Valores de la literatura criolla son reconocidos con Premio Nacional del Libro


Este viernes, en la sala Juan Bautista Plaza de la Biblioteca Nacional del Libro, fueron entregados los 15 Premios Nacionales del Libro, en sus distintas categorías, que persiguen valorar al libro como unidad y a sus creadores como colectivos comprometidos con el desarrollo artístico venezolano.
La edición literaria y no literaria, así como la labor que realizan instituciones y personalidades en relación con la promoción de la lectura, son las dos piedras angulares del certamen que se desarrolla desde 2002.
“Nos hemos planteado una reflexión profunda acerca del espacio social que ocupan la edición y la promoción del libro en el país. Nos sentimos orgullosos del trabajo que hemos realizado porque coincide con el cierre del mes dedicado a Andrés Bello y nosotros como ciudadanos de la cultura estamos en la obligación de acompañar su obra”, expresó la presidenta del Centro Nacional del Libro (Cenal), Christian Valles.
Como primer galardonado resultó el venezolano Rodolfo Santana, a quien de pie el público recordó entre aplausos y palabras de afecto a sólo meses de su desaparición física a causa de la diabetes.
“Estoy muy contento por esta adjudicación que se le ha hecho a Rodolfo. Me siento muy alegre por el reconocimiento a su preocupación social, que lo animó siempre. Él siempre estuvo muy preocupado por el sentir del prójimo y a nivel familiar actúo como vínculo permanente”, resaltó Jesús María Santana.
El hermano del ganador en Dramaturgia por los textos Ocho piezas de teatro breve y Siete piezas de teatro invitó a los asistentes a acercarse a la lectura porque “la educación es la roca fuerte sobre la que se edifica un pueblo. La lectura es insustituible en todo el desarrollo humano”, resaltó Santana.
En Narrativa hubo partida doble de ganadores. Por un lado se reconoció la oralidad criolla del Caimán de Sanare y la recopilación de sus cuentos, titulada Sin decí una garra e' mentira, y por otro se valoró la obra completa de Igor Delgado Senior, editada por la Fundación El Perro y La Rana.
La categoría de Poesía también premió a dos venezolanos: Domingo León, por su obra Catador de Cuchillos, y mención honorífica para Llanto entre paredes, de Jorge Luis Alfonzo, quien moldeó sus palabras detrás de los barrotes de la prisión.
“Como ganador me siento realmente emocionado porque para mí fue una gran sorpresa. Muchos escritores que llevan mucho tiempo escribiendo no han tenido la oportunidad de ser ganador. Para mí, que soy muy joven, que estoy saliendo del vientre de la literatura, es un verdadero honor”, destacó Alfonzo.
El texto fusiona narrativa con poesía con el objeto de pasear al lector por las situaciones cotidianas que vivió el autor mientras estuvo privado de libertad. Su intención, más que apostar por la cruda realidad, es un relato cercano y emotivo de su visión del encierro.
Asimismo, en Ensayo se reconoció el texto Sexo, poder y género, de Blanca Elisa Cabral, también editado por El Perro y La Rana.
El Cartario, publicado por la editorial Isabel De los Ríos se alzó como mejor texto para jóvenes y niños por congregar ilustración, texto de ficción y temáticas variadas entre un cartero y otros seres animados que se dan cita en la obra escrita por Silvia Dioverti.
Como mejor texto de Objeto de Arte fueron reconocidas las fotografías de Rodrigo Benavides y la poesía de Luis Alberto Crespo, en el libro Los llanos de Venezuela. El horizonte es el destino al cuidado del Centro de Publicaciones del Instituto de Altos Estudios del Poder Electoral.
Este texto que reivindica la sabana criolla también fue reconocido por el diseño de su portada, apaisada en formato horizontal.
El texto de la andina Milagros Guarisma, Los amores de Pablito Pablín y Rosana, editado por El Sistema Nacional de Imprentas de Mérida se alzó en la categoría de Formato Innovador por el buen dominio del texto y la ilustración como herramientas educativas para prevenir el embarazo y las enfermedades de transmisión sexual.
En Ilustración la decisión estuvo reñida pues hubo premio compartido para los bocetos de Nathaly Bonilla, en Se ha perdido la luna, y las gráficas de Richard León Leonice, en el texto infantil Leer a orilla del cielo. Antología de cuentos venezolanos para niños.
Entre tanto, el Cenal elevó a Premio Nacional al Sistema Masivo de Revistas del Ministerio de la Cultura por su labor de promoción de los valores venezolanos, a través de publicaciones como La Roca de crearAsí SomosSe MueveArte de leer y otras.
En las áreas de promoción a la lectura resultaron ganadores el portal digital Letras de Cojedes, por divulgar textos inéditos escritos por autores llaneros.
Del mismo modo, el programa radial Planeta Cangrejo, de Radio Nacional de Venezuela, resultó ganador en el reglón de medio de comunicación y la Biblioteca Pública Rómulo Gallegos, de San Juan de Los Morros, en el estado Guárico, también recibió premio como institución promotora de lectura.
Por último, la institución reconoció el trabajo desarrollado por Jesús Trejo Sierra en el Internado Judicial de Barinas, por promocionar el libro como herramienta de comunicación en los privados de libertad.
AVN/Escuela Bolivariana del Poder Popular
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