París, 06 Dic.- Batiendo las maracas con sus coloridos trajes y máscaras y moviendo los pies como lo hacían sus ancestros hace 400 años, los Diablos danzantes de Corpus Christi celebraron su inclusión en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y hasta arrancaron lágrimas de los coterráneos presentes.
Luego de que el presidente del Comité Intergubenamental para la Salvaguadia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), Arley Gill, (Granada) aprobara con un martillazo sobre la mesa la candidatura, los diablos danzantes mostraron parte de su baile frente a los representantes de los países del mundo.
Aplausos y flashes se dispararon con la presentación de los promeseros de las diabladas venezolanas, quienes hicieron sonar sus maracas en su mano derecha mientras sostenían con fuerza su mandador en la izquierda.
Al presidente de la Cofradía Nacional de los Diablos Danzantes, Antulio Pacheco, se le entrecortó la voz a la hora de presentar a sus pares frente a los ojos del planeta, hizo una pausa y siguió más calmado declaró: "Con el ingreso a la lista, tenemos un mayor grado de responsabilidad, aunque siempre la hemos tenido. Ya somos patrimonio del mundo y contamos con el apoyo de todo el país".
Cuando se rinden ante el Santísimo Sacramento y empiezan el recorrido por los altares de las casas del pueblo toman guarapita, sin embargo, para festejar su inclusión como patrimonio prefirieron brindar con una bebida espirituosa de Lara, considerada patrimonio de este estado. "Trajimos cocuy de penca para celebrar", dijo.
La embajadora de Venezuela ante la Unesco, Rebeca Sánchez, destacó que la postulación de Venezuela creó una gran expectativa. "Es un reconocimiento muy grande a nuestra política cultural, gracias a la preservación de nuestras tradiciones, al impulso a las comunidades, a lo planteado en la Constitución, es un reconocimiento al desarrollo cultural", expresó.
Aunque esta es la primera manifestación venezolana que ingresa a la lista de Patrimonio Inmaterial de la Unesco, Sánchez confía en que muchos más elementos criollos serán reconocidos por esta organización. "Vendrán otras tradiciones provenientes de la época de las plantaciones del cacao, del café, donde la mano africana dejo su huella y la indígena también", expresó.
En la sede de la Unesco estuvieron representantes de las hermandades de Diablos danzantes de Corpus Christi, de San Francisco de Yare, en Miranda; de Turiamo, Cata, Ocumare de la Costa, Cuyagua y Chuao, en Aragua; de San Millán y Patanemo, en Carabobo; de Naiguatá, en Vargas; de San Rafael de Orituco, en Guárico y de Tinaquillo, en Cojedes.
Para que la manifestación fuese considerada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad debió cumplir cinco requisitos exigidos para sumarse a la lista representativa: haberse transmitido de generación en generación, participación de sus integrantes en la elaboración del expediente, estar dentro del contexto de la herencia cultural de América Latina y el Caribe, contar con el apoyo del Gobierno para su fortalecimiento y estar inscrita en la lista del patrimonio cultural del país.
El Comité Intergubernamental, que preside Venezuela en la figura del antropólogo Víctor Rago, analizó con anterioridad 36 candidaturas, de las cuales, este miércoles, se inscribieron veinte en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y las otras siete se aprobaron este jueves, entre ellas Los diablos Danzantes.
Al momento de examinar el expediente venezolano, Rago se separó de su puesto, y lo suplió el representante marroquí, quien puso a consideración del Comité la propuesta de los diablos danzantes, el cual no tuvo objeciones.
Venezuela además tiene como Patrimonio Cultural Material a la ciudad de Santa Ana de Coro y su puerto de la Vela, en el estado Falcón, así como a la Ciudad Universitaria de Caracas. También figura el Parque Nacional Canaima, en el estado Bolívar, como Patrimonio Natural de la Humanidad.
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