza, Colombia, Finlandia, Alemania, Austria, Italia, Francia, España, Bélgica, Holanda, entre otras.

Incluso, sin la presencia de los padres, en Canadá, Inglaterra, Brasil, Guatemala y El Salvador, se han realizado manifestaciones de apoyo.

Los padres también han recorrido el país y sus estados. Para llevar sus testimonios y su tristeza. Su desesperación y su angustia.

Allí, a dónde van, exponen una y otra vez los datos recabados y las conclusiones de instancias no gubernamentales como el Equipo Argentino de Antropología Forense y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).

El gremio estudiantil del país simpatiza también con la denominada “Acción Global por Ayotzinapa”, la cual cuenta con la solidaridad de instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Autónoma Metropolitana (UAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), entre muchas otras.

Pero sin duda los pasos más firmes, las pisadas más certeras en esta ciudad y por las plazas públicas, las voces más altas, las exigencias más recias, vienen de los estudiantes que integran las 17 escuelas normales rurales que existen en México.

“Durante años hemos sufrido represiones y estigmatización por los tres órdenes de gobierno: el gobierno ha querido desaparecer las normales pues no les generamos ningún beneficio económico; por el contrario, representamos gastos: tienen que gastar en dormitorios, comida y salones”. Dicen los normalistas.

Ciudad de México

Este 26 de septiembre, en el corazón de México, estos padres buscan a sus hijos. Buscan la certidumbre que sólo puede darles la verdad y el alivio que sólo puede estar en la justicia.

Karina Villanueva García, Periodista.
Desde México

CRBZ / Alba TV / Escuela Bolivariana del Poder Popular
@Prensa_ebpp

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