EPS de Macarao produce 7 mil kits de uniformes

> Aliadas a los CLAP, trabajadoras de la textilera La Veguita se suman al combate contra la guerra económica y favorecen a las familias más pobres

“Por amor a la Revolución me desempeño como costurera para producir ropa para mi comunidad, gracias a los talleres que realicé en el Inces. Desde el año 2007 confecciono bolsos, camisas y pantalones, ahorita soy parte de los productores de los kits para los uniformes escolares”. Las palabras cargadas de sentimiento patrio son de Jennifer Aguilar, productora de la parroquia Macarao.

Al igual que Aguilar, un grupo de 16 madres forman parte de la textilera Empresa de Propiedad Social (EPS) La Veguita constituida desde el 2010, que se encarga de la producción de prendas de vestir que son vendidas a la comunidad a precios solidarios.

Las costureras viven en la comunidad de La Veguita, y de lunes a viernes acuden al galpón donde rodeadas por metros de telas e hilos elaboran entre 20 y 30 piezas diarias con las telas suministradas por el convenio del ALBA mediante la Misión Saber y Trabajo.

Actualmente, las productoras comunitarias se encuentran en la confección de los uniformes que serán distribuidos por medio de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) para atender a 11 escuelas priorizadas de la parroquia con la entrega de 7 mil 894 kits.

En consecuencia, Aguilar comentó sentirse feliz de ser parte del plan que ejecuta el Gobierno Bolivariano con el Poder Popular para combatir la guerra no convencional que afecta al país.

Mientras le daba costura a los cuellos para las camisas blancas de primaria, comentó que “más allá del aspecto lucrativo, esta labor les deja una gran riqueza que es el compañerismo y la solidaridad por el pueblo. Ellas están dando la cara por el proceso revolucionario, produciendo para lograr la meta del equipamiento de los kits”.

También habló como madre que será beneficiada con la entrega de los combos escolares.

“Mi hijo fue promovido a primer año, y una sola camisa me costó 2 mil 700 bolívares y el pantalón Bs 5 mil. Mi ingreso no me alcanza para poder comprar más. Por eso estoy satisfecha, porque sé que hay niños felices debido a que saben que por fin van a estrenar uniformes en este nuevo año escolar”, dijo.

Otra de las mujeres que utiliza las máquinas de coser como herramienta de lucha y trabajo es Albita Rubio, de 47 años de edad.

Mientras cosía en su mesa blanca, comentó que la costura es un sustento económico para su familia desde el año 2010.

“Como costureras integrales que somos aquí, hacemos morrales, batas médicas y uniformes de enfermería y deportivos”.

Diariamente ratificamos nuestro compromiso con el Ejecutivo utilizando nuestras manos y habilidades para vestir a quien realmente lo necesita.

PRODUCCIÓN PARA LA COMUNIDAD

Por su parte, Carolina Ávila, representante de la textilera desde el año 2010, refirió que, gracias al apoyo del Servicio Autónomo Fondo Nacional de los Consejos Comunales (Safonacc) y a la Fundación para el Desarrollo y Promoción del Poder Comunal (Fundacomunal), se logró levantar la textilera en un terreno que estaba abandonado por la empresa Metro Los Teques.

“Esta empresa social se debe a ocho consejos comunales que conforman la Comuna La Veguita. Nuestro fuerte es la elaboración de morrales destinados a los estudiantes de las escuelas distritales”.

Asimismo, puntualizó que el galpón es el centro de acopio de las empresas socialistas del Distrito Capital. También es donde se equiparán los más de siete mil kits de uniformes que serán vendidos a 2 mil 500 bolívares a las familias vulnerables de Macarao.

Ávila enumeró, mientras inspeccionaba las prendas, que el combo está compuesto por un pantalón, un mono, dos chemisses y dos camisas de todas las etapas.

“Tenemos priorizados 11 centros educativos, entre ellos nuestro Núcleo Escolar Marginal Copey, donde priorizamos 98 niños con el beneficio de los uniformes”.

Además, con orgullo informó que la empresa tiene una marca llamada Natura, inspirada en la naturaleza, donde las prendas son diseñadas para niños y niñas.

“Este es un proyecto que llena de alegría a las costureras. En diciembre del año pasado producimos piezas que fueron vendidas a través de las Bases de Misiones Sociales de la zona para los estrenos de los chamos en la temporada decembrina”. Con un sentimiento de satisfacción, expresó que desean volver a repetir esa experiencia este año.

DISTRIBUCIÓN CON LOS CLAP

Ávila aseveró que fue seleccionado un CLAP por cada escuela atendida, donde en compañía de las autoridades escolares realizaron un censo para priorizar a los niños en condiciones vulnerables.

“Con esta modalidad vamos a garantizar que los kits sea vendidos a las familias más necesitadas y al precio establecido”.

Asimismo, puntualizó que, de esa manera se pretende minimizar a cero las posibilidades de que las piezas caigan en manos de los bachaqueros y evitar que las familias sean víctimas de la especulación.

CIUDAD CCS / Escuela Bolivariana del Poder Popular
@Prensa_Ebpp

No hay comentarios:

Publicar un comentario