El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cerrará hoy en Pensilvania una serie de encuentros con ejecutivos de grandes y medianas empresas sobre la amenaza del abismo fiscal y la consecuente alza impositiva.
Según la Casa Blanca, el dignatario prevé visitar y pronunciar un discurso alusivo al tema en la planta manufacturera de juguetes K'nex Brands, un evento visto con gran peso psicológico en la población de cara a la temporada navideña.Obama hablará sobre la incertidumbre que acarrea el fenómeno financiero y su impacto en el consumo de los ciudadanos a partir de 2013 por el incremento de los gravámenes, dijo bajo anonimato un funcionario del gobierno.
La cita de este viernes es la última de una agenda iniciada el martes pasado y que incluyó encuentros con propietarios de pequeños negocios y grandes consorcios en Washington para explicar la necesidad de evitar el precipicio fiscal.
Ese programa siguió un informe del equipo económico del gobierno, el cual advirtió que el aumento de los impuestos lastraría en 1,7 por ciento los gastos de los estadounidenses y también conllevaría a una caída de 1,4 puntos del Producto Interno Bruto, porque el consumismo es responsable del 70 por ciento del crecimiento económico del país desde 2009.
Los expertos estimaron que si los legisladores dejan expirar este 31 de diciembre las ventajas fiscales a la familias de la clase media, entonces ese sector destinaría 200 mil millones de dólares menos a las adquisiciones personales en 2013.
Obama aplica esas estrategias en un intento por mover la opinión pública justo cuando continúan estancadas las negociaciones bipartidistas para salir del atasco creado en agosto de 2011 como la solución, en ese momento, al techo de la deuda nacional de Estados Unidos.
El secretario del Tesoro, Tim Geithner, y el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, emergieron ayer de una reunión sin progresar en el tema y con acusaciones mutuas sobre la falta de soluciones concretas al problema.
Si fracasan las pláticas, entonces la mayoría de los ciudadanos verán un incremento de gravámenes sin precedentes que rondaría los 500 mil millones de dólares y dispararía a nueve por ciento la tasa de desempleo, actualmente en 7,9 por ciento.
PrensaLatina/Escuela Bolivariana del Poder Popular
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