URRA: La segunda enmienda y las armas en manos ajenas

S
Con inusitada frecuencia hemos escuchado en los medios masivos de confusión, sobre el sacrosanto derecho de los norteamericanos a portar armas de fuego, con el objetivo de “defenderse”….de ellos mismos. Solo que pocos quizás conocen cuál es el verdadero trasfondo de esta enmienda y cual es la historia de su surgimiento.

La segunda enmienda surgió como una necesidad de defensa de los colonos blancos contra, los nativos originarios y lo esclavos negros que buscaban la libertad de las tierras invadidas por los norteamericanos en el siglo XVIII. El enunciado decía: “Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado Libre, no se violará el derecho del pueblo a poseer y portar armas  “.

Esta enmienda fui aprobada en el año 1791 y su propulsor fue James Madison, quien era representante del Congreso.

Cualquier observador medianamente razonable se percatara de que las premisas que dieron lugar a esta enmienda tenían un carácter eminentemente prepotente y avasallador, pero un halito de necesidad. Ahora a más de 200 años de su aparición, es una enmienda totalmente innecesaria y anticuada, considerando los recursos que existen en los estados desarrollados de mantener el orden y la seguridad sin necesidad de “armar” a los habitantes para que se defiendan de los desplazados indígenas y los negros “esclavos”.

Las supuestas razones que generaron la “necesidad” de crear milicias para defenderse contra las rebeliones de los negros y los nativos indígenas, desaparecieron hace más de 150 años. Ahora inclusive el Presidente de los EE.UU es un negro.

Se conoce inclusive que estaba relacionado con la necesidad de obtener los votos del Estado de  Virginia para las elecciones. O sea, la Enmienda tuvo una razón electoral más que funcional y legal.

Por otro lado la enmienda se instauró en momentos en que en el mundo de la época no existían los medios militares que existen ahora, por lo que en la actualidad un ciudadano norteamericano puede obtener armas de incalculable poder y letalidad.

Han existido casos como el del cubano-norteamericano Robert Ferro al que se le incautaron en el 2007 más de 1600 armas de distinto tipo, incluidos decenas de miles de cartuchos para su uso, lo que mataría de envidia a cualquiera de los Jefes de campamentos militares de la época.

¿Por que entonces no se ha abolido la segunda enmienda habida cuenta de que desaparecieron las “supuestas” causas que la originaron? ¿Cuál es el “enemigo” del que hay que defenderse?

Obsérvese como en el texto se emplea el término “Estado” en lugar de “País”. Esto tenía el objetivo de garantizarle a los Estados del Sur la supervivencia de las milicias, inclusive si los Estados del Norte no la deseaban. Cabe preguntarse ahora porque se necesita ahora una enmienda que fue creada para que los esclavistas mantuvieran su poder sobre los esclavos mediante las milicias de blancos, ahora sirve no solo para armar a los blancos, sino y a los negros que en su momento fueron los objetivos de dichas armas.

Pero lo más interesante de esto es el doble rasero que el único país en el mundo en utilizar contra otra nación el arma nuclear, tiene en cuanto a la tenencia de estos artefactos desbastadores.

Según sus prácticas, nadie puede desarrollar el armamento nuclear salvo ellos, o sea que en la arena internacional se aplica de otra forma este concepto que tanto defienden los norteamericanos en su territorio.

¿Es que acaso estamos en los tiempos de las milicias y los esclavos?

De este doble discurso se desprende que para los círculos de poder en EE.UU, las armas en manos de cualquier estadounidense para matar niños en las escuelas, o personas en un cine, o ciudadanos cargando combustible en una gasolinera, o soldados matando cientos de miles de personas en otros países para hacerse de sus recursos naturales, no es peligroso. En manos de otros es un sacrilegio.

ContraInjerencia/Escuela Bolivariana del Poder Popular
@Prensa_ebpp

No hay comentarios:

Publicar un comentario