Militar canadiense enjuiciado por vender secretos a Rusia

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Un tribunal de Halifax inició hoy el juicio contra el subteniente de la marina Jeffrey Paul DeLisle, la primera persona en Canadá que podría ser sentenciada bajo los preceptos del Acta para la Seguridad de la Información (ASI). El militar fue acusado de vender documentos secretos a Rusia a cambio de tres mil dólares mensuales. Las audiencias durarán dos días en una corte de Nueva Escocia, provincia marítima en el este del norteño país.

Este proceso penal tuvo gran relevancia mediática y ha sido presentado en Canadá como un evento de espionaje internacional después que DeLisle se declaró responsable por una brecha de seguridad que canalizó datos clasificados hacia entidades foráneas.

El subteniente es el primer canadiense juzgado por la ASI, que desde diciembre de 2001 sustituyó a la caduca legislación Official Secrets Act, de 1981, y fue redactada bajo la influencia de leyes contraterroristas estadounidenses.

DeLisle tenía acceso a bases de datos de espías en lengua inglesa, informa The Globe and Mail citando materiales del expediente. Principalmente se dedicaba a pasar información sobre la actividad de espías norteamericanos e ingleses.

El propio Delisle ha confesado que principalmente cedía información sobre Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia, no sobre Canadá.  Ha explicado, concretamente, que envió a Moscú listas de contacto del jefe del espionaje norteamericano, así como otras listas similares. Ha negado haber entregado nada a algún espía ilegal canadiense o a algún trabajador de los servicios especiales de los Estados Unidos. “Querían tener información que nunca tuvimos sobre los agentes occidentales en Rusia” – ha declarado DeLisle.

En lo que se refiere a Canadá, el agente tenía acceso a los archivos de la secretaría de gobierno, del espionaje canadiense y de la policía de la realeza canadiense. En Rusia se interesó por el sector energético en el gobierno canadiense, organizado por el crimen procedente de Rusia, así como algunos políticos.

No se sabe exactamente qué datos sobre el trabajo de los servicios especiales de varios países consiguió “capturar” DeLisle, pero no hay duda de que fue un gran volumen.

Según datos de The Globe and Mail, reunió información por encargo de la Dirección General de Espionaje Estado Mayor de Rusia durante más de cuatro años antes de ser capturado. DeLisle enviaba los materiales reunidos el día 10 de cada mes. Al principio copiaba los datos desde su ordenador a un servidor externo, los transmitía a su ordenador portátil y de allí los enviaba a sus contactos por correo electrónico.   Utilizaba el portal Gawab.com, un servidor de Oriente Próximo de correo electrónico.

DeLisle y sus jefes usaban la misma cuenta. Guardaban la información necesaria en los borradores, así que no necesitaban ni enviarse los correos. Por este trabajo DeLisle habría recibido tres mil dólares al mes.

El reo enfrenta una posible condena a prisión perpetua. Desde enero de 2012 fue encarcelado y decidió mantenerse en silencio, pero advirtió al tribunal que fungirá como su propio abogado defensor.

Paul DeLisle, miembro de la Royal Canadian Navy desde 2001, trabajaba sobre todo con datos castrenses confidenciales relacionados con países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

De acuerdo con el expediente judicial, las filtraciones ocurrieron entre julio de 2007 y enero de 2011, y fueron detectadas en bases de datos ubicadas en las ciudades de Ontario, Ottawa, Halifax y Bedford.

PL / The Globe and Mail/Escuela Bolivariana del Poder Popular
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