Los parlamentarios socialistas desmontaron los argumentos de la oposición. Recordaron lo que es un verdadero “paquetazo” y la inversión social que impulsa el Gobierno para el bienestar del pueblo.
Durante la sesión ordinaria realizada este martes 19 de febrero en la Asamblea Nacional, se discutió y aprobó con la mayoría patriótica del Parlamento el documento presentado por el economista diputado por el Distrito Capital, Jesús Faría, acerca del acuerdo en respaldo a las recientes medidas económicas adoptadas por el Gobierno bolivariano.
En su intervención, el diputado Faría afirmó que “si nosotros aplicamos una política cambiaria que establece una nueva paridad con el dólar, lo hacemos para estimular el aparato productivo y para que ello se traduzca en crecimiento económico, y esa riqueza a su vez en mayores beneficios para el pueblo”.
Además, resaltó que “cada uno de esos dólares nos va a generar 2 Bs. que serán utilizados para los programas sociales”. Lo que fue ejemplificado por el diputado del PSUV por el estado Táchira Ricardo Sanguino, quien indicó que “hemos invertido en 14 años más de 500 mil millones de dólares en el área social, incluyendo la clase media, y otros sectores económicos”.
Sin embargo, más allá de las explicaciones presentadas por la bancada oficialista en sus intervenciones, el debate se intensificó cuando los parlamentarios de oposición insistieron en objetar la medida asegurando que se trata de un “paquetazo rojo”.
Andrés Velásquez, diputado por el partido Causa R, y eterno ex candidato presidencial en la Cuarta República, lo expresó desde su curul: “Por más que intenten dar volteretas para justificar este paquetazo y tratar de hacerlo pasar como bueno para el pueblo, no tienen ninguna justificación y ninguna excusa (…). Así como hubo un viernes negro, hay un viernes rojo; hay un paquetazo rojo”.
Este planteamiento fue refrendado por los voceros de oposición durante cada una de sus intervenciones. Por Proyecto Venezuela del estado Carabobo, la diputada Vestalia Sampedro dijo que la medida “es una devaluación fiscalista que fue alabada por el Fondo Monetario Internacional”. El diputado José Marquina, recordado por su predicción del 7-O, refirió que ésta no era la primera devaluación. El resto de los portavoces redundaron en que la medida tendría un impacto directo en el bolsillo de los venezolanos.
Sin embargo, el bloque revolucionario de parlamentarios desmontó todos esos argumentos de manera contundente incluso antes de dar inicio al debate, cuando el diputado Jesús Faría aludía a la moral que no tienen quienes aseveran que se trata de un paquetazo.
En los Gobiernos de los ex presidentes Jaime Lusinchi, Carlos Andrés Pérez (CAP) y Rafael Caldera, de cuyos mandatos salieron las medidas neoliberales más salvajes contra el pueblo venezolano. Incluso los que vivieron esta época descaradamente compararon esta medida de ajuste cambiario con otros paquetazos históricos que motivaron fuertes protestas populares, en las que el pueblo sufrió las nefastas consecuencias de su aplicación.
En el caso del Gobierno de CAP, por ejemplo, en el año 1989, la serie de medidas económicas sancionadas trajeron como consecuencia el recordado “Caracazo” del 27 de febrero de 1989, en donde el pueblo salió a la calle a protestar y fue asesinado salvajemente por los organismos de “seguridad” del Estado. Dentro de las medidas tomadas por CAP, estaba la liberación de los precios de todos los productos, a excepción de apenas 18 reglones de la cesta básica; la liberación de las tasas de interés activas y pasivas en todo el sistema financiero; unificación cambiaria con la eliminación de la tasa de cambio preferencial; incremento gradual de las tarifas de servicios públicos como teléfono, agua, electricidad y gas doméstico, el alza de la gasolina y las tarifas del transporte público.
Otro ejemplo de paquetazo real se produjo en el Gobierno del también dos veces electo presidente, Rafael Caldera, quien de la mano con Teodoro Petkoff (otro eterno candidato) hizo la Agenda Venezuela, que en su esencia, era muy similar al paquetazo de CAP. Nuevamente le anunciaron al país la liberación de precios, aumento de impuestos, de gasolina, privatización de las empresas del Estado, y acabar con las prestaciones sociales, entre otras medidas.
