Gobierno y sindicalistas discuten futuro de metalúrgica francesa

Imagen activa

El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, se reunirá hoy con sindicalistas de la metalúrgica de Florange, propiedad del consorcio ArcelorMittal, para discutir un plan destinado a salvar esa industria y evitar el despido de unos 600 trabajadores.

La instalación está ubicada en la región de Lorraine, en la cual se forjó el acero para la Torre Eiffel, pero donde la siderurgia está ahora en riesgo de desaparecer.

En Florange los dos altos hornos están detenidos desde el año pasado y el consorcio ArcelorMittal amenazó con apagarlos definitivamente si el Gobierno no encontraba un comprador para mantenerlos funcionando.

Tanto el presidente François Hollande como varios de sus ministros evocaron la posibilidad de una nacionalización temporal, aunque finalmente se llegó a un acuerdo con el propietario Lakshmi Mittal que causó una gran decepción entre los trabajadores.

Edouard Martin, delegado de la Confederación Democrática del Trabajo, expresó su desconfianza en que los dueños cumplan sus promesas y exigió a Ayrault garantías para acudir a la reunión de este miércoles.

La víspera fueron revelados aquí los pormenores del compromiso entre el Gobierno y la firma, los cuales confirmaron los principales temores de los gremios sobre el futuro de la metalúrgica.

ArcelorMittal ofreció invertir 180 millones de euros para reactivar la acería, pero la mayor parte corresponden a gastos de mantenimiento que de todas formas es necesario hacer y solo 53 millones irían a sectores estratégicos para el funcionamiento.

Según el texto, la única obligación concreta asumida por la corporación es no desmantelar los hornos en los próximos seis años, pero sin una fecha fija para reiniciar la actividad.

Además, la firma pondrá en práctica un plan para estimular los "retiros voluntarios" de buena parte de los 629 trabajadores de la fundición.

Martin consideró el rechazo del gobierno a nacionalizar la planta como una traición a los intereses de los obreros y aseguró que la lucha por salvar los empleos continuará.

"Si yo fuera profesor, le pondría una calificación de cero puntos a ese acuerdo", agregó el líder gremial.

Walter Broccoli, secretario de la organización Fuerza Obrera, también rechazó el compromiso y denunció que el Ejecutivo aceptó a la empresa todos los puntos rechazados por los sindicatos durante 14 meses.

El tema también causó fricciones dentro del gobierno, pues el titular de la Reactivación Productiva, Arnauld Montebourg, favorable a la nacionalización, fue desautorizado públicamente por el primer ministro y amenazó con dimitir.


PrensaLatina/Escuela Bolivariana del Poder Popular
@Prensa_ebpp

No hay comentarios:

Publicar un comentario