Pacto por México ¿conciliada certidumbre?

Luego de varios encuentros y debates, los partidos políticos mexicanos con mayor cantidad de miembros acordaron inéditamente trabajar de conjunto en un programa al que denominaron Pacto de México.

Este tratado fue firmado por el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y los titulares de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Cristina Díaz; de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano; y Acción Nacional (PAN), Gustavo Medero.

El documento de cinco puntos es, al decir de Peña Nieto, una muestra de "que los mexicanos sí podemos ponernos de acuerdo" y definió el convenio como trascendente, capaz de proporcionar "viabilidad y rumbo a las transformaciones que México ya no puede ni debe postergar".

El Pacto incluye, según cada uno de sus puntos, Transformar a México en una sociedad de derechos; Fomentar el crecimiento económico, el empleo y la competitividad; Lograr la seguridad y justicia; Incrementar y comprometer transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción, y Perfeccionar las condiciones para una gobernabilidad democrática.

Para la dirigenta del PRI, este acuerdo "cambiará el rumbo del país con proyectos e ideas que ayudarán a la economía y la educación".

A juicio del presidente del PRD, es una vía "para darle certidumbre a la gente que votó por nosotros".

En tanto el presidente del PAN lo definió como "una ventana pequeña que nos puede permitir pasar a una siguiente etapa del país".

Varios medios han reportado entrevistas con gobernadores de diferentes estados, cuyos criterios giran en torno a que el Pacto firmado por las tres principales fuerzas políticas del país abre una gran voluntad de trabajar juntos por un México mejor.

Sobre ese acuerdo, en nombre de la Comisión Política Nacional, el secretario general del PRD, Alejandro Sánchez, desconoció el pacto rubricado por Zambrano como presidente del partido y afirmó que actuó a título personal, sin contar con el aval de las diferentes instancias de dirección partidistas.

Asimismo, anunció una próxima reunión de este órgano de dirección del partido para analizar ese proceder.

Añadió que la agenda de la izquierda comprende una reforma política donde existan garantías para unas elecciones limpias y para cambiar el modelo económico neoliberal que lo único que ha producido son millones de mexicanos pobres y unos cuantos ricos.

Al respecto, Zambrano manifestó que tiene las facultades para entablar relaciones y hacer acuerdos con las otras fuerzas, y éstos deben ser sujetos a aprobación de los órganos colegiados.

Asimismo, convocó al sector del PRD que ha manifestado discrepancia con su decisión de firmar este pacto, "a discutir los contenidos, y no las formas", en los órganos de dirección, en el Consejo y el Congreso Nacional.

La gente, consideró, quiere ver soluciones a los problemas y tener una mejor calidad de vida, que haya oportunidades reales de desarrollo y este es el compromiso que en sus aspectos centrales tenemos establecido en el Pacto.

Coincidencias y discrepancias apartes, México hoy está a la expectativa ante un proyecto que plantea transformar la vida de 54 millones de personas sumidas en la pobreza y sus más de 112 millones de habitantes inmersos en una situación de inseguridad por la violencia del crimen organizado.


PrensaLatina/Escuela Bolivariana del Poder Popular
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