El proyecto de Constitución egipcia pasó hoy su Rubicón y será sometido a la aprobación presidencial, que tiene asegurada, sin que los opositores que velan en el centro de esta capital hayan abandonado su impugnación.
El trámite aprobatorio transcurrió a toda prisa y termina horas antes de una protesta general convocada por partidos laicos y de la izquierda contra el texto fundamental, al que califican de islamizante.
Una impugnación del proyecto, o del órgano redactor, están descartadas después que la semana pasada el presidente Mohamed Morsi emitiera una Declaración Constitucional que le confiere poderes excepcionales y hace inexpugnables sus decisiones, causa principal de las protestas populares que hace más de una semana sacuden este país.
Los encontronazos en la AC, de la cual se han desgajado decenas de delegados en protesta por lo que califican de "imposiciones" de sus homólogos islamistas, datan del comienzo de los debates e hicieron crisis días atrás.
La situación se complicó aún más después que el mandatario egipcio emitiera la Declaración Constitucional y los opositores decidieran acampar en la Plaza Tahrir para obligarlo a retractarse.
Violentos choques entre manifestantes y policías y entre los partidarios de ambas tendencias han causado la muerte a cuatro personas y heridas a casi 150, según reportes.
Morsi anoche descartó una marcha atrás y reiteró que devolverá las facultades omnímodas tan pronto sea reinstalada la Cámara baja.
A todas luces la aprobación del texto no es el fin de la historia, cuyo desenlace puede darse en las calles cuando los partidarios y detractores del proyecto se unan a las manifestaciones para apoyar o impugnar al mandatario, que cuenta con el espaldarazo de la Hermandad Musulmana, la más poderosa fuerza política egipcia de la actualidad.
PrensaLatina/Escuela Bolivariana del Poder Ppular
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