Una movilización nacional y apelación a organismos internacionales determinaron hoy agrupaciones campesinas y defensoras de derechos humanos para salvar las vidas de campesinos paraguayos presos, en estado crítico por 53 días de huelga de hambre.
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Se trata de cuatro de los 12 campesinos presos -incluyendo dos mujeres, una de ellas embarazada- apresados tras un sangriento desalojo del pasado mes de junio en la localidad de Curuguaty, durante el cual murieron 11 trabajadores rurales y seis policías, en condiciones aún no aclaradas.
Aguayo afirmó que el gobierno de Federico Franco, haciendo caso omiso de la crisis extrema en la salud de los campesinos, continúa con su actitud la llamada masacre de Curuguaty y lo hizo responsable de cualquier desenlace fatal.
Se trata de un caso de omisión de asistencia al negarse a responder a los llamados de toda la sociedad, al criterio de los médicos, al sufrimiento de los familiares y a la realidad demostrada de la inocencia de los presos, agregó.
Las movilizaciones comenzaron anoche con una manifestación de centenares de jóvenes quienes marcharon por el centro de esta capital y siguieron hoy con la instalación de carpas para una vigilia por tiempo indefinido frente a las oficinas de la Fiscalía General de la República.
Los abogados de los presos presentaron una solicitud de habeas corpus ante la Corte Suprema de Justicia pidiendo que sean liberados o por lo menos guarden arresto domiciliario hasta la celebración del juicio, además del traslado a una sala de terapia intensiva a los más graves.
Una orden de arresto permanece vigente contra otros 42 campesinos considerados prófugos por las autoridades y quienes rechazaron presentarse por considerar que no tienen garantías de respeto a sus vidas, según las organizaciones campesinas.
PrensaLatina/Escuela Bolivariana del Poder Popular
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