Tal como le recordó el diputado del PSUV por el estado Aragua, Elvis Amoroso, a los representantes de la Cuarta República, “ustedes liberaron las tasas de interés, crearon los créditos indexados, eliminaron los programas sociales, crearon cuotas balón”, lo que efectivamente golpeó el bolsillo del pueblo, pero sobre todo su bienestar.
Jesús Cepeda, por PSUV-Guárico, recordó a los diputados opositores que fue en la Cuarta República, desde los años 60 y hasta 1999, cuando se favoreció “la sobrevaluación de la moneda y la institucionalización de un sector importador que respondía a los intereses especulativos del capitalismo financiero”. Además, resaltó la gran contradicción que tiene en su discurso la derecha venezolana.
Si en algo tuvo razón el diputado opositor Marquina fue en que “no es la primera devaluación”, porque había una devaluación histórica, desde aquel famoso “viernes negro” en que nuestro bolívar caía estrepitosamente mes a mes, hasta febrero de 2003 cuando el presidente Chávez tomó la decisión de implementar el control cambiario.
El diputado “saltatalanquera” por excelencia, Ismael García, quien se “inmolaba” en su verbo por el proceso revolucionario y luego fue delator de sus supuestos camaradas el 11 y 12 de Abril del año 2002, también se atrevió a hablar de devaluación de la “credibilidad” del Gobierno Bolivariano. “No solo devaluó la moneda, sino también la credibilidad”, asintió.
Es necesario recordar que García se convirtió en uno de los más fervorosos defensores del “proyecto” que pretendía imponer el candidato de la ultra derecha en las últimas elecciones del 7 de octubre de 2012, Henrique Capriles. Un verdadero paquetazo, una copia de las medidas de antaño.
En 163 páginas de las 166 del proyecto presentado por los candidatos de las primarias de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), según refiere el investigador Romain Migus, se hablaba de la necesidad de introducir al sector privado en la vida pública. El desencadenante era que “se adueñarían de todos los servicios públicos, los cuales serían transformados en mercancía”, además de que se planteaba “crear un ente independiente que maneje los recursos de Pdvsa. En otras palabras, buscan quitarle al pueblo venezolano y a sus representantes políticos el control del subsuelo de la nación para favorecer a las transnacionales y, por esa vía, a los grandes países del mundo”. El despido masivo de la nómina de Estado para “reducirlo al mínimo”, tal como sucedió en España y Grecia, es otro ejemplo de lo que incluía el paquetazo de la MUD. Esa bancada opositora descaradamente continuó comparando hasta el final la medida de ajuste cambiario en la AN.
El diputado socialista, Robert Serra, señaló: ¿quieren ver un paquete? Vean lo que pasa en España, donde se está suicidando la gente porque la dejan sin vivienda”. Serra les recordó, además, que “digan lo que digan deben reconocer que el presidente Chávez ha invertido más de 40% del presupuesto en lo social”.
El diputado de Falcón por la bancada patriótica, Andrés Eloy Méndez, afirmó que “la lucha es contra los especuladores, quienes compran productos a dólar oficial y comercian al mercado paralelo”. Ratificó que con el control de precios y el aumento de los salarios de los trabajadores que cada año se hace, "este ajuste y el apoyo del pueblo organizado se acabarán los especuladores".
Méndez también respondió las declaraciones de la diputada Sampedro, argumentando que a Venezuela le importa poco lo que opine el FMI porque justamente durante el Gobierno de Chávez es que se pagó la millonaria deuda externa de nuestro país, y no se le debe ni un solo bolívar.
Aunque parezca insólito quienes recuerdan la historia de los paquetes económicos en Venezuela catalogan una sola medida económica como “paquetazo rojo”, pues ése fue la misma “cantaleta” que utilizó la oposición en todas sus intervenciones durante la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional.
Nuevamente, pareciera que siguen creyendo que el pueblo no tiene memoria histórica, y mucho menos reciente, cuando saltan a la vista los edificios de la Misión Vivienda, las Canaimitas, los pensionados cobrando a tiempo y dignamente, las Misiones Educativas, Misión Mercal, PDVAL, los satélites, así como múltiples programas agroproductivos, la Ley de Tierras, y el resto de los ejemplos de inversión social que hace el Gobierno bolivariano. Que sigan creyendo.
LaIguanaTv/Escuela Bolivariana del Poder Popular
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