Venezolanos de todo el país siguen llegando a despedir al presidente Chávez



Por séptimo día consecutivo, habitantes de todo el país continúan llegando al paseo Los Próceres para darle el último adiós al presidente Chávez en su capilla ardiente y jurar lealtad con el proceso revolucionario que él inició.

La fila de venezolanos a la espera para rendir sus respetos, luego de una semana de la muerte del presidente Chávez, se inicia a la altura de la Procuraduría General de la República, recorre todo el paseo Los Próceres, para finalmente llegar a la Academia Militar.

De Mérida, Zulia, Trujillo, Cojedes, Barinas, Miranda, Carabobo y del Distrito Capital, llegan a despedirlo, sin importar las horas de espera en la larga cola que abarca aproximadamente 5 kilómetros y que transcurre bajo la inclemencia del sol.

María Cecilia Sánchez, del estado Carabobo, afirmó que más que para despedirlo, su presencia en el lugar sirve para reafirmar su compromiso de lealtad absoluta con la revolución, que ratificará a través del voto el próximo 14 de abril: "Vale la pena estar aquí, me siento parte de la historia de mi país, porque continuaré haciendo lo que esté en mis manos para continuar dándole vida a los ideales de Chávez", manifestó.

En otro punto de la cola, la señora Emar Rivero, de 75 años de edad y proveniente de Choroní, estado Aragua, calificó a Chávez como "un hombre de luz, es un elegido, Venezuela está bendecida por Dios y nadie lo sabe, eso hay que valorarlo". Expresó que ha ido en dos oportunidades con la intención de ver al Presidente: "La primera fue imposible, porque los mandatarios de todos los países llegaron a honrarlo y no pude pasar, pero esta vez estoy segura de que lo veré".

Otra de las personas que cívicamente permanecía en la larga fila es Sol Milagro Salazar, de Maracaibo, quien aseveró que salió a las 8:00 de la noche del pasado lunes y llegó a Los Próceres a las 6:30 de la mañana de este martes. Dijo que aunque Chávez se haya ido físicamente, está en su corazón: "Él se merece cualquier sacrificio, porque fue un hombre honesto y maravilloso que quiso al pueblo, le dio mucho al pobre, al humilde, de los que nunca nadie había conmovido. Eso es lo que la oposición nunca perdona, que Chávez le haya dado a los más necesitados y no a ellos".

Una marabina más, Iraide Pavón, afirmó que el gobierno de Chávez dignificó a la mujer, agradeció al presidente Chávez la iniciativa de las misiones, especialmente las educativas porque a través de la misión Ribas y Sucre logró graduarse de licenciada en educación. Fue muy vehemente al expresar: "Lo amo, lo siento en la sangre, lo respiro, lo llevo en el corazón, esperaría todo el tiempo necesario para ver a mi Presidente".

Luego de 15 horas de viaje, Lucila Cravajal, llegó desde la población de Bailadores, estado Mérida, para despedir al presidente "que dejó su semilla sembrada en miles de venezolanos, la semilla de la batalla, del trabajo, de la construcción por una mejor patria". Dijo que lo más importante en este doloroso momento es seguir trabajando por "la Venezuela bonita que Chávez quiso construir".

Expresó que "la lucha continúa ahora más que nunca y que el próximo 14 de abril hay que darle una lección a la oposición que se ha portado miserablemente en este mal momento, no han respetado la tristeza del pueblo".

Nacido en Uruguay, César Benítez, de 50 años de edad, llegó a Los Próceres desde Boleíta, en Caracas, y valoró la presencia de tantas personas durante todos estos días: "Eso es para que la derecha se dé cuenta de que aquí no hay que pagarle a nadie, que venimos por amor". Destaco que de los 30 años que tiene viviendo en Venezuela, los últimos 14 vividos en socialismo son los mejores de su vida.

Los estudiantes también hacen pacientemente su cola. Julio Fernández, de Cumaná, estado Sucre, es estudiante de la Misión Ribas y aseguró que ante el féretro del presidente Chávez sellaría el compromiso de defender la revolución: "El próximo 14 de abril, los estudiantes de la Misión Ribas cerramos filas con Nicolás Maduro".

Ana Colmenares llegó desde el estado Barinas, para agradecerle al Presidente lo que hizo por sus hijos, quienes gracias a la Misión Hijos de Venezuela ahora cuentan con ayudas económicas mensuales. "No importa el tiempo que permanezca en la cola, cualquier esfuerzo es pequeño para agradecerle a mi comandante lo que hizo por mí", manifestó.

Luego de tres intentos, María Eugenia Peña, del estado Carabobo, pudo ver al presidente Chávez en su capilla ardiente: "No había podido pasar porque siempre había mucha gente, hoy la cola mermó y ya lo vi, sentí mucha tristeza al verlo allí, las lágrimas son inevitables, pasarán 500 años para que vuelva a existir otra persona como él".

Mery Ortiz, de Guanare, manifestó su dolor de ver el cuerpo sin vida del Presidente, "a uno le gustaría verlo activo, feliz como él era, como lo conocí en vida, pero ahora sólo tengo las esperanzas puestas en Nicolás Maduro, en que él seguirá trabajando por el progreso, creo que lo va a representar bien".

AVN/Escuela Bolivariana del Poder Popular
